VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad se ha conformado con una rebaja del 17% del precio de las resonancias magnéticas realizadas por Erescanner Salud en los hospitales valencianos. La decisión, adelantada por el diario Levante-EMV este jueves, ha reducido notoriamente la petición del departamento de Ana Barceló, quien solicitó inicialmente una bajada de precio del 50% tras finalizar el concurso el pasado 31 de octubre.
Y es que la UTE presta, desde hace siete meses, el servicio fuera de contrato. Lo hace a petición de Sanidad, tras no llegar a tiempo de ejecutar la reversión de las pruebas a la gestión pública y que está pagando a través de enriquecimiento injusto. Los socios de la UTE son las empresas Eresa (49%), Iberdiagnosis -perteneciente también a la familia Saus- (8%), Inscanner (20%), Beanaca (8,5%) y Ribera Salud (14,5%).
Para solicitar la bajada del 50%, Sanidad señaló como referencia los precios del nuevo concurso 201/2018, licitado para reforzar el servicio una vez recuperado para la gestión pública y al que los integrantes de la UTE acudieron con precios muy inferiores. Ante esta petición, desde Eresa aseguraron que no era posible asumir esa nueva oferta al no ser modelos idénticos.
En una rueda de prensa, el director médico de Ascires insistió en que los costes de los dos concursos no son comparables por el "cambio radical" de condiciones. Por este motivo la UTE puso sobre la mesa una rebaja del 15% del precio basándose en la amortización de los equipos y que finalmente ha subido ligeramente al 17%.
A pesar de los altos beneficios obtenidos durante estos años, el director médico de Ascires incidió en que "no se pueden comparar los costes porque la fórmula del servicios es completamente diferente" ya que se pasa de "un modelo de servicios en hospitales públicos con un coste estructural elevado asumido por Eresa" a "una nueva estructura basada en clínicas propias Ascires". "Con las condiciones del concurso 201 si no fuera por el arraigo que tenemos en la Comunitat Valenciana nos habríamos pensado presentarnos", señalaba.
Insistía en que si hasta ahora Eresa se integraba en cada hospital en el que realizaban las resonancias -modelo en el que intentaba recortar precio la conselleria-, con el nuevo concurso de refuerzo los pacientes serán derivados a las clínicas. La compañía defendía que, con el antiguo concurso, se prestaba "un servicio integral" al paciente, con una citación ajustada a la tipología -urgencias, ingresados, preferentes, pacientes ambulatorios y pacientes control- y era también responsable de gestionar las listas de espera, motivo por el que no acepta una rebaja a la mitad de precio, como sí ha asumido con el de refuerzo.
A pesar de que las condiciones no son exactamente las mismas, con los precios del concurso ya caducado y que se han mantenido hasta ahora la UTE facturó 45 millones de euros en 2017, año en el que obtuvo un beneficio neto de 17 millones, resultado nada desdeñable teniendo en cuenta que se trata de un contrato público. Erescanner se adjudicó en 2008 el concurso 638 de gestión del servicio de resonancia magnética en todos los hospitales de la Comunitat Valenciana, excepto el Peset de València y el San Juan de Alicante. Eresa era la responsable de realizar las resonancias de los centros de Valencia y Castellón.
Según calculó Valencia Plaza a partir de los resultados hasta 2017, la UTE habrá facturado en 10 años y tres meses más de 425 millones de euros y habrá obtenido un beneficio de más de 125 millones. Desde la compañía señalaron que, en la actualidad, las resonancias realizadas para la Generalitat suponen un 20% del total del Grupo Ascires. El pasado año el volumen atendido por Eresa ascendió a 250.000 exploraciones. Sanidad, tras el fin del contrato el pasado 31 de octubre, sacó un nuevo concurso, el 201, para adjudicar cinco lotes de los que Ascires Eresa ganó los de departamentos de salud de Vinaròs, Valencia y Marina Baixa.