SAN VICENTE DEL RASPEIG. El Ayuntamiento de San Vicente ha presentado su Plan Municipal de Intervención Social para paliar los efectos generados por la actual crisis sanitaria. Se trata de un paquete de medidas a las que el consistorio destinará 1.220.000 euros. Este plan, centrado en las personas y en sus necesidades materiales y emocionales, tiene como objetivo intentar que nadie se sienta solo y/o abandonado. Por este motivo, se lleva trabajando desde que comenzó la crisis en cubrir las necesidades básicas de la ciudadanía, en coordinación con las entidades sociales implicadas en esta crisis como Cáritas y Cruz Roja, así como la Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil.
La cantidad total de 1.220.000 euros que destinará el consistorio se clasifica en ayudas en especie (360.000 euros) con cheques nominativos para ayudar a las familias en la compra de alimentos de primera necesidad. Esta fue la primera acción que el Ayuntamiento puso en marcha y de la cuál ya se han emitido 1.136 cheques por un valor de 62.660 euros, los cuales han ido destinados a 396 familias. Por otro lado, se proporcionará, dentro de emergencia social (700.000 euros), ayudas de alquiler e hipoteca de viviendas, evitando así posibles desahucios que podrían producirse por impagos. Además, se abrirá una línea de ayudas destinada a los pagos de los recibos de luz y agua de las familias más vulnerables.
Las personas sin hogar también recibirán una parte (40.000 euros), proporcionando ayudas a las aquellas que habitan en el municipio, quienes se están alojando, desde que comenzó el confinamiento, en una de las pensiones del municipio en pensión completa. De manera complementaria, el equipo de trabajadores sociales está realizando labores de atención telefónica, psicológica y jurídica, manteniendo contacto telefónico con sus usuarios habituales, mayores que viven solos, expedientes abiertos y familias que se sepan vulnerables, con el único fin de conocer si tienen alguna necesidad básica.
Por su parte, se ha creado una red de voluntariado compuesta por 150 ciudadanos y ciudadanas y conformada desde el Ayuntamiento para colaborar en diferentes tareas, como la distribución de alimentos de Cáritas y asistencia a personas mayores, de riesgo o movilidad reducida, entre otras. Una vez finalizado el estado de alarma, el departamento de Bienestar social reforzará su equipo con tres trabajadores sociales y dos auxiliares administrativos (120.000 euros) durante siete meses para atender todas las peticiones de la ciudadanía de las diferentes líneas de subvenciones puestas en marcha.
El alcalde Jesús Villar (PSOE), destaca que "las personas sin recursos, sin hogar y aquellas que han perdido sus puestos de trabajo, aunque sea temporalmente, son las que están sufriendo los estragos del virus. Actualmente, muchas familias han visto reducidos sus ingresos y, aunque muchos pagos se hayan aplazado, llegar a fin de mes sigue siendo difícil".
Por este motivo, comunica que "el departamento de Servicios Sociales está trabajando para ayudar a todas esas personas con el alquiler, las hipotecas, alimentos e incluso dando una solución a las personas sin hogar. Es por ello que me gustaría agradecer el gran esfuerzo que están haciendo los trabajadores del área, así como los funcionarios de otros departamentos que también se han prestado a colaborar. Son días difíciles para todos, pero ahora es momento de estar junto a los que más lo necesitan. Somos la administración más cercana y vamos a estar al lado de nuestros vecinos y vecinas ayudando con todas las medidas que se van a tomar".
La concejala de Bienestar Social, Isabel Candela, señala que "estamos ante una situación extrema en la que no solo tenemos gestionar ayudas y recursos económicos para nuestra ciudadanía más vulnerable, sino que hemos de tener en cuenta el miedo, soledad y desamparo de nuestros mayores, niños, mujeres víctimas de violencia de género, personas con diversidad funcional y/o enfermos mentales, entre otros. Colectivos que son objetivos prioritarios y eje de estas medidas para intentar reducir y/o minimizar los daños causados por esta pandemia. Nos hemos centrado en las personas y en sus necesidades materiales y emocionales para intentar que nadie se sienta solo o abandonado".
El presupuesto que el Ayuntamiento destinará a ayudas sociales se ha visto reforzado con una subvención de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas a entidades locales titulares de servicios sociales de atención primaria, para hacer frente al impacto del covid-19.
El consistorio ha recibido 116.740 euros con los que ha abierto varias líneas de ayuda para familias vulnerables, clasificadas en dos grupos: por un lado, prestaciones básicas de emergencia individual, las cuales pueden recibirse de forma mensual y los beneficiados puedes recibir hasta 200€ más 50€ por cada miembro de la unidad de convivencia y, por otro, prestaciones económicas básicas de alimentos para infancia y adolescencia, de las cuales cada menor puede recibir hasta 120€ mensuales.
A partir de enero, los clubes de San Vicente podrán empezar a utilizar las instalaciones para sus entrenamientos.
