VALÈNCIA. Como ya sucedió hace unas semanas con las jefaturas de À Punt, los primeros puestos de la bolsa definitiva para acceder a la nueva radiotelevisión valenciana han sido copados por extrabajadores de antigua RTVV. Al menos, en una de las 35 categorías profesionales a las que optaron 11.525 personas: la de periodistas.
En la lista de periodistas definitiva publicada en la página web de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) y encabezada por Álvaro Álvarez, se encuentran algunos rostros conocidos de la antigua RTVV como Lola Bañón, hasta hace poco responsable de prensa de Podemos; Clara Castelló y Benjamín Marín, que también optaron a la selección de puestos directivos; el expresentador Frederic Ferri o Xelo Miralles, primera cara de la extinta Canal 9, y la última justo antes del fundido a negro, Genar Martí.
También la recientemente nombrada directora de informativos de À Punt y que fue redactora de RTVV en la sección de Internacional entre 1989 y 2013, Remei Blasco; la expresidenta del Comité de Empresa de RTVV, Salut Alcover; o los periodistas Vicent Montagud, Miguel Àngel Picornell o Mónica Antequera.
Entre los seleccionados están la ex jefa de prensa de Alberto Fabra Paula Meseguer, el actual jefe de prensa del conseller de Economía, Natxo Lara, el asesor de Comunicación de la secretaria autonómica de Hacienda, Josep Grau, y los columnistas de Valencia Plaza Fèlix Tena y Pilar Vicente.
Pese a esta resolución, este proceso está amenazado por la posible impugnación de la Unió de Periodistes. La asociación profesional denunció en su día que el baremo aprobado para estas bolsas no respetaba "el principio de igualdad", ya que consideraban que la puntuación que se podía llegar a obtener por haber trabajado en la extinta RTVV cerraba las puertas a los más jóvenes.
Aunque de momento solo han puesto el recurso de reposición, la CVMC deberá dar una respuesta antes del día 4 de noviembre. De no atender la petición de paralizar las bolsas y reformular los baremos, la Unió interpondrá un recurso en los tribunales.
A lo largo de su mandato, Costa lo apostó todo por la audiencia, pero sin un respaldo presupuestario ni burocrático, no ha habido modelo que asentar sino situaciones que amortiguar