Un convento centenario entre pubs y restaurantes
Seis franciscanos habitan el convento de Nuestra Señora de los Ángeles, muy próximo al mercado de Ruzafa, ajenos, o eso intentan, al bullicio del barrio y a los jóvenes que se sientan en las escaleras de la iglesia para escuchar trap, fumar porros y hacer piruetas con el skate