VALÈNCIA. ¿Por qué la gente emigra a Noruega? Hace diez años hubo una oleada de españoles, empujados por la crisis y atraídos por los altos salarios, que tomaron el camino hacia el norte. Muchos volvieron, pero otros se quedaron. Hace frío, la noche es larga en invierno, la gente no parece muy simpática y la cerveza está por las nubes… Y, además, no está en la Unión Europea. Andreas Moxnes nos da unas cuantas razones y un consejo para los ingleses que quieren cerrar sus fronteras. Este joven profesor noruego destaca por su clarividencia y sencillez en la exposición de los efectos benéficos que los recientes flujos de inmigración pueden traer a Europa. Invitado por el Instituto Valenciano de Investigación Económica (IVIE) y el Center for Economic Policy Research (CEPR), participó en el seminario, “European Research Workshop in International Trade" (ERWIT) celebrado recientemente en Valencia. El profesor Moxnes, de la Universidad de Oslo (Noruega) expuso su teoría bajo el título “Opening the Floodgates: Immigration and Structural Change”.
P- En España recordamos el “sueño noruego”, cuando la crisis financiera cayó a plomo sobre nuestra economía. Muchos españoles emigraron hacia el polo norte buscando El Dorado.
R- Entre 2004 y 2007 hubo un dramático flujo de inmigración en Noruega, más alto que en cualquier otro país europeo, si tenemos en cuenta el tamaño de la población noruega, que sólo es de cinco millones de habitantes.
P- ¿De qué otros países venían?
R- La mayoría, de los países que acaban de entrar en la Unión Europea, Polonia, y en menor número Bulgaria y los países Bálticos. Este flujo de inmigrantes fue muy importante, ningún otro país tuvo tantos en tan corto espacio de tiempo. Al inicio de los 2000 fueron un 6% y, un poco más tarde, el 15% de la población. En conjunto, durante estos periodos, hablamos de un 10% de la población, lo que provocó importantes cambios estructurales en la industria.
P- En España también tuvimos un flujo similar del 10% de inmigrantes registrados, de los no registrados no sabemos. En Noruega es distinto, porque hay un estricto control de inmigrantes.
R- Claro, es muy difícil trabajar en Noruega si no estás legalmente registrado y tener la posibilidad de acceder a un contrato.
P- Estos cambios estructurales de los que habla, causados por los flujos migratorias, ¿son laborales, culturales, educacionales? ¿Son para bien? ¿Para mal?
R- Mi investigación sobre el impacto de la inmigración en la sociedad es muy estrecha. ¿Podemos unir el fenómeno de la inmigración con ciertos sectores productivos como la construcción? ¿Está creciendo la industria manufacturera? Este es el foco central de mi investigación. Por supuesto, pueden darse otros cambios estructurales y medioambientales, pero sólo estudio el sector industrial…
P- ¿Y cuál es la respuesta? ¿Ha sido positivo para la economía noruega? El país ha crecido considerablemente desde los años 70 y a nadie se le escapa que esta sociedad necesita nuevos trabajadores y en más número desde que se encontró petróleo en sus costas.
R- Definitivamente, la economía noruega ha crecido más rápidamente que en otros países europeos. Muchos emigrantes querían venir a Noruega porque había muchas oportunidades, el desempleo era bajo y los sueldos altos, unos de los más altos de Europa. Vinieron por estos factores, pero también porque podrían hacer crecer la economía mucho más y por eso el país abrió sus puertas.
P- Así pues, la inmigración es una cuestión económica. Cuando la economía crece, se abre la puerta. Pero cuando hay una crisis, la puerta se cierra. ¿Qué está pasando en estos momentos en Noruega?
R- Para nosotros es difícil cerrar la puerta, porque Noruega, aunque no es Unión Europea, pertenece al mercado único. La única forma de cerrar la puerta sería hacer un Brexit… -risas-.
P- ¡O un Norxit!
R- Sí, tendría que ser un Norxit… Pero esto no va a pasar. Cuando la economía entra en recesión o baja el petróleo, a veces los inmigrantes vuelven a casa. La emigración, en general, está ligada a la economía. En el boom, vienen a explorar las oportunidades y, cuando hay un crack , vuelven a casa.
P- Algunos, los inmigrantes económicos, suelen volver. Pero los que vienen de otros continentes como Africa, de Estados fallidos, no van a volver a su país. Así como los refugiados, que huyen de las guerras. ¿Qué pasa con ellos cuando hay una crisis?
R- No estudio esta clase de inmigrantes. Pero el hecho es que desde la experiencia Noruega, una larga mayoría de inmigrantes son trabajadores, inmigrantes económicos que vienen de Europa. Los refugiados y los de África o Asia no tienen apenas influencia. Y otros que vinieron de Polonia, aunque su país está creciendo, se han quedado, porque están integrados en el mercado laboral, tienen hijos que van a la escuela, hablan noruego…
P- Y hace frió por igual en ambos países…
R- Sí, y además el Estado de bienestar presta muchos servicios. Hay muchas razones para quedarse incluso si pierdes el trabajo, porque el Estado va a velar por ti. Y tenemos claro que el flujo irá creciendo, porque somos muy generosos.
P- Alguna consecuencia negativa de la inmigración puede ser el crecimiento de las ideologías nacionalistas o extremistas xenófobas…
R- Realmente no. No ha crecido más que en otros países como Francia, Holanda o Austria en los últimos años. Es verdad que tenemos un partido populista en el Parlamento y que critica las políticas de inmigración, pero al mismo tiempo ha aprobado la libertad de movimiento de trabajadores europeos. No existe ningún movimiento parecido al del Reino Unido que quiere cerrar sus fronteras. Y este partido nacionalista es muy moderado, nada extremista, comparado con otros partidos extremistas en Europa.
P- ¿Existe un problema demográfico en Noruega, como en España y en el resto de Europa, que necesite importar mano de obra cuando la pirámide poblacional comience a invertirse?
R- Sí, lo tenemos. Es un problema demográfico, pero también de mercado laboral. Porque el 80% de los niños noruegos que van a la escuela no terminarán en una escuela profesional aprendiendo un oficio de albañil o electricista. Vamos a necesitar a este tipo de trabajadores muy pronto.
P- En España tenemos el movimiento hacia el otro lado. Los expatriados noruegos que vienen al sur cuando se jubilan para pasar sus últimos años al sol. La Comunitat Valenciana alberga la comunidad noruega más grande en el mundo fuera de sus fronteras, con un 1% de su población en Alfàs del Pi.
R- Sí, pero aún así, el número de nuestros emigrantes es pequeño. Incluso, cada año los expatriados vuelven de forma mayoritaria. Hay un equilibro en estos flujos, porque siguen volviendo más que los que se van. Pero es verdad, muchos noruegos vienen a España a vivir por muchas buenas razones.
P- Noruega no está en la Unión Europea, pero sí en el Espacio Económico Europeo, lo que implica que asuma muchas de sus políticas y normas, también en cuanto a la libertad de movimiento de sus ciudadanos. ¿Podría dar un consejo al Reino Unido, que hablaba de quedarse en una situación similar a noruega, aunque fuera del mercado único…
R- El Reino Unido se ha beneficiado mucho del mercado único y de sus inmigrantes, al igual que Noruega. La economía noruega ha crecido al cooperar con Europa, pero también nos ha salido caro al no estar dentro y no gozar de todas las ayudas. Además, al no estar dentro, Noruega no tiene poder político. La paradoja es que no puede decidir nada, pero tiene que cumplir las políticas que aprueban los Estados miembros y cumplir las leyes que no decide. Y, le cuesta muy caro. Ello es debido a que siempre ha tenido una posición ambivalente. Lo que tengo claro es que, en términos económicos y de política migratoria, el Reino Unido cometerá un error si cierra sus fronteras a Europa.