VALÈNCIA. Una vez al año, en esta columna le ofrecemos a los lectores el parte con las últimas noticias acontecidas en el universo Kardashian. Ahí estuvimos en 2014, 2016, 2017 y 2018. No se trata de una cuestión rosa, no la seguimos porque vibremos con su vida. De hecho, en general, las cosas que le pasan son bastante aburridas. Lo que es fundamental en Keeping Up with the Kardashians es que a través de ellas te enteras de lo que pasa en el mundo. En estos tiempos cambiantes y dinámicos donde solo pueden estar a la última los más tontos, es necesaria algún tipo de fuente para saber qué se cuece por ahí fuera.
El domingo 31 comenzará la decimosexta temporada. El punto fuerte será, de nuevo, una gestación subrogada. La segunda que lleva a cabo Kim. Es un fenómeno muy revelador. En Estados Unidos hay feministas ilustres que no ven con malos ojos la gestación subrogada. Anteponen la libertad y la autonomía de la mujer mayor de edad para hacer lo que quiera con su cuerpo, incluso alquilarlo. Por algún motivo, la inteligentzia estadounidense no asume que la libertad sin dinero es muy relativa.
Por eso, entre otros motivos, Kim Kardashian muestra con total relajación y sin vergüenza ninguna todos los pormenores que experimenta una millonaria que alquila el cuerpo de otro ser humano para que dé a luz a sus hijos. Porque goza de impunidad, legal y moral. Estaría por ver también si una crítica le haría echarse atrás, pero por ahora ni siquiera le zumba el oído.
Les contaré la historia completa. Cuando Kim tuvo a su primera hija, North, se llama, le diagnosticaron preeclampsia. Le dijeron que corría riesgos si decidía tener el segundo, pero los ignoró y lo tuvo. Así nació el pequeño Saint, tras someterse a una serie de operaciones ginecológicas. Sin embargo, con el tercero, que también quería llevarlo adelante, le dijeron que era imposible, que se jugaba la vida. Recurrió entonces a la gestación subrogada y así llegó al mundo el año pasado Chicago, que no tuvo tan mala suerte con el nombre habida cuenta de que le podían haber llamado Sartén Antiadherente perfectamente.
Los quebraderos de cabeza para la gestación subrogada fueron interesantísimos. Podría haber confidencialidad, pero Kim quería tener contacto con la madre de alquiler porque no vaya a ser que no fuera fan del programa, una hater, y le obligara a pasar por ese trago. Al mismo tiempo, tampoco quería que fuese muy fan no fuera a ser que luego no se la pudiese quitar del medio ni con agua caliente.
En las imágenes que se dieron de la elegida no se le veía la cara, pero se podía apreciar que era una mujer negra. Según TMZ, le abonaron 45.000 dólares en 10 pagos. Antes, habían pagado 68.000 a la agencia que se la encontró. El patrimonio de Kim es de 175 millones aproximadamente. Interesante sería conocer la legislación laboral al respecto ¿Si hay una interrupción del embarazo despiden a la gestante? ¿Con indemnización? ¿Tiene seguro de desempleo semejante actividad, se cotiza cada día de preñez?
La propia Kim ha hablado como una empresaria de su relación con la mujer elegida. El principal problema que le daba esta forma de tener hijos era que "no controlaba todo el proceso" por eso no le parecía "una salida fácil", porque, dijo preocupada: "eliges a alguien en quien confías por completo y con quien tienes una buena relación, pero..."
A la mujer que ponía el útero le pidieron que comiera lo más orgánico posible, pero en un gesto magnánimo, le permitieron que le diera bollería industrial si le apetecía, porque Kim lo había hecho cuando había estado embarazada.
En realidad, nada de esto le importaba mucho a Kim Kardashian. Sus desvelos iban por la duda de si iba a poder querer a su tercer hijo lo mismo que a los anteriores, a los que había dado a luz ella misma. Solo cuando la otra mujer la tuvo, se despejaron las dudas. La quiso como a los demás en cuanto la cogió en brazos, confesó. Su pavor era que al no haber llevado al bebé en sus entrañas no estuviese "conectada".
A partir de ahí, los capítulos parecían un spot, un publirreportaje, sobre el alquiler de vientres. Kim le comentaba a sus hermanas que les recomendaba la experiencia. Dijo que lo mejor es que no había tenido que pasar por los engorrosos cambios en el cuerpo que suponen un embarazo y, mucho mejor, tampoco había tenido que luchar contra los kilos de sobra después del parto. Declaraciones muy propias de Kim, cuya personalidad destaca siempre por su pragmatismo. Le pasó lo mismo con su vídeo porno, que se supone que fue robado, pero hizo del robo una cuestión muy práctica que le ha generado cientos de millones a ella y a sus hermanas.
Dicho lo cual, en esta próxima temporada tendremos más de lo mismo en un sentido estricto. A Kim le ha ido tan bien pagando a otra mujer por explotar su cuerpo que va a repetir la experiencia. Anteriormente, había dicho que aunque odiaba estar embarazada, prefería ser ella quien da a luz y no alquilar a otra persona, pero en la nueva temporada va a repetir, va a tener un cuarto hijo, segundo por gestación subrogada. Ya dijo sonriente en la anterior temporada como en un anuncio de Coca-Cola, que le recomendaba este tipo de embarazado con carga a terceros "a todo el mundo".