El documento comprende más de 800 monumentos españoles que podrían desaparecerEL CAMPELLO. La asociación Hispania Nostra ha incluido la Torre de Reixes (también conocida como torre del Barranc d'Aigües) en la Lista Roja del Patrimonio por el estado ruinoso en que se encuentra. De esta manera, la fortificación campellera pasa a engordar el listado del colectivo, que recoge más de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato. En este sentido, Hispania Nostra manifiesta que esta torre es "un elemento patrimonial en riesgo de colapso, que requiere de intervenciones urgentes para frenar su deterioro y posible derrumbe".
Catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), el estado del baluarte es ruinoso, "porque, a pesar de conservar casi todo su alzado, ha perdido el remate y hay grandes orificios, así como una grieta que recorre la torre de arriba abajo en la cara norte. Esa misma cara se encuentra descalzada en algunos puntos. En cuanto al lienzo que da al mar y donde se encuentra el vano, está desmochada y con piedras a punto de caer, además de huecos de las que ya cayeron en algún momento. Por otro lado, ha sufrido actos vandálicos tales como pintadas, pequeñas hogueras en su interior e incluso se ha utilizado para hacer ejercicios de calistenia", recuerda la asociación.
De hecho, ayer, domingo 9 de mayo, las formaciones de EUPV, Podemos y REDcv organizaron una nueva ruta arqueoambiental hasta la torre y su entorno -la Lloma de Reixes- para reivindicar la necesidad de actuar sobre ella y su puesta en valor. La Conselleria de Cultura también se ha pronunciado sobre este BIC, instando a tomar medidas para su conservación y solicitando saber quién es su propietario, pues si bien figura en el registro de la propiedad a nombre de la mercantil Campelmar, S.L, es la Fundación Frax la que figura en el catastro.
Precisamente, fue una de las formaciones impulsoras de esta ruta, EUPV, quien informó de la situación a Hispania Nostra para que la Torre de Reixes formara parte de la Lista Roja. En este sentido, el responsable de patrimonio del grupo de izquierdas, Juanjo Galvañ, resalta que "la inclusión de este BIC abandonado a su suerte por la administración municipal pone al monumento en el mapa estatal del patrimonio maltrecho, algo que de seguro valdrá de acicate para tomar las medidas urgentes que para la conservación que venimos exigiendo". Además, ha querido poner en valor este reconocimiento, ya que "es la asociación sin ánimo de lucro de defensa del patrimonio más importante a nivel estatal y goza de gran prestigio por su labor".
Esta torre vigía de mediados del siglo XVI tiene su origen en el planteamiento de un proyecto estatal de vigilancia del Mediterráneo como consecuencia de la inestabilidad litoral. De esta forma, se construyeron cientos de torres vigía desde el sur de Francia hasta Trafalgar. Dicho proyecto, de tal magnitud y gasto, no solo respondió a la necesidad de defensa de la población ante incursiones de piratas berberiscos como se suele creer comúnmente, sino a algo más importante como la defensa del territorio ante algún ataque o invasión en el contexto del conflicto entre la Monarquía Hispánica y el Imperio Otomano. Su objetivo, la vigilancia de la costa, la emplazó en una pequeña loma muy cerca del mar y en contacto visual con el resto de torres, como la del Xarco o la de la Illeta. Se constata, por tanto, ese requisito de ver para proteger.
Tras la batalla naval de Lepanto, la Monarquía Hispánica reafirma su hegemonía sobre el Mediterráneo, cayendo esta construcción en el progresivo abandono, el deterioro del paso del tiempo y la falta de proyectos de conservación, restauración y puesta en valor en la actualidad. Se trata de una torre vigía construida en mampostería de piedra arenisca con aparejo irregular y trabada con mortero de cal y grava, sin cimentación y con dos alturas con acceso elevado por la cara oriental. La planta es circular con alzado troncocónico y bóveda de cañón. La altura ronda los 7-8 metros.
