Elisa Tarazona, CEO de Ribera Salud. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La comunicación entre la Conselleria de Sanidad y las empresas privadas no fue todo lo fluida que debería haber sido durante los momentos más duros de la pandemia. Así lo reconocía este martes la CEO del Grupo sanitario Ribera, Elisa Tarazona, quien admitía que, pese a los diferentes ofrecimientos por parte de la concesionaria para colaborar en la crisis sanitaria, no siempre se produjo diálogo y colaboración con la administración valenciana.
"En los momentos más difíciles de la pandemia nos pusimos a disposición de la Conselleriade Sanidad ofreciéndoles nuestra colaboración y algunas de nuestras herramientas y tecnología. Y es verdad que nos hubiera gustado más diálogo y colaboración", aseguró Tarazona en un encuentro con medios de comunicación organizado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS). Eso sí, reconoció que desde que llegó al cargo a finales de 2020 se ha reunido con la consellera "un par de veces".
Para la CEO del grupo sanitario, en una situación tan extrema como la que se vivió hace un año y todavía se sigue sufriendo, la colaboración público-privada es esencial para dar una mejor respuesta a la sociedad. "Creo que los ciudadanos y los profesionales merecen que haya coordinación después de lo que hemos sufrido todos", incidió. De hecho, durante la crisis sanitaria la presión hospitalaria llegó a unos niveles difíciles de asumir por el sistema público obligando a derivar pacientes no covid a los centros privados.
Por otro lado, Tarazona también reflexionó sobre la futura reversión del departamento de salud de Torrevieja, cuya concesión vencerá el próximo 15 de octubre cuando se devolverá a la gestión pública, según los planes de la Generalitat Valenciana. No obstante, la consejera delegada del grupo se mostró convencida de que la justicia anulará la reversión de Alzira y, por ende, no se producirá la del centro alicantino.
"Creemos que el Tribunal Supremo indicará que la reversión de Alzira no se ajustó a la legalidad y, por tanto, esto no se podrá aplicar en Torrevieja y no habrá reversión en Torrevieja", remarcó en el encuentro en el que también participaron el presidente de IDIS, Juan Abarca; la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva; el director general del Grupo Vithas, Pedro Rico; y el doctor Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo y Comunicación de la Fundación IDIS.
Cabe recordar que Ribera recurrió la decisión de la Generalitat de recuperar la gestión pública directa del hospital de Alzira y la atención sanitaria integral en ese departamento de salud. La compañía argumenta la inaplicación de la ley de estabilidad presupuestaria porque esta prescribe estudios económicos del coste que supone el cambio de modelo para la administración y, a su juicio, en la reversión de la Ribera "se ha omitido el informe o memoria económico previsto" para valorar las "repercusiones presupuestarias del acto administrativo".
Y es que, según señaló, dos años después del fin de la concesión en Alzira, el hospital ha visto su servicio asistencial debilitado. "Las listas de espera se han triplicado de 56 a 157 días, los directivos despedidos han costado más de dos millones de euros, se han desviado más de 7.000 ecografías a clínicas privadas, ha aumentado el absentismo laboral y la actividad en las consultas ha bajado un 3%", subrayó.
Más beligerante se mostró el presidente de la fundación, el doctor Juan Abarca, sobre las reversiones al considerar como un "auténtico atropello" que el Gobierno valenciano quiera "excluir el modelo concesional" del sistema sanitario "por cuestiones puramente ideológicas". "Excluir a las sanidad privada por cuestiones ideológicas no es propio de este siglo. Es vergonzoso", subrayó.
El presidente de la Fundación IDIS, entidad que aglutina al sector sanitario privado para promover la mejora de la salud, pidió a la Generalitat Valenciana que "se aproveche" de la sanidad privada para "complementar la pública". "Lo que está ocurriendo en la Comunitat Valenciana es un auténtico atropello de los derechos de los ciudadanos a tener la mejor sanidad", remarcó Abarca, quien incidió en que los datos de la Sindicatura de Comptes "no dejan ningún atisbo de duda de que el modelo concesional es mucho más eficiente que la gestión directa".
A su juicio, es "vergonzoso" que tras una pandemia con cientos de fallecidos, "la sanidad privada se excluya por ideología". "Si algo hemos aprendido es que tanto el modelo público como el privado son imprescindibles para dar la mejor asistencia. Es necesario contar con un sistema colaborativo que involucre a todos, procurando buscar sinergias, complementariedades y fenómenos de integración que vayan en beneficio del paciente que ha de ser el auténtico objetivo de nuestros esfuerzos", incidió.
Respecto a la reversión del modelo de Torrevieja advirtió, además, sobre los efectos que tendrá en esta área de salud y "contra el sector turístico" puesto que "el sistema público no tiene capacidad en sí mismo" para atender el volumen de turistas extranjeros que llegan a esta zona alicantina. "No se puede jugar con la sanidad", concluyó.
