VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que se decretará el cierre perimetral de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana y los días festivos para combatir al coronavirus. Puig ha confirmado además que se limitarán las reuniones en espacios privados a las personas conviventes, así como que en los lugares públicos los encuentros solo podrán alcanzar los dos núcleos de convivencia distintos.
Así lo ha asegurado el titular del Consell tras reunirse este domingo por videoconferencia con la consellera de Sanitat, Ana Barceló, la subsecretaria, Mònica Almiñana, y la secretaria autonómica de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público, Isaura Navarro. Puig ha adelantado que las nuevas restricciones entrarán en vigor desde su publicación en el DOGV este mismo lunes y que tendrán validez hasta el 15 de febrero.
De este modo, el confinamiento perimetral se aplicará desde las 15.00 horas del viernes hasta las 6.00 horas del lunes siguiente, y afectará a más de una quincena de municipios. Estos son València, Torrent, Gandia, Paterna y Sagunt en la provincia de Valencia; Alicante, Elche, Torrevieja, Orihuela, Benidorm, Alcoi, Sant Vicent del Raspeig y Elda-Petrer en Alicante; y Castelló y Vila-real en la provincia de Castellón.
Puig ha matizado, no obstante, que las restricciones marcadas para las reuniones familiares y sociales cuentan con algunas excepciones. En este sentido, se permitirá superar los límites fijados si los encuentros son de ámbito laboral o institucional, actividades relacionadas con el ámbito educativo o necesarios para los cuidados a personas vulnerables como mayores o menores de edad.
Fuera de estos supuestos, las reuniones que se produzcan dentro de las casas quedan limitadas al mismo núcleo de convivencia, y en los espacios públicos, ya sean al aire libre o cerrados, a un máximo de dos personas salvo que sean convivientes.
Por último, el president se ha referido a la evolución de la campaña de vacunación en territorio valenciano y ha insistido en la necesidad de priorizar la inmunización en personas con mayor situación de vulnerabilidad.
Puig ha afirmado que este decreto "es un aviso de aquello que ahora no se puede hacer y un llamamiento a la corresponsabilidad" tras "la peor semana que ha vivido la Comunitat desde el inicio de la pandemia".
"Más allá del dolor que sentimos y la solidaridad que trasladamos a todas las personas afectadas y a sus familias, la reacción de la Generalitat ha sido contundente", ha destacado el jefe del Consell, que ha remarcado que desde el pasado jueves "está cerrada toda la hostelería, está restringido el horario de comercio desde las 18.00 horas y estas medidas, junto al toque de queda a las 22.00 horas, han propiciado un semiconfinamiento en la vía pública".
Puig ha apuntado que el objetivo ahora es que se produzcan "las menores relaciones sociales posibles". "Hoy damos un paso más allá, un paso decisivo en las restricciones que se extienden también en el ámbito privado, y lo hacemos para reducir el máximo contacto social, tanto en el espacio público como también dentro de las viviendas, porque ahí está el gran foco de los contagios", ha manifestado.
En este sentido, ha detallado que el 69% de los brotes detectados entre el 13 y el 20 de enero ha tenido un origen social y dentro de los brotes sociales, el 98,7%, "prácticamente todos", provienen de reuniones con familiares y amigos. "Es en las relaciones familiares donde más nos relajamos y de manera imprudente aparcamos el uso obligatorio de la mascarilla", ha agregado.
Sobre las nuevas medidas, Puig ha afirmado que la Comunitat "no pasará de la noche a la mañana a convertirse en un espacio policial, ni mucho menos". "Sería imposible y no deseable", ha asegurado.
Así, ha resaltado que "no es posible vigilar el interior de las casas y saber quién se junta en ellas, pero tampoco es posible vigilar todos los comportamientos incívicos y eso no significa que no estén prohibidos y que todos sabemos lo que hay que hacer". "Hay cuestiones muy difíciles de vigilar", ha reconocido.
"De esta pandemia no saldremos si no somos responsables cada uno de nosotros. De poco vale que la inmensa mayoría cumpla de manera estricta y solidaria y que otros, una minoría, vayan a lo suyo con una mirada egoísta", ha pronunciado.
Por todo ello, el 'president' de la Generalitat ha pedido "un esfuerzo más": "Sé que estamos cansados y agotados, pero contribuirá a salvar muchas vidas y también ayudará a los profesionales sanitarios que se están dejando la piel y a veces se están dejando su propia salud".
Puig ha insistido en que la Comunitat está en una situación "crítica" que "estresa a todo el sistema hospitalario valenciano". Por ello, ha abogado por dar la respuesta "más contundente". "Unas casas sin reuniones familiares y sociales. Esto es lo que necesitamos ahora para frenar los contagios. Esto es lo que ahora toca, porque en estas semanas nos jugamos mucho. Y todos, cada uno de nosotros, está llamado a contribuir", ha defendido.
Por otra parte, ha subrayado que además de las restricciones y "el dolor por las pérdidas en los hospitales y las residencias", en esta semana "tan difícil" estamos "en una fase de esperanza" y "en la salida de la pandemia con el proceso de vacunación".