Entrevista a la secretaria autonómica de hacienda de la generalitat valenciana

Clara Ferrando: "La tasa turística es una oportunidad que está encima de la mesa"

10/09/2017 - 

VALÈNCIA. La secretaria autonómica de Hacienda de la Generalitat Valenciana, Clara Ferrando i Estrella (València, 1973), afronta por tercer año la tarea de confeccionar un presupuesto deficitario sin la ansiada reforma del modelo de financiación autonómica. Es decir, sin los más de 1.300 millones que la Generalitat reclama y que acaba poniendo en el capítulo de ingresos de una forma nada ortodoxa. Este año no será una excepción.

Ferrando desvela en esta entrevista que habrá pocos cambios en los impuestos autonómicos, ninguno al alza, aunque varias figuras impositivas como la tasa turística o el impuesto sobre bebidas azucaradas están sobre la mesa de su departamento, que estudia cualquier posibilidad. Además, la secretaria autonómica explica en esta parte de la entrevista sus planes para la Agencia Tributaria Valenciana.


–Ximo Puig aseguró tras su encuentro con Mariano Rajoy esta semana que el presidente reiteró el compromiso de reformar la financiación autonómica este año. ¿Cree que habrá nuevo modelo de financiación autonómica en 2017?

La verdad es que nos ha sorprendido muy positivamente, pero estaremos vigilantes para ver si verdaderamente se cumple porque han sido tantas veces las que se han hecho promesas que después no se han cumplido...

–¿Pero aún hay tiempo para conseguirlo?

–Lo veo muy ajustado. Lo ideal hubiera sido haber podido contemplarlo en nuestro presupuesto de ingresos para el próximo año porque nos hubiera venir bien saber de qué estamos hablando ya que puede haber mucha distancia entre los números que manejan nuestros expertos o los números que maneja el Ministerio.

-¿Qué opina del cálculo de Fedea que apunta a que la Comunitat ingresaría 741 millones de euros más con la reforma propuesta de los expertos para el modelo?

–Nos parece mal. Quiero decir que, si la mejora de la financiación que esperamos nos tendría que situar de una vez por todas al menos al nivel de la media y el cálculo de Fedea apunta a que nos quedaríamos en algo más del 98%, perece que no se quiere entender el problema de la Comunitat Valenciana.

La tasa turística sería una importante fuente de ingresos que prácticamente duplicaría el presupuesto de la Agència Valenciana de Turisme

–Si no hay nuevo modelo de financiación en 2018, ¿volverán a presentar un presupuesto con ingresos ficticios?

–Nunca los definiría como ficticios. Efectivamente faltaban 1.325 millones de euros en el presupuesto porque el presupuesto de gasto está tan ajustado que sin esos fondos que nos acercarían a la media creo que ni siquiera podríamos hacer el presupuesto. Por supuesto que los vamos a mantener porque en su momento fue un mandato de Les Corts, pero como la evidencia de que nos faltan ingresos, no como ingresos ficticios.

-Parece que el Gobierno lo consiente, que mira para otro lado...

–Saben que están y nos preguntan, pero nos permiten mantenerlos. Con la mejora de la financiación lo podríamos ir compensando porque esa demanda de transferencias se convirtiera en una realidad. Lo normal sería que hubieran llegado antes porque es una merma de recursos del sistema de financiación.

–Los ingresos que la Comunitat recibe por la financiación han aumentado gracias a la mejora de la coyuntura a pesar de que aún no se ha reformado el sistema. ¿No hay margen para cuadrar el presupuesto?

la novedad para 2018 viene con la introducción de deducciones para quien participe económicamente en una serie de instituciones culturales o deportivas catalogadas previamente

–No, porque cuando dejamos sin crédito una parte del gasto sanitario lo que tenemos que hacer es utilizar la cuenta extrapresupuestaria para convertirla luego en crédito conforme van llegando las partidas del FLA extraordinario. La herramienta para generar crédito no deberían ser los mecanismos de financiación extraordinarios pero es que no tenemos más ingresos. Las entregas a cuenta es cierto que van creciendo, pero no lo bastante como para renunciar a esos 1.325 millones.

–¿Y los cambios que ya introdujeron para este año en sucesiones y donaciones o la nueva escala del IRPF?

–En el Impuesto de Patrimonio, por ejemplo, sí. Gracias también a que hemos hecho campañas de comprobación que han invitado a los contribuyentes a no defraudar porque esta es la intención de este gobierno, no tanto subir los impuestos como luchar con firmeza contra el fraude fiscal. Se lo debemos a los millones de valencianos que sí están pagando sus impuestos con el esfuerzo que ello supone.

–¿Se plantean más cambios impositivos para el próximo año?

La capacidad autonómica para nuevas figuras impositivas no es muy amplia. No queremos subir impuestos, sino bajarlos tal y como hemos hecho en la parte autonómica del IRPF para bajar el gravamen a las rentas más bajas con un coste no menor para nosotros. Si los servicios que prestamos son de calidad, la ciudadanía debería estar cómoda contribuyendo de acuerdo con su capacidad económica.

Nuestra idea, insisto, no es subir impuestos. Aunque estudiamos las posibilidades porque ante la infrafinanciación que padecemos, dado que se ha de mantener la calidad de los servicios, ahora mismo no hay sobre la mesa ninguna medida de subida.

Una de las novedades que nos planteamos son deducciones de apoyo a la cultura a través de la Ley de Mecenazgo. El año pasado se lanzó el bono cultural para promocionar el consumo de cultura y la novedad para 2018 viene con la introducción de deducciones para quien participe económicamente en una serie de instituciones culturales o deportivas catalogadas previamente. Es una suerte de verkami pero en ley. 

–¿Y qué hay de la tasa turística?

–Dentro del abanico tan limitado que tenemos, sería una fuente de ingresos para la Generalitat que, como el resto, es una oportunidad que está encima de la mesa. Nuestra función es analizar a nivel técnico como sería ese impuesto y la mejor forma de implantarlo. Por ejemplo, si podría excluirse del pago a los menores de edad. Tanto el conseller de Hacienda como yo nos dimos un plazo de un año porque nunca la aplicaremos si no cuenta con el beneplácito del sector turístico porque tendría un carácter finalista. Sería una importante fuente de ingresos que prácticamente duplicaría el presupuesto de la Agència Valenciana de Turisme. Se podrían ingresar entre 39 y 48 millones de euros, según las excepciones.

Lo último que nos ha dicho el Ministerio es que nos aprobará el FLA extraordinario de 831 millones de euros a partir del 21 de septiembre

–¿Incluiría a los apartamentos turísticos?

–Sí. En las conversaciones que hemos mantenido el último año con el sector hemos comprobado que no se ve de forma negativa. Si es una oportunidad para regular los apartamentos y además es finalista, nos dijeron que se podría contemplar. Pero no lo tengo que decir yo, sino que se lo presentaremos al Consell para que decida. Nunca haremos una tasa que vaya contra el sector turístico porque nuestra voluntad es ayudar. Si ponemos una tasa que no grave a nuestros ciudadanos, que sea porque supone un lujo para nuestro sector poder contar con los ingresos que se obtendrían con ella, no un problema. No hemos venido a poner problemas.

–Hay otra tasa que no están tan madura, la que se aplicaría sobre las bebidas azucaradas como la que ya se aplica en Cataluña y a favor de la cual ya se ha mostrado Compromís. ¿Han hecho algún estudio sobre su impacto potencial?

–Esta demanda nos vino de Les Corts en forma de PNL para que la analizásemos como fuente de ingresos que está encima de la mesa. La PNL se centra solo en las bebidas azucaradas, no en la bollería industrial o los alimentos con grasas. La voluntad de este gobierno es que estas figuras impositivas que podrían ser reeducativas como esta o sobre las bolsas de plástico no suelen ser importantes en volumen de ingresos pero es cierto que ordena una sociedad más sostenible. Pero ahora mismo no hay ninguna intención manifestada por parte del Consell para la tasa a las bebidas azucaradas ni está prevista para la Ley de Medidas.

-Uno de los ejes del decálogo del Consell para la financiación es la petición de mayor autonomía fiscal, pero comunidades como Madrid la utilizan para crear una situación que el Consell define como dumping fiscal. ¿Cómo podría evitarse?

–Lo primero, controlando que ese dumping fiscal no pueda producirse con una fiscalidad homogénea en los impuestos que dependen del Estado en lugar de dejar puertas abiertas para que las comunidades se puedan hacer la competencia entre ellas. Eso va en contra de todos. La demanda de más capacidad fiscal tiene sentido porque mejoraría la gestión tributaria, porque desde la primera fila se ven mejor las necesidades. Tiene lógica que las autonómicas tengan competencia fiscal para sostener las competencias que desempeñan y para las que ahora no llegan suficientes recursos del Estado. A mayor porcentaje de IVA o IRPF o con más capacidad para crear figuras impositivas o con capacidad normativa sobre ellas, podríamos gestionar un mayor volumen de recursos. Así no tendríamos que ir a pedir limosna a Madrid que es lo que nos sucede ahora.

–¿Ya saben cuando llegará el FLA extraordinario que llevan pidiendo al Ministerio de Hacienda desde antes del verano?

–La petición del conseller está firmada desde julio porque lo necesitamos para atender nuestras necesidades de pago. Nuestra situación nos obliga a ir implorando al ministerio una transferencia que en años anterior ha llegado en julio y que este aún no la tenemos. Lo último que nos ha dicho el Ministerio es que nos aprobará el FLA extraordinario de 831 millones de euros a partir del 21 de septiembre. A veces me sorprendo de cómo somos capaces de pagar a los proveedores con la falta de recursos que tenemos, pero somos muy serios y creativos en la planificación de nuestra tesorería. Hemos venido a gestionar nuestra capacidad financiera, pero sin ingresos no hay autonomía financiera y sin ella no hay autonomía política. Con una capacidad fiscal mayor esto no nos sucedería.

–Uno de los compromisos de Govern del Botànic es la creación de una agencia tributaria propia, ¿en qué fase está el proyecto?

–La vamos a desarrollar en tres fases hasta 2019. Este año y el próximo debemos consolidar estos dos primeros años, que han sido muy positivos porque el decreto que aprobamos nos permitió crear un chasis muy potente que ahora tenemos que llenar con el contenido que nos permitirá cumplir el mandato del Botànic para poner en marcha una agencia propia que no es ni más ni menos que tener toda la capacidad de gestión tributaria y de inspección. En el fondo ya estamos desarrollando las competencias que tiene una agencia tributaria como la de otras comunidades como Murcia, no solo Cataluña, cuyo modelo es muy interesante.

Para asumir capacidad fiscal debemos tener una herramienta, el personal necesario para la recaudación ejecutiva que ahora mismo desarrolla la Agencia Tributaria estatal y que nos cuesta 3,5 millones de euros. Es una cantidad muy importante para nosotros y supondría un ahorro sustancial que la asumiera nuestra agencia propia. Esto sería la tercera fase porque ahora mismo no tenemos ni personal para ello. Por eso la idea es dotarla de personal. Para ello hemos previsto ya en el Presupuesto de 2018 una partida por la que tendremos que pelear. También para poder contar con un departamento informático propio como ya la tienen las agencias tributarias de otras regiones. Tenemos prácticamente terminada la nueva web de la agencia para que sea más intuitiva y amable para el ciudadano. La idea es que los ciudadanos puedan presentar sus impuestos de forma telemática y que las empresas puedan acceder a su información fiscal actualizada.

–Subraya que asumir las tareas de recaudación que ahora desempeña la Agencia Tributaría les permitiría ahorrarse 3,5 millones de euros, pero la Generalitat también tendría que aumentar su gasto para tener el personal...

–Efectivamente tenemos que dotarnos de recursos para hacer lo que queremos. también hay que tener en cuenta el efecto multiplicador del gasto. Por eso el presupuesto del IVAT para 2018 contempla incrementos tanto en el capítulo 1, el capítulo 2 y el capítulo 6. En este último caso, para la inversión informática. El objetivo es poder cumplir el compromiso de ponerla en marcha antes de las próximas elecciones.

–¿Se plantea integrar las oficinas liquidadoras como ha hecho Cataluña?

–Realizan un trabajo muy importante, pero también es cierto que nos cuestan mucho dinero, alrededor de 29 millones de euros. Esa capacidad también debería tenerla la nueva agencia tributaria. Pero supongo que a Cataluña le habrá resultado complicado contar con esa estructura para tener una alternativa perfecta a lo que dejaban de tener.

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