VALÈNCIA. Cuando Alexis Marí (València, 1972) sustituyó a Carolina Punset, surgió el debate sobre si sería más duro con el Consell que su predecesora. Sus duras críticas en el Debate de la Comunitat parecían confirmarlo. Sin embargo, como jefe de filas parlamentarias de los naranjas, el espíritu conciliador se mantuvo. El ejemplo más claro se dio con las negociaciones para poner en marcha la nueva RTVV.
Marí siempre ha defendido que su línea parlamentaria seguía a rajatabla los valores fundacionales del partido. En cuestiones lingüísticas, identitarias, de irregularidades y de economía, de su voz saldrían reproches y críticas al gobierno bipartito. Pero en leyes en las que coincidieran con sus objetivos de regeneración, derechos sociales y civiles en las que pudieran alinearse con el Botànic, lo harían. Ahora, con Marí defenestrado, su sustituta, Mari Carmen Sánchez, propone más mano dura. Valencia Plaza se reúne con el exportavoz de Ciudadanos para repasar la gestión del Gobierno de PSPV y Compromís unas semanas después de pasar el ecuador de la legislatura.
Primera parte: Alexis Marí: "Cuando alguien de la Ejecutiva de Cs me lanza un misil, yo lanzo un Tomahawk"
-¿Qué balance hace de la política del Consell?
-Dentro del Consell hay algunas consellerias que podían haberlo hecho mejor pero les daría un aprobado, otras que están en suspenso y otras que son muy deficientes, que no revalidan al paso que van ni en septiembre. Por ejemplo, en Infraestructuras Maria José Salvador creo que ha hecho un buen trabajo. Es una cartera difícil, no hay dinero y hasta poner un clavo te cuesta dinero. Pero son personas que están trabajando, no hay mucha crítica, y si no hay mucha crítica de la bancada que estamos en la oposición, significa que se ha hecho un trabajo bastante aseado. La vicepresidenta, luces y sombras; en mi opinión con más luces en el apartado de Dependencia porque ha desatascado muchos expedientes, aunque le quede mucho trabajo por hacer. No se puede prometer algo que tú sabes ya de antemano que no vas a cumplir. Cuando dicen: es que miren lo que nos hemos encontrado. Claro, ¿es que usted no sabía a lo que iba? Porque yo sabía a lo que iba y me iba a exponer, y ese es el déficit político que ha tenido la vicepresidenta. Tiene que saber a lo que se arriesga si va de candidata a la presidencia de la Generalitat.
-¿Le da un aprobado entonces a Mónica Oltra?
-A Mónica (Oltra) sí, yo le daría un aprobado. Un 5, y no está en su mejor momento. Es un monstruo político, independientemente de que yo esté en las antípodas políticas y posicionamiento político de ella. Pero en líneas generales, para el trabajo que tenía por delante, un 5.
-¿Y Educación?
-Fatal. Al conseller Vicent Marzà ya se lo he dicho, sobre todo por cómo lo está haciendo. Como también le doy un suspenso a Sanidad y a la consellera Carmen Montón. Tanto el PP como Ciudadanos, y yo estoy convencido de que mucha gente del propio PSOE e incluso de Podemos, no le gusta la gestión que está llevando Montón. La propuesta que hicimos de que se comparasen los modelos... ¿dónde está el mal? Nos dijo que podía costar 60.000 euros, es el sueldo prácticamente de un funcionario medio-alto. Luego le dijimos que la Sindicatura de Cuentas, y tampoco parecía bien. Entonces lo que no interesa es que se hiciera una auditoría... Mandan la comunicación a los conciertos de que no se les va a renovar cuando habíamos aprobado en Les Corts que se hiciera esa auditoría. Es de una determinación absoluta de decir que no se quiere evaluar.
-Sanidad tiene otros temas además de las concesiones.
-Sanidad cada vez que entra en Les Corts es una feria. Estoy convencido de que Puig tiene un problema ahí. Pero ¿cómo quita a una consellera ahora? Es el juego de aparatos, familias, pedristas... Y luego Transparencia, me parece que el conseller es listo, pero si te paras a pensar, ¿qué se ha hecho en esa conselleria? Se podría haber aprovechado mejor a Manuel Alcaraz. Y en la Conselleria de Agricultura, Elena Cebrián, ni fu ni fa. Dan pasitos para delante y otros para atrás. No creo que haya un sobreesfuerzo. Y el mestizaje ha sido un absoluto desastre, porque ahí tiene sus peleas con Julià Àlvaro. Lo vendan como lo quieran vender. Uno tiene que crear sus grupos de trabajo y estar contento, rodearse de gente de confianza. Por eso, Presidencia también mal, porque es el director de la orquesta. Si los músicos desafinan, o se equivocan todos, o se equivoca el presidente. Así que creo que en gestión, a Ximo Puig se lo he dicho muchas veces, muy mal.
-¿Qué valoración hace de la Conselleria de Economía?
-Economía es un desastre. Voy a tener que pedirle el teléfono al conseller para llamarle y enterarme cuando quiera ir a un centro comercial un domingo, si abre o no abre. Para nosotros potenciar la política de empleo para los jóvenes era una prioridad, y ¿qué se ha hecho? No se ha hecho nada. ¿Y Turismo? Luego han tenido también problema para delimitar a quién correspondía cada asunto. No se han marcado líneas claras a cada departamento y eso ha dificultado también la labor de oposición.
-¿Cree que debería haber una remodelación del Consell?
-Sí, debería haberla habido ya. Pero, ¿qué dedo te cortarías que no te doliese? ¿Vas a decir que quitas al conseller de Economía porque no funciona para que te digan que entonces tú quites a la de Sanidad que es del PSPV? Cuando uno se equivoca no pasa nada por aceptarlo. El problema es cuando tienes que hacer un Gobierno por lotes. Es decir, qué parte de pastel le corresponde a PSPV, Bloc, Iniciativa, Verds... Y los segundos escalones, más de lo mismo. Por lo que creo que la legislatura no terminará en mayo de 2019. Cuando hay tripartitos de estas características, se rompen antes de elecciones por intereses. Y si la situación de Podemos no mejora sustancialmente, Puig se va a encontrar un problema grave y de difícil solución. Ante eso solo te queda gobernar en minoría con la dificultad que tiene eso, o bien disuelves y convocas elecciones. Y creo que lo más sencillo sería lo segundo.
-En sus últimas conversaciones con Puig y Oltra, ¿no le han tanteado por si pierden el apoyo parcial de Podemos?
-No. Es un hecho matemático que somos cuatro necesarios para los 59 de los tres quintos requeridos para aprobar cosas o ciertas reformas... Pero no, sí que preguntan cuál es tu situación o te dan ánimo, pero nada más. Nosotros no variaremos nuestro voto por ejemplo en la reforma de la Ley Electoral o en el Consell Jurídic Consultiu...
-Que lleva meses sin renovarse, en septiembre un año...
-Es una falta de respeto para los ciudadanos y para el propio organismo. Y cuando por fin se llega a un acuerdo, otra vez se pone en duda el acuerdo y nos retrotraemos a hace unos meses. ¿No hay capacidad para ponerse de acuerdo?
-¿Cómo valora que su grupo vuelva a plantearse ahora cambiar al candidato del Consell Jurídic Consultiu?
-Me parece una falta de respeto con la persona que ha sido propuesta y una falta de consideración; no sé en base a qué se debería hacer ese cambio. ¿Para auxiliar a quién?