CASTELLÓ. Si se traza una ruta del aceite en la provincia de Castellón, uno de los pasos obligados es la comarca del Alto Palancia, un territorio con carácter propio que lucha por preservar los paisajes rurales que han diseñado con su trabajo generaciones anteriores. El proceso de despoblación al que están sometidos parte de los municipios de la zona ha supuesto el abandono de numerosas fincas agrícolas.
En la actualidad, diversas iniciativas impulsadas por jóvenes quieren reconducir esa situación. Uno de ellos es el que está liderado por las hermanas Aida y Lucía Román Ribes, que desde hace tres años han dado vida al proyecto Esencia Espadán en Almedíjar, con el que quieren refrendar su compromiso con el territorio y la apuesta por un producto de calidad diferenciada. "Nuestros abuelos y bisabuelos trabajaron estas tierras donde se recolectaban las aceitunas para elaborar aceite para consumo familiar, pero desde hace años ya no se trabajaban y nuestro objetivo inicial fue recuperar las fincas para que no se perdieran y recuperar la esencia del territorio", asegura Aida.
3 hectáreas de alto valor ecológico
A las parcelas familiares se han añadido, poco a poco, otras fincas que han ido adquiriendo las hermanas Román a personas mayores que trabajaban sus tierras, en concreto la aceituna, pero que debido a la dureza del trabajo las dejaron perder al no encontrar relevo generacional. En total, Aida y Lucía gestionan en la actualidad alrededor de 3 hectáreas de campos de olivos en los que han desarrollado un modelo agroecológico con el que han conseguido alcanzar un buen producto final, explica Aida.