ALICANTE. La aprobación del reglamento autonómico de las Cámaras de Comercio y, con él, del calendario electoral aprobado por la Conselleria de Economía, ha dado el pistoletazo de salida a la carrera por las presidencias de las tres instituciones camerales que actúan en la provincia de Alicante: la de la capital, con ámbito provincial, y las dos locales en Alcoy y Orihuela. Aunque ya se sabía desde hace meses que la fecha de las elecciones se iba a fijar este mes de octubre (hay de tiempo hasta septiembre de 2018, en base a la normativa estatal), ahora los posibles aspirantes ya trabajan con un horizonte establecido: el mes de febrero de 2018.
Según el calendario presentado por el director general de Comercio, Natxo Costa, la votación se llevará a cabo el día 26 de ese mes, lo que deja un margen de prácticamente cuatro meses a los posibles candidatos, dado que el plazo de presentación de candidaturas se abrirá en enero. Si bien es cierto que hasta ese momento cualquier empresario asociado a la Cámara (y al corriente de las cuotas que permiten formar parte del pleno) puede presentar su candidatura, todo parece indicar que el actual presidente, Juan Riera, será elegido sin oposición.
Según las fuentes empresariales consultadas por Alicante Plaza, parece poco probable que alguno de los nombres que sonaban como posibles candidatos alternativos (el promotor Rafael Regalado y el presidente de Ineca, Perfecto Palacio, estaban entre ellos) se anime finalmente a dar el paso. La explicación, según dichas fuentes, habría que buscarla en la voluntad de mantener una imagen de unidad en la institución cameral, en un contexto en el que a juicio de las fuentes consultadas ésta es más necesaria que nunca, con la crisis catalana y el enfrentamiento entre patronales provinciales agitando un escenario de lenta recuperación económica.
Así, de haber más de un candidato y no llegarse a un acuerdo previo, la 'guerra' se trasladaría a la elección de vocales (que son los que luego eligen al presidente) sector por sector, para luego intentar captar apoyos entre los miembros del pleno. Según dichas fuentes, fuese cual fuese el resultado la institución quedaría dividida, a no ser que el vencedor fuese elegido por un margen muy amplio. Y en el peor de los casos, los posibles aspirantes tendrían que encajar una derrota contra un Riera que lleva media vida en la Cámara y que se conoce sus resortes como nadie, y fracasar en su voluntad de renovación generacional de la entidad.
De esta manera, el paso adelante que dio Riera el mismo día en que el Gobierno desbloqueó la convocatoria electoral, el pasado mes de mayo, en el que avanzó su intención de presentarse a la reelección, parece haber desactivado las eventuales alternativas. La primera, la de Armando Sala junior, que ese mismo día anunció que, si Riera quería continuar, él no iba a presentarse. Regalado y Palacio, que decidieron darse un tiempo para pulsar sus posibles apoyos, tampoco parecen muy dispuestos a abrir el melón. Si bien son muchas las voces que apuestan por renovar la Cámara, también son mayoría los que prefieren una candidatura única a la presidencia, para evitar el desgaste en guerras intestinas.
El actual presidente de la Cámara de Alicante llegó al cargo en 2016 por la dimisión de su predecesor, el último mandatario electo, José Enrique Garrigós. La modificación legislativa ha retrasado el calendario electoral hasta el punto de que los comicios debían haberse celebrado hace cuatro años. En su discurso durante la Noche de la Economía Alicantina, Riera aprovechó para defender su candidatura, en una decisión muy criticada por algunos de los presentes. Se dijo "capacitado", esgrimió una trayectoria que "creo que me avala", se presentó como "un hombre de consenso" que también sabe ser firme en la defensa de sus posiciones frente a la Administración (recordó sus enfrentamientos con Joan Lerma y Eduardo Zaplana), y desgranó algunas de sus ideas de futuro.