el billete / OPINIÓN

Programa, programa...

Foto: FERNANDO SÁNCHEZ/EP
9/07/2023 - 

Campaña de la emoción o campaña de la gestión, he ahí la cuestión. ¿Qué es más efectivo, incendiar la pasión o apelar a la razón? ¿La gente vota con las vísceras o amb coneixement? Dicen los socialistas que Ximo Puig no perdió por su gestión de ocho años, en general bien valorada, sino porque le arrastró una ola de indignación contra "el sanchismo". Entonces, ¿vale la pena hablar de gestión y de promesas electorales o centramos el mensaje en "el sanchismo", los "pactos con Bildu" o, por el otro lado, los "pactos con la ultraderecha"?

Uno desearía creer que la ciudadanía, a la hora de votar, escucha las propuestas de cada partido, valora la gestión de quienes han gobernado, consulta los programas electorales y toma una decisión, pero lo cierto es que no es así desde hace muchos años. Es verdad que Julio Anguita puso en valor el "programa, programa, programa..." hace tres décadas y logró los mejores resultados de IU, pero cabe preguntarse si realmente alguien leyó su programa, porque entonces no había internet.

Los partidos juegan a la movilización de los incondicionales y la desmovilización de los del contrario, extraño juego nada sencillo que está basado en la emoción más que en la reflexión. Y a veces juegan sucio porque lo importante es ganar y del fair play de los perdedores no se acuerda nadie.

Foto: EFE/MARISCAL

Será decisivo el cara a cara de este lunes entre Sánchez y Núñez Feijóo, más decisivo que sus programas y promesas. Es una pena que el PP haya rechazado celebrar un segundo cara a cara la última semana de campaña y un debate a cuatro con Abascal y Yolanda Díaz. Puede que sea falta de confianza en las habilidades dialécticas de Feijóo frente a las de Sánchez, que ha demostrado tener más cintura en el cuerpo a cuerpo cuando han debatido en el Senado. En cualquier caso, eso se entrena y uno no ve tanta diferencia como, por ejemplo, entre el seductor González Pons y el resto de candidatos en el debate de la Ser del viernes pasado.

También es un error que no se celebre el debate a siete –con ERC, PNV y Bildu– que había pedido el PP y que le ha servido para diluir su responsabilidad en la falta de debates televisivos. Es una pena porque el clima electoral en esta campaña a 40ºC solo se puede mantener si hay un poco de espectáculo.

Uno desearía creer que la ciudadanía escucha las propuestas de cada partido, valora la gestión de quienes han gobernado y consulta los programas electorales. Sobre la gestión, en las campañas tienen ventaja quienes no gobiernan porque por muchos logros que Sánchez pueda exhibir, siempre quedan demasiadas cosas por hacer. Si a ello le añadimos errores de bulto al final de la legislatura –la 'memoria electoral' es corta, pero no tanto– y que la situación económica a pie de calle es peor que los datos de crecimiento de la economía y el empleo que exhiben los socialistas –cada vez más familias no llegan a fin de mes con los ingresos que tienen–, por ahí tiene las de ganar Feijóo.

Foto: EVA MÁÑEZ

Quizás por eso el planteamiento de la campaña se Sumar mira menos al pasado inmediato y más al futuro; menos presumir, y Yolanda Díaz como ministra podría regalarse, y más prometer. Porque por mucho que presumas de buena gestión al frente del Ministerio de Trabajo, hay todavía 2,69 millones de parados registrados y millones de empleados cuyo sueldo no les da para llegar a fin de mes.

En cuanto a los programas electorales de los partidos, ocupan cientos de páginas y están llenos de generalidades pero también de cosas muy concretas. Nadie los va a leer pero sí se deberían consultar porque hay enormes diferencias entre unos y otros. Consultar con el buscador –Ctrl+F– 'qué hay de lo mío', que lo mío pueden ser becas, impuestos, plantas fotovoltaicas, sanidad pública, vivienda, bilingüismo… Estas cosas sí puede decantar el voto de una persona indecisa.

Por si a alguien le interesa, dejó aquí enlazados los programas de PSOE, PP, Vox y Sumar, con el añadido de Compromís, que en la Comunitat Valenciana se presenta en coalición con el partido de Yolanda Díaz. Ya le adelanto a mi amigo José Ramón Chirivella que el derecho civil valenciano solo aparece en el de Compromís pero, curiosamente, no en el de Sumar, con el que se presenta en coalición.

Foto: TOMÁS ALONSO/EP

En cuanto al otro clásico, la reforma del sistema de financiación autonómica (SFA) que está pendiente desde 2014, todos menos Vox lo llevan en su programa. Abascal propone recentralizar los servicios de sanidad, educación, justicia y seguridad, con lo que casi no haría falta sistema de financiación autonómica. Muerto el perro, se acabó la rabia. Aún así, se olvida de recentralizar los servicios sociales y la dependencia, como si nuestros mayores no tuvieran derecho a volver al pasado.

Los demás tampoco inspiran mucha confianza. Sánchez promete impulsar la aprobación de la reforma del SFA "en el plazo máximo de un año" –a Baldoví le prometió, a cambio de su voto, que "en ocho meses", y han pasado tres años y medio–; y Feijóo, que lo tendría más fácil si ganara porque gobernará en casi todas las CCAA afectadas, promete acordarlo con ellas sin poner fecha. Ninguno de los dos partidos que aspiran a gobernar hablan, sin embargo, de ese fondo de nivelación que paliaría el problema a corto plazo.

Salvo la extravagancia de Vox, suena todo a más de lo mismo, a que habrá otras prioridades. Mejor fijarse en otras promesas más creíbles.

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