entrevista al alcalde de alicante

Luis Barcala: "Me gustaría que las diez hogueras especiales las construyeran alicantinos"

17/06/2023 - 

ALICANTE. La fiesta de Fogueres de 2022 fueron las del ‘reencuentro’ tras la pandemia y se desbordaron todas las previsiones con un millón de personas en la ciudad de Alicante y un impacto económico de  unos doscientos millones. Las expectativas están altas este año, que caen en fin de semana. «Es uno de los motores de  desarrollo económico, comercial y turístico de Alicante», afirma el alcalde, Luis Barcala.

— La respuesta del público fue masiva en la última fiesta de Fogueres. ¿Qué impacto tuvo tanta asistencia el año pasado? ¿Qué previsiones tienen este año?

— La expectación y la gran asistencia de público que generaron los actos previos hacían presagiar que fueran unas fiestas de récord, máxime teniendo en cuenta que eran las del ‘reencuentro’. Esas expectativas se cumplieron con creces. Alicante se desbordó de visitantes. Fuimos el centro de la atención nacional. Todo ello supuso un impacto económico cercano a los doscientos millones de euros y que Alicante pasara a ser una ciudad con más de un millón de personas. Esto, viniendo de dos años sin fiesta, trajo un revulsivo para distintos sectores económicos a los que ayudaron a reflotar.

—Han sido momentos difíciles con la pandemia y ahora con la inflación, pero han crecido todas las subvenciones a los colectivos festeros: constructores, comisiones y barracas, etcétera. ¿Han sido suficientes las ayudas implementadas por el Ayuntamiento?

— Siempre se dirá que nos podíamos haber estirado un poquito más. Lo que sí es cierto es que las ayudas a las comisiones de hogueras y barracas han experimentado un  notable aumento en los dos últimos años. Del total de 403.400 euros destinados en 2020 a las comisiones de hogueras adultas e infantiles, se ha pasado a los 716.000 de este año, para la construcción, almacenamiento, restauración, plantà y cremà de los monumentos. A esta cifra hay que sumar las destinadas a las barracas, el incremento de un 20% total de los presupuestos destinados a las hogueras oficiales, y una mayor dotación para mascletàs, castillos de fuegos artificiales y la palmera de la noche de San Juan. Son claros ejemplos de que el Ayuntamiento continuará apoyando a la fiesta oficial, tal y como es nuestro compromiso. Lo hacemos convencidos y en reconocimiento a que contribuyen, como uno de los motores económicos que son, al desarrollo económico, comercial y turístico de Alicante.

— ¿Qué valoración hace de la Ordenanza de Fiestas, un año después de su aplicación? ¿Ha servido para solventar los problemas burocráticos?

— Fogueres 2022 supusieron el primer banco de pruebas. Aun con la celeridad con la que se tuvo que aplicar, tuvo una buena acogida por los foguerers y barraquers. Fueron conscientes de que conllevaba un cambio, en algunos casos importantes, pero lo que primó fue el bienestar colectivo. Hay que recordar que, como fiesta oficial, debe ser la primera en garantizar la seguridad general de la ciudadanía, la convivencia vecinal y el respeto al entorno. Cumpliendo esas tres premisas, la fiesta de Fogueres se seguirá afianzando como un factor determinante para el crecimiento cultural, la cohesión social y la riqueza económica de Alicante. Si hay que solventar más trámites por el bien general, hay que ser rigurosos en ese sentido.

— El principal obstáculo que argumenta la Federació de Fogueres en la gestión de la fiesta es su estructura, que la presidenta define como «anacrónica». ¿Faltan manos y sobra burocracia? ¿Cuál es su opinión?

— No es cuestión de manos o burocracia. Lo que sí ocurre es que la fiesta ha crecido a niveles extraordinarios. No es la fiesta de los años ochenta, sin ir más lejos, pero el sistema organizativo sigue siendo similar, aunque hayan discurrido cuarenta años. Quienes organizan la fiesta, aun con la subvención municipal de 420.000 euros aprobada gracias a una modificación de crédito, son personas aficionadas, que no reciben emolumentos por esa tarea. Se dedican a Fogueres en sus ratos libres y, si en anteriores décadas se podían compatibilizar ambas tareas, ahora exigen una dedicación casi exclusiva. No creo que ande desencaminada Martín-Zarco con esas afirmaciones.

— La mayoría de los constructores que plantan en categoría Especial no son alicantinos. ¿Cree que se puede llevar a cabo alguna iniciativa desde el consistorio para promocionar al constructor local?

— Cierto es. Javier Gómez Morollón es el único alicantino en la máxima categoría. Pero en este asunto poco puede hacer el Ayuntamiento. Son las comisiones las que contratan a los artistas y en ese asunto no debemos interferir. En Alicante hay buenos y constrastados constructores de hogueras: solo hay que darles oportunidades de demostrarlo, pero, insisto, no es una cuestión que competa al Ayuntamiento. Por supuesto que me gustaría que las diez especiales de este año las construyeran alicantinos.

— Del mismo modo, ¿se podría llevar a cabo alguna iniciativa para desarrollar nuevos estilos más experimentales, llamando así la atención de nuevos artistas al sector? ¿Quizá una hoguera oficial experimental?

— La experiencia de la hoguera experimental, que en su día avaló la Diputación Provincial, tuvo su momento y, aunque algunas comisiones siguen esa línea y la Federació distingue a las hogueras más innovadoras, no creo que deba ser el caso del Ayuntamiento. Algunas funciones de las hogueras oficiales son servir como reclamo promocional y turístico, así como homenajear a personajes representativos de la fiesta. Si se optara por una hoguera oficial experimental, no se acabaría de entender.

— Pregunta obligada: ¿mascletàs en Luceros?

— Por supuesto que sí. Las mascletàs son en la plaza de los Luceros y este es el lugar óptimo para el disparo, siempre respetando las medidas de seguridad para proteger la fuente. No se conciben en otro lugar. Se ha ido viendo con el ciclo Pólvora tot l’any, que organiza con acierto la Federació. Es una loable iniciativa, con éxito de público, que el resto del año estén repartidas por la ciudad, y asegura que Alicante tenga pólvora en todos los rincones, pero es cierto que se echa de menos el ambiente que se respira en la plaza de los Luceros. Además, y desde el punto de vista de los pirotécnicos, el disparo de la mascletà en ese perímetro circular les permite un mayor lucimiento. ¿Mascletàs en Luceros? Sí, con rotundidad.

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