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resaca política del pleno sobre el estado de la ciudad

Los 'tiros en el pie' del tripartito de Alicante

18/10/2016 - 

ALICANTE. El tripartito de Alicante hace autocrítica y se pone deberes tres días después de que el pleno sobre el estado de la ciudad evidenciase sus diferencias internas. Fuentes del equipo de Gobierno consultadas por Alicante Plaza admiten que el desarrollo de la sesión no proporcionó precisamente los beneficios esperados ante la opinión pública, aunque subrayan que tampoco se vio una oposición propositiva que ejerciese un papel más allá de la esperable labor de crítica. 

El error de base fue de estrategia. Y de comunicación interna. Las fuentes consultadas insisten en que la renuncia del alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE), a su doble turno de intervención cogió a contrapié a los tres socios, que confiaban en que el primer edil iba a aportar una visión de conjunto, de posición de gobierno, y que, en consecuencia, habían planteado cada una de sus intervenciones en el pleno para resaltar, después, la labor desarrollada en las áreas bajo la órbita de cada uno de los tres partidos.

Las mismas fuentes apuntaron que podían entender las explicaciones que el primer edil facilitó el viernes para justificar su silencio (su entorno comunicó que no había considerado oportuno intervenir porque cada portavoz ya había defendido la labor de cada grupo y que la oposición no había planteado propuestas para abrir el debate). Al menos, por lo que respecta al turno de cierre. Pero no sucede igual con el turno de apertura, en el que los socios esperaban que el alcalde fijase una posición común, de modelo de ciudad y de proyecto de gobernanza.

¿Existe un problema de comunicación interna? Los representantes del tripartito consultados consideran que sí; que es especialmente acusado entre sus principales líderes; y que esa incomunicación además genera ruido. Un ruido acentuado por interpretaciones desbocadas que, a la postre, impide que se visualice todo el trabajo que sí se está haciendo desde el conjunto de las concejalías. Se están sentando las bases del nuevo Plan General; se están comenzando a cerrar debates como el de la libertad comercial; se están completando los equipos para elaborar el Plan Estratégico de Ciudad, desde el fomento de la participación; se han conseguido fondos externos como la aportación de 11 millones de la Unión Europea para el proyecto de reurbanización de entre castillos (la conocida EDUSI)... Trabajo real, subrayan, pese a las limitaciones económicas y de personal que todos consideran innegables, con un ayuntamiento literalmente intervenido y sin posibilidad de ampliar plantillas (sólo se contempla posibilidad de reposición de plazas para Policía, Bomberos y para Acción Social, de manera muy justificada).

En el equipo de Gobierno se considera clave asumir que se tiene que tomar decisiones aunque conlleven desgaste   

¿Cuáles son los pasos que se deberían seguir a partir de ahora? En primer lugar, solucionar esos problemas de comunicación, anteponiendo el papel institucional a los egos y a las diferencias ideológicas. Y, en segundo término, mirar al futuro, asumir que se tienen responsabilidades de gobierno (o lo que es lo mismo, que ya no se es oposición) y tomar las decisiones que se tienen que tomar aunque se trate de asuntos complejos que puedan conllevar un desgaste.

¿Sobrevivirá el acuerdo de gobierno? Todo parece indicar que existe la voluntad de que así sea. El acuerdo es para cuatro años y se mantendrá salvo que alguien se desvíe. Las fuentes consultadas reconocen que tienen la difícil papeleta de demostrar que el gobierno del cambio es posible y que funciona. Todos por separado se juegan su credibilidad en ello. En esta línea, subrayan que se están dando pasos clave y que se está apostando por la ética en lugar de por la aritmética, en contra de lo que ha hecho el PP en otras instituciones como la Diputación, donde siguen apoyándose en el exdiputado de Ciudadanos, Fernando Sepulcre. De hecho, el alcalde confirmó este lunes que no pensaba negociar los presupuestos con los no adscritos y que su intención era negociar su aprobación con C's. Falta por ver cómo se articula esa negociación.

Mientras, el PP abundó este lunes en las críticas por el silencio del alcalde que consideró "lamentable", tras acusarle de no ser capaz de "defender su propia gestión ante los alicantinos" y de "no tolerar la más mínima crítica". Su portavoz municipal, Luis Barcala, recriminó además al primer edil que tuviese un pacto con C's para aprobar los presupuestos y conminó a ambas partes a "informar de sus negociaciones".

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