ALICANTE. Las lluvias de los últimos días, que se prevé que se prolonguen aún durante la próxima semana, han disparado el optimismo de los regantes alicantinos y murcianos. No tanto por su impacto en la reserva hidrográfica de la cuenca del Segura, que sigue bajo mínimos (255 hectómetros, el 22,37% de la capacidad), sino porque han logrado aumentar de forma exponencial el agua embalsada en la cabecera del Tajo. Tanto, que según los datos oficiales de la Confederación, este martes Entrepeñas y Buendía almacenaban en conjunto prácticamente 400 hectómetros cúbicos. O lo que es lo mismo: el umbral que permite realizar trasvases al Segura.
Durante años, la ley del trasvase fijaba en 240 hectómetros el límite a partir del cual no se podía enviar agua del Tajo al Segura. Sin embargo, tras la conocida como 'guerra del agua', las comunidades autónomas implicadas (Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Murcia y la Comunitat) firmaron en 2013 junto con el Ministerio un memorando que elevaba de año en año ese umbral hasta establecerse en 2018 en los 400 hectómetros. Este nuevo límite entró en vigor el pasado 1 de enero, cuando en cualquier caso el nivel de agua embalsada en la cabecera del río no permitía ya trasvases a Murcia y Alicante. De hecho, la última transferencia se registró en mayo de 2017, hace casi un año.
Ahora los regantes del Segura vuelven a ver con optimismo la posibilidad de un trasvase, tras meses en los que parecía totalmente descartado. Las lluvias del final del invierno han recargado la reserva hidráulica del Tajo: 6.700 hectómetros, al 61% de su capacidad, con un incremento de más de 900 hectómetros en la última semana (más de un 8%), y Entrepeñas y Buendía prácticamente alcanzan el nivel que permite realizar transferencias. El primero almacenaba el martes 167 hectómetros, tras recargarse un 5% en la última semana. El segundo llegaba a los 232 con un incremento del 3%. Es decir, entre los dos pantanos sumaban la noche del martes 399 hectómetros.
La previsión de que las lluvias continúen durante la primera semana de la primavera, y el hecho de que aún no haya comenzado el deshielo, no hacen sino vaticinar que la situación mejorará aún más en el corto plazo y se superarán ampliamente los 400 hectómetros en lo que queda del mes de marzo. De esta forma, el vicepresidente del Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), José Andújar, espera que "en la primera semana de abril se reúna la junta de explotación, ya que por fin tendrá agua suficiente para poder trasvasar". En este sentido, los cálculos de los regantes apuntan a que a finales de marzo la reserva conjunta de Entrepeñas y Buendía puede estar en torno a los 470 hectómetros.
"Todo lo que se acumule por encima de los 400 hectómetros es trasvasable", según el memorando. De esta forma, "la junta se suele reunir a principios de mes cuando hay agua que trasvasar", escenario que es el que se abre ahora para la primera semana de abril. "Lo normal es que se apruebe un trasvase de 20 hectómetros cúbicos, del que una parte va a garantizar el suministro urbano, y unos 11 o 12 hectómetros para regadío". Si finalmente este envío se produce en abril, como todo indica que sucederá, "será el primero en casi un año, desde mayo de 2017", destaca Andújar. "Y ahí hemos estado aguantando". Los regantes tienen previsto acudir el lunes que viene a Alicante, donde la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, participa en un acto, para "recordarle que sea igual de escrupulosa en la aplicación de la ley ahora que se puede trasvasar".
La situación que afrontan los regantes de Murcia y Alicante en el inicio de la primavera es radicalmente distinta a la que vivían a mitad de invierno. Hace solo dos semanas, una nutrida representación del campo murciano y alicantino se desplazó a Madrid para pedir en una multitudinaria manifestación una solución duradera a sus problemas de sequía estructural. El pasado viernes, los tres principales partidos en la Diputación de Alicante (PP, PSPV y Compromís) alcanzaban un acuerdo histórico para apoyar juntos una propuesta técnica de solución a la sequía en la provincia: una batería de medidas que incluye la desalación, pero también el Tajo-Segura.
Según un informe de la Cámara de Comercio de Alicante, del trasvase Tajo-Segura dependen 26.000 regantes de Alicante, 19 millones de árboles frutales, 57.000 hectáreas de cultivo, 18.500 empleos directos y 7.500 puestos de trabajo en otros sectores. El valor de las exportaciones de productos agrícolas y hortofrutícolas de la provincia supera los 950 millones de euros, lo que representa el 26% de las exportaciones alicantinas. Si bien el problema del agua afecta a toda la provincia, lo sufre especialmente la Vega Baja, que representa el 50% de la renta agraria de Alicante. Algunas empresas del sector, como publicó este diario, han alquilado parcelas en zonas de Andalucía para poder sacar adelante las cosechas de otoño, ante la falta de agua en la provincia.