acuamed pide aclaraciones a la castellonense y a fcc por sus bajas

La UTE de Facsa presenta la mejor oferta para operar la desaladora de Mutxamel: 2,14 millones

15/09/2018 - 

ALICANTE. La UTE formada por la firma madrileña GS Inima Environment y la castellonense Facsa ha presentado la mejor oferta económica para hacerse con la explotación de la desaladora de Mutxamel, la última gran obra del Plan AGUA de Zapatero que sigue parada en la provincia de Alicante (descontado el trasvase Júcar-Vinalopó). Según la plica a la que ha tenido acceso este diario, la UTE de Facsa oferta 2,14 millones de euros por el contrato para dos años, que salió a licitación por 3,3 millones. Es decir, un 35% menos.

La sociedad estatal Acuamed, propietaria de la planta, ha pedido aclaraciones a la UTE por la fuerte rebaja sobre el precio de licitación, y ha procedido de igual manera con FCC Aqualia, que oferta 2,63 millones de euros. Cinco licitadores han pasado el corte del concurso, después de que se descartase en una primera fase la oferta de Acciona, en UTE con Cadagua; curiosamente, la empresa que explota las dos desaladoras de Alicante. Así, además de la UTE de Facsa y FCC, Acuamed analiza las ofertas de Pavagua (2,77 millones), Suez Treatment Solutions (3,03 millones) y Valoriza-Sacyr (3,13 millones), tal como adelantó Alicante Plaza a finales de agosto.

La oferta económica aporta el 80% de la puntuación final, por lo que si las explicaciones de la UTE GS Inima-Facsa convencen a los técnicos de Acuamed (la firma tendrá que demostrar que la baja que oferta es factible), parte en clara ventaja para adjudicarse finalmente la operativa de la desaladora. Tal como publicó este diario, la intención de Acuamed es poner en marcha la infraestructura en enero de 2019, cuando vence el actual contrato de explotación, que se suspendió el año pasado.

Vista área de la planta de Mutxamel, parada desde 2017. Foto: SORIGUÉ

El futuro adjudicatario tendrá que encargarse de los servicios de operación y mantenimiento de las instalaciones correspondientes a la desaladora de Mutxamel y su red de distribución, con la finalidad de entregar el agua producida en los puntos de entronque a las redes municipales. La desaladora generó 4,1 hectómetros cúbicos en el año 2015, el primero de los que estuvo en funcionamiento, y otros 6,6 hectómetros cúbicos en 2016. Desde 2017 no ha estado en funcionamiento. 

Las obras de un embalse de regulación pendiente, valoradas en medio millón de euros, se adjudicaron este mismo año y están en ejecución en estos momentos, según se indica en la memoria del proyecto para poner en marcha la planta. Como ha contado este diario, la producción de la planta de Mutxamel en 2019, cuando entre en funcionamiento, se iba a incorporar al caudal total que debían percibir los usuarios del Júcar-Vinalopó, junto al agua enviada desde la toma del azud de la Marquesa, en Cullera. El convenio, que abría las puertas a otras soluciones sin concretarlas (aunque los regantes siempre han aspirado a recibirla de Alarcón), se iba a firmar este verano, pero el cambio de Gobierno con la moción de censura de mayo lo ha vuelto a dejar en el aire.

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