El president de la Generalitat, Carlos Mazón, tras su toma de posesión, ante la mirada del alcalde de Alicante, Luis Barcala. Foto: KIKE TABERNERALICANTE. Primer gesto político del nuevo president de la Generalitat con Alicante. El popular Carlos Mazón girará este próximo lunes su primera visita institucional a un ayuntamiento de la Comunitat tras ser investido jefe del Consell en lo que supone un guiño a su ciudad natal, en la que ejerció como concejal -al margen de como presidente de la Diputación- durante el pasado mandato, con el que se pretendería escenificar su interés por procurarle la atención requerida desde el gobierno autonómico.
En principio, según fuentes consultadas, se trata solo de una visita protocolaria, en la que está prevista su firma en el libro de honor del Ayuntamiento, sin que su presencia conlleve el desarrollo de una reunión de trabajo formal para afrontar necesidades o proyectos pendientes de ejecución que quedan bajo competencia de la Generalitat. No obstante, todo permite indicar que, en su encuentro con el alcalde, Luis Barcala, y con el conjunto de los concejales del equipo de gobierno (también se ha programado una suerte de recepción con el conjunto de la corporación), se abordarán casi de forma inevitable el estado de algunas dotaciones e infraestructuras arrastradas desde las legislaturas precedentes.
La lista de actuaciones es de sobra conocida: desde los tres centros de salud de Garbinet (ya adjudicado y en fase de inicio de obra, aunque todavía sin trabajos visibles), La Torreta y La Condomina, además de otros dos nuevos en San Gabriel y el PAU 5; hasta el nuevo centro para el CEIP La Almadraba; una solución para los conservatorios de música y danza (el PP prometió una Ciudad de la Música en los edificios públicos de las harineras de Benalúa en su programa electoral); o la ampliación de la red de tranvía, más allá de la construcción de la estación de Renfe, ahora en fase de contratación, por ejemplo.
Lo cierto es que el mismo Barcala también ha anticipado ya parte de esas cuestiones como primeras demandas de la ciudad a plantear al nuevo titular de la Generalitat. Entre ellas, el primer edil puso especial énfasis en los centros de salud, tras insistir en que el Consell del Botànic no llegó a ejecutar ninguno de los comprometidos después de agotar un ciclo de ocho años.
De igual modo, en ese encuentro también podría plantearse la posible implicación de la Generalitat en la construcción del centro de congresos promovido de forma conjunta por la Diputación y el Ayuntamiento en terrenos del Puerto de Alicante bajo la etapa de Mazón como dirigente de la institución provincial.
No obstante, está por ver si la visita protocolaria se hace coincidir con algún compromiso concreto respecto a esas actuaciones, o sobre cualquier otra intervención autonómica relativa a otro asunto, que permita equilibrar el apoyo autonómico a la segunda ciudad de la Comunitat. Hasta ahora, lo cierto es que Alicante no ha tenido excesivo protagonismo en las primeras decisiones adoptadas por el nuevo Consell por lo que respecta al nombramiento de los principales puestos de responsabilidad que configuran su organigrama, más allá de la figura del mismo Mazón y de la elección de José Antonio Rovira como conseller de Educación (en realidad, nacido en San Vicente del Raspeig, aunque residente en Alicante, donde ejerce como secretario general en la agrupación local del PP). Al margen de esos dos responsables centrales, figuraría la designación de la jefa de Servicio de Turismo del Ayuntamiento de Alicante, Elena Lumbreras, como nueva subsecretaria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, o del nuevo director del Medio Natural Animal, Raúl Mérida (en ambos casos, por su perfil técnico, que no político), así como la del secretario autonómico de Justicia, Eduardo Ruiz (en este caso, por la cuota de Vox).
