por amor al arte / OPINIÓN

Fernando Simón

2/02/2020 - 

La ansiedad y confusión mental genovesa se traslada velozmente a los centros de resistencia anti-rojo-gubernamentales como Madrid D.F. o el Ayuntamiento de Alicante. Aquí no necesitamos contratar a Miguel Ángel Rodríguez, MAR. Porque le tenemos a él: Luis Barcala. Capaz, en menos de una semana, de soliviantar a los vecinos del centro, a funcionarios, a Salvem el Nostre Patrimoni, saldar cuentas del pasado con el patrón Enrique Ortiz…Y eso sí, asegurarse ¡tan-ta-tachán! con el pecado inmortal de un pacto impresentable con la extrema derecha, los presupuestos para la legislatura entera. Y la errática colaboración de la simpática titubeante y sorpresiva política de C’s, creadora de abismos, fisuras y desencuentros. Votos cruzados y contradictorios en cuestiones “culturales y esencialistas”. Como el veto parental. Que el socialista Toni Francés anuncia trasladar a la Diputación. Paco Sanguino pone la luz, Natxo Bellido trellat y Xavier López impuls. Regreso al futuro. Una pintada del 74: Parlem Valencià.

Ladies and Gentlemen: queda solemnemente inaugurado el “periodo de transición”. El desencanto ha abatido a media Europa. Good Bye. Aquí tenemos la España eterna, ojerosa y cabreada disparando contra “las sucias manos y los marxistas deseos y apetitos sexuales” del rojerío en el poder. Con el viento de las encuestas a favor. Y el del dinero. Ana Botín ha declarado que confía en la coalición de gobierno y que “la economía es ahora más sólida”. Qué calvario. Ninguna de las derechas -a excepción del PNV- puede -grrrr- aceptarlo. Vox arrastra monte arriba, al resto del ala política y mediática conservadora. Que incendia, torrencial y por su orden, muy al estilo vaticanista Steve Banon, a los empresarios agricultores, a los enormes negocios de la salud y de la enseñanza privada. Y, esto toca hueso: las instituciones. Este ataque trabucaire lleno de irracionalismo y rabia sume en una depresión postparto a la patria y fatría bien pensante. El fragor resta agilidad e inteligencia. Si perdemos el civismo, las buenas maneras y el sentido del humor -Ordeeeer, que aullaría John Bercow- nos quedamos en los huesos.  Aquí tocaría citar a Oscar Wilde. Ya no hay pijos como los de antes.

Isabel Bonig convoca en el Ateneo de València una reunión parlamentaria para anegar con el lodo de l’Albufera a sus compañeros y entrañables enemigos internos. González Pons pierde brillo en la proximidad. Justo lo contrario de esa estrella fulgurante de moda- si escuchas esto eres Romeo, soy Julieta, see you later alligator- anti todo es Cayetana Álvarez de Toledo. A uno, que es fenicio i més casolà, le gusta más el estilo y la clase de García Margallo, nuestro Hamlet que recita ante el cráneo de su libro: ”centro, más centro”. Carlos Mazón hace gestos en su meteórico acercamiento hacia el Consell. Adrián Ballester se doctoró el viernes en comunicación por la Universidad de Navarra. Revuelta de barones populares y socialistas contra la no devolución del IVA Montoro. Todo se solucionará en la visita a la nostra terra el próximo domingo de la super Inés Arrimadas. El botón del pánico: Camps, obispos y curas, empresarios y reos citados a declarar en plena ofrena de flors por la visita del Papa Benedicto XVI a aquella València imperial. En la que se podía mear y verse en pantallas gigantes a la vez. Roguemos a la Mare del Remei por el alma, el Cordero Místico de Van Eyck de los Cotino. Sonría, por favor. Be could, be happy.

Un servidor no se resigna al fundido a negro, al guerracivilismo guerrillero de la caspa radioactiva. Por eso, me encanta que una Robin Hood robe un cargamento de satisfyer, riegue de sonrisas y cure de varices a media Callosa. Qué maravilla. Amén. Vamos a morir todos de placer low cost.  Som el que som. Más pasta para más fiestas. Importemos el bou embolat. En un el subidón de una mascletà hundiremos la plaza. Pero sobrevivirá para siempre la fuente Charles Heston de Banyuls. Deconstruyamos el litoral. No, no, nos crisparán…

¡Estefaníaaaaa...! Hasta los aviones se han quedado suspendidos ni respiración. Un servidor sale del bunker del camping de Agua Amarga con la mascarilla y el mono de aislamiento y percibe en la profunda oscuridad la luz intermitente de la linterna de Ximo Puig que se atisba desde su vivac en la montaña. Ni los mosquitos, ni la princesa Leonor, ni Greta Thunberg ®, ni Pedro Almodóvar. Mónica Oltra es lo más: ha vuelto a parar a Gabriela Bravo. Por los flecos.  Hay que escribir que la pedrada también ha ido dirigida a Vicent Marzà. El procesamiento de Pere Fuset despeja el camino de Oltra al ajuntament del cap i casal. Perdonen las molestias: estamos de pre-congreso mortal de Compromís. Menos mal -“Somos polvo de estrella pensante”- que tenemos ejercicios espirituales en Xàbia- Dénia la semana que viene. El obispo Rubén Martínez Dalmau -exultante acompañando al vicepresidente Pablo Iglesias- oficiará con el evangelio de Eduald Carbonell.  ‘Hazte humano’. Y devolverá la sensatez al personal.  Vicente Boluda vuelve a la Junta del Puerto de València. El president de la Generalitat Valenciana sabe que el verdadero reto es la financiación.

La vida y la muerte en un restaurante chino arriba del pico Espadán. Inma De la Concepción quiere ir al teatro. Las niñas, exultantes, se salen. Quieren volar. Mi nunca bien pagado ni ponderado Herr Direktor Miquel González interrumpe la escritura. Le leo. Excelente. Silencio. Me llama, se arrepiente. Y cuelga. Brota agua blanca en las trincheras. Me lanzo al pozo hondo y salgo, deslumbrado, como un personaje brutal de Watchmen. El cielo negrea. Llega el olor a azahar. Perdido en los pinos siento paz. Me acuesto. Miro. Cuento estrellas.

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