ELDA (EFE).- La escritora Elia Barceló ha manifestado que las mujeres tienen "casi la obligación de buscar" su "libertad" y "de luchar y chillar todo lo que haga falta" para que no se les "considere una minoría", y ha subrayado que, aunque se ha progresado en el tema de la igualdad, hay que estar "vigilantes" para conservar lo alcanzado hasta ahora en esa materia y "no dormirse en los laureles".
Barceló ha hecho estas declaraciones en una entrevista telefónica con EFE con motivo de la publicación del tercer volumen de una serie literaria de misterio ambientada en el Mediterráneo, que este jueves sale a la venta y cuya presentación oficial tendrá lugar mañana, viernes, en su ciudad natal, Elda, en un evento que se celebrará en el Teatro Castelar conducido por la periodista Pepa Blanes y en el que intervendrá también el editor literario Gonzalo Albert.
'La soga de cristal' (Roca Editorial) es la tercera entrega de un total de cuatro novelas del género negro que forman parte de esta saga localizada en un antiguo balneario y sanatorio, y que ha cautivado a más de 500.000 lectores. Cada libro transcurre en una estación del año y la serie se inició con 'Muerte en Santa Rita' (2022) y prosiguió con 'Amores que matan' (2023), ambas obras publicadas por la misma editorial.
Si en 'Muerte en Santa Rita', que tiene lugar en primavera, Barceló quiso rendir homenaje a Agatha Christie y en Amores que matan, ambientada en verano, al popular inspector televisivo Colombo, en 'La soga de cristal', que se desarrolla en otoño y empieza con el Día de los Difuntos, aparecen guiños a clásicos del suspense como Patricia Highsmith y Daphne du Maurier.
"Me planteé desde el principio de esta serie que en cada una de las novelas iba a tratar como tema central de una de las cosas que tradicionalmente se les ha hecho a las mujeres: el chantaje emocional, la estafa vital, la violencia sexual...", ha mencionado.
En esta tercera entrega "quería abordar la manipulación de las religiones y de las sectas a lo largo de la historia sobre las mujeres", en la que se pretende convencerlas de que "tienen la culpa de todo, de que son seres imperfectos, pecaminosos, y que se sientan culpables siempre" para "tenerlas sujetas, subyugadas", ha expuesto Barceló.
Porque cuando "te sientes culpable, tienes la sensación de que debes compensar el daño que has hecho y entonces tienes que ser buena, dulce, amable, estar siempre ahí para todo el mundo", ha señalado.
Ante esa situación, hay que buscar una liberación, ha remarcado Barceló, quien ha afirmado que suscribe "al cien por cien" la frase de Cervantes en Don Quijote: la libertad es el mayor bien del ser humano.
"Pienso que las mujeres tenemos casi la obligación de buscar nuestra libertad y de luchar y chillar todo lo que haga falta para que no se nos considere una minoría, siendo como somos la mitad o más de la población. Hemos progresado mucho, por eso en mis novelas de Santa Rita siempre pongo casos del pasado, voy una generación hacia atrás en cada novela para crear una especie de cámara de ecos para que el lector y la lectora vean cómo era (la situación) hace 50, 100, 150 años y perciban que sí se ha progresado, pero no bastante", ha declarado.
"Se ha progresado, pero hay que estar atenta y vigilante para que las nuevas generaciones de chicas y de chicos, sobre todo de chicas, no piensen que, como ya lo hemos conseguido todo, podemos dormirnos en los laureles", porque puede que "nos vuelvan a quitar derechos", ha advertido.
Barceló ha manifestado, por otra parte, que ahora lleva "una buena temporada leyendo sobre la pervivencia del dolor, de los traumas, del estrés a lo largo de varias generaciones", una cuestión que le fascina y le interesa. "Hay traumas potentes, como el de las víctimas del holocausto", que llegan a heredarse en las dos siguientes generaciones y pueden afectar "en el nivel genético", ha dicho.
Por ejemplo, las personas que heredan traumas terribles pueden llegar a nacer con "la incapacidad de creer en los demás, de confiar, de pensar que el mundo es un buen sitio, aunque los hayan tratado bien en su familia o en su infancia", ha comentado la escritora, para quien también otro factor que puede hacer mucho daño en el individuo es el silencio en las familias, el no hablar de ciertos temas.
Preguntada acerca de la cuarta y última entrega de la saga iniciada con 'Muerte en Santa Rita', la autora no ha querido revelar detalles. "Transcurre en invierno y lo que pretendo es que termine hacia la primavera y hacia la luz. Ya sé a quién es el homenaje. En esta cuarta novela iré a la generación origen, a los que fundaron Santa Rita y qué sucedió entonces para que todo el resto de las generaciones esté un poco tocado", porque "se heredan los pecados de los padres", ha indicado.
"No se suele tematizar porque a la gente no le gusta nada tener la sensación de que hay ciertas cosas que no controla. Si tú ya naces con traumas heredados, no tienes control sobre tu vida y eso no gusta", ha sentenciado.
La autora alicantina, que ya ha vendido más de 500.000 ejemplares, esconde en su nueva obra guiños a Patricia Highsmith y Daphne du Maurier
