ALICANTE. El próximo 21 de noviembre se presenta intenso en el juzgado de lo Mercantil número 1 de València. El juez ha señalado para ese día, en intervalos de una hora y a partir de las 10 de la mañana, hasta cuatro vistas orales para resolver el presunto incumplimiento del convenio de acreedores por el que ha sido denunciado la promotora Nou Temple. La razón es que el grupo lo forman tres empresas (Grupo Temple Obras, Proyectos y Desarrollos Urbanísticos S.L.U.; Promociones Nou Temple S.L.U.; y Temple Servicios Inmobiliarios S.L.U.), que fueron las que se declararon en concurso en 2008 y lograron que se aprobase en 2010 el convenio.
El juez, pese a que en el caso del concurso de acreedores sí unificó a las tres empresas en un solo procedimiento, no ha considerado oportuno ahora hacer lo mismo, de modo que el presunto incumplimiento de cada mercantil se verá por separado. A esas tres vistas, señaladas para las 10, las 11 y las 12 de la mañana, cabe sumar una cuarta, instada por los administradores concursales. Tal como adelantó Alicante Plaza en septiembre, estos denuncian que la promotora les adeuda varias mensualidades por el trabajo desarrollado durante la fase de convenio (desde que se presentó la propuesta hasta que fue aprobada), y que deben considerarse créditos contra la masa.
Según las diferentes providencias, el juez de lo Mercantil establece que el empresario Vicente Flames, propietario del grupo promotor, deberá acudir a las diferentes vistas para testificar, en tanto que representante legal de la empresa. Flames, como ha contado este diario, ya ha declarado como acusado en otra causa relacionada con la actividad de la promotora, en este caso por la vía penal, instada por los mismos acreedores que han forzado las vistas de incumplimiento del próximo día 21 (que denunciaron la supuesta despatrimonialización de la promotra). La mayoría de estos acreedores son autónomos y pequeñas empresas de la Marina Alta alicantina, que trabajaron como proveedores de Nou Temple en las promociones desarrolladas en la zona, y que denuncian que la promotora no ha cumplido el plan de pagos establecido.
El grupo Nou Temple subió como la espuma entre 2006 y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Con el exfutbolista del Valencia C.F. David Albelda como imagen publicitaria de sus residenciales, la promotora valenciana puso en marcha distintos proyectos en las tres provincias de la Comunitat Valenciana, en Tarragona y en Baleares. La declaración del concurso de acreedores, en junio de 2008, paralizó una treintena de promociones en marcha con más de 1.000 viviendas, que deberían haberse reanudado, según el convenio de acreedores, pero que nunca lo hicieron, según la denuncia.
La firma que preside Vicente Flames logró que los acreedores y el juez dieran el visto bueno a un convenio que suponía una quita del 50% y el pago del resto de la deuda, unos 80 millones de euros, en ocho años con dos de carencia. Un plazo que está a punto de vencer (han transcurrido siete años desde que se aprobó el plan por sentencia judicial) sin que, según estos acreedores, se esté cumpliendo el calendario. Tras la denuncia de las empresas alicantinas, el fondo de capital riesgo Aiqon Capital (que adquirió a CatalunyaCaixa un paquete de fallidos en 2014) se unió a la demanda.