entrevista con Josep Rural y Amelia Navarro, editores de Saxífono

“El cómic en Alicante no cuenta con el apoyo y reconocimiento de otras ciudades como València o Barcelona”

Recuerdo con mucho cariño aquellos días de verano que pasé en Angoulême juntos a Josep Rural y Amelia Navarro. Aquellos días en la capital del cómic europeo viendo sus imponentes murales, su Museo del Cómic junto al río Charente y percibiendo, como en pocos lugares, el cariño hacia el noveno arte. Ellos dibujaban y dibujaban, uno no podía sino quedarse abstraído por su calidad, por la exquisitez de su línea, eminentemente europea. El fin de semana pasado, su fanzine, Saxífono, fue ganador del Premio al Mejor Fanzine Saló del Cómic de Barcelona.

8/04/2019 - 

ALICANTE. Ahora acaban de editar su tercer número, aunque el premio se lo han entregado a su anterior entrega. La pasión que destilan estos dos jóvenes autores alicantinos cuando hablan de cómic e ilustración, embobaría a cualquier neófito en este fascinante mundo. El fanzine siempre ha sido una forma de autoedición para mostrar al público historietas que difícilmente podría entrar en una editorial convencional. La autoedición es la avenida más ancha de libertad creativa, hasta la llegada de Internet, de la que disponían los dibujantes e historietistas. Saxífono reúne a un buen puñado de buenas firmas de la ilustración y el cómic, aunque su nombre suene más cercano a Candy Dulfer que a Christophe Blain. “Tanto Amelia como yo somos seguidores de diferentes estilos musicales. Una vez viendo el cartel en el que tocaba un famoso saxofonista, Amelia tuvo un error de pronunciación y dijo Saxífono. Nos hizo gracia y nos pareció un nombre adecuado para una publicación conjunta de varios autores que respeta un poco el espíritu jazz de lo ecléctico y lo diferente unido en perfecta armonía y buen gusto”, comenta Josep.

Si hay un momento de inflexión en sus carreras, es la aparición de un pequeño evento de autoedición llamado Jam Plegat en Alicante. “Fue una experiencia muy positiva que reunió a muchos artistas y amantes del cómic. Puede que el Jam Plegat ya no exista, pero de allí nos han quedado muchos amigos”, recuerdan. Los festivales de autoedición son lugares de encuentro, donde las ideas fluyen. Saxífono, que es algo más que un fanzine, acaba de ganar en el salón más importante de España, pero antes de lograrlo, el fanzine pasó por varias fases. “El proceso de votaciones dispone de varias fases. La primera consiste en una votación popular en la que solo los profesionales del sector pueden votar las que consideran las mejores obras, las 5 más votadas formarán parte de los nominados”, aclaran. 

Aunque la segunda fase parece más complicada, el camino se estrecha. “Después de eso un jurado profesional valora las obras seleccionadas y eligen la que consideran que debe llevarse el premio en cada categoría”, debe ser emocionante saber que el gremio apoya tu obra. “En este caso consideraron que por el grafismo, la calidad de los autores y el buen gusto en el diseño debía llevárselo Saxífono. Pero la competencia era realmente potente, como es el caso de Altar Mutante”, remarcan. Además del prestigio, la visibilidad que proporciona el premio es un activo. “Gracias al premio sí que hemos notado que hemos ganado visibilidad y la simple nominación ya nos ha permitido el conocer gente interesante dentro del medio del cómic”, admiten con la humildad que siempre les ha caracterizado.

Regresando a la autoedición, quizás desconocida para el gran público, ahí es donde se encuentran las ideas embrionarias que luego se desarrollan en cómics o revistas. La autoedición a día de hoy es un camino de experimentación y en algunos casos cumple la función que antiguamente hacían las revistas. Ya que para los autores no existen formatos cortos donde poderse desarrollar estilísticamente o poder desarrollar historias cortas que de otra forma o formato no sería posible hacer”, señalan sobre un formato que parece resurgir, aunque nunca desapareció del todo

Tanto Josep como Amelia son alicantinos, y desde aquí han ido creando su estilo y personalidad. Es un orgullo la enorme cantera de la que dispone la ciudad, pero la salud del sector quizás no sea la mejor.  "Actualmente el cómic en Alicante no cuenta con el apoyo y reconocimiento que tiene en otras ciudades como València o Barcelona", admiten con tristeza. Las instituciones apoyan poco al sector, y da la sensación de que socialmente no hay demasiado interés”, rematan. Quizás habría más interés con más apoyo institucional, con todo, existen eventos que trabajar en la dinamización del sector a través de jornadas, charlas o firmas. “Unicomic sigue siendo el evento con mayor longevidad en estos momentos, además ahora tienen el soporte extra del aula de cómic, que es una iniciativa que creemos interesante y necesaria”, reconoce la pareja de autores.

Para este número cuentan con firmas de autores tan interesantes como Mikko, Álex López, Aimée de Jongh o la portada de Laura Pérez,  ahí es nada. Además de la participación de los propios editores. Y en el número anterior, recordemos que es por el que han ganado el premio, contaba con Cha, Pablo Vigo, Jorge Riera o el alicantino Joaquín Ladrón. Para Amelia y Josep debe ser una tarea ardua la selección de autores y piezas. “Siempre tenemos en cuenta el buen gusto de los autores que colaboran, para nosotros es muy importante que el grafismo tenga mucha autenticidad, por lo que tenemos en cuenta su gran calidad narrativa y pasión por el tebeo”, concretan.

"Cuando regresé de mi estancia estival en Angoulême, volví pensando en la suerte que tenían en el país vecino en comparación. Francia siempre verá a la cultura como un bien nacional. Hacen campañas de fomento a la lectura e incluso los propios autores cuentan con serios sindicatos que luchan por sus derechos. España tiene autores de gran nivel pero no suficientes lectores, reconocen con pesar de saber que aquí las cosas podían ir mejor.

Es difícil ponerle una etiqueta al fanzine, por ello al preguntarle a los editores de Saxífono dicen que “sería complicado, como intentar definir un estilo musical entre George Brassens y los Ramones. Pero si somos algo, es tebeo en estado puro”, sentencian con rotundidad.


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Escribe todos sus reportajes con viñetas, Jess Ruliffson cree en el cómic como medio para hacer periodismo. Su gran obra, Invisible Wounds, es lo que pretende. Tratar de acercar la figura de los veteranos de guerra no para juzgarlos, sino para comprenderlos. Es una colección de testimonios en primera persona de ex marines que aborda temas tan dispares como la homofobia, el suicidio y el estrés postraumático con un enfoque aséptico, pero con una fuerte carga emocional inevitable

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