UNA yesería almohade del siglo XIII QUE PUDO PERTENECER AL MACHO DEL CASTILLO original

El Castillo de Santa Bárbara exhibe sus últimos descubrimientos en 'Guardianes de piedra'

14/03/2024 - 

ALICANTE. La exposición Guardianes de piedra: Los castillos de Alicante arrancaba en 2015 con la idea de itinerar para divulgar el patrimonio histórico en cuanto a fortificaciones que existen en toda la provincia, un territorio que acumula más de 250 castillos. La muestra ha ido ya a numerosos municipios alicantinos y va a celebrar ahora su décimo quinta itinerancia alojándose, desde este viernes, 15 de marzo, a las 12 horas, en el Castillo de Santa Bárbara de Alicante.

“Es el mejor lugar posible para realizar una exposición sobre castillos”, apunta José Luis Menéndez, arqueólogo medievalista del MARQ y técnico de exposiciones del museo, quien actúa de comisario de esta exposición. Así, según explica, la idea partió de José Manuel Pérez Burgos, jefe del departamento de Patrimonio Integral del Ayuntamiento de Alicante. “Lo hablamos con la empresa Esatur, que es quien gestiona las actividades del castillo, y eso dio lugar a un acuerdo”, relata Menéndez.

Guardianes de piedra: Los castillos de Alicante regresa a la capital después de haber recorrido la provincia de una punta a la otra, tras su inauguración en el MARQ hace casi una década. Sin embargo, nunca había estado presente en la principal fortificación de la ciudad y, ahora, no solo se alojará en su emblemático castillo, donde estará hasta el 13 de octubre, sino que crece con un apartado dedicado a los últimos descubrimientos realizados en el mismo, narrando la restauración del Baluarte de la Mina del castillo de Santa Bárbara y mostrando lo encontrado en sus excavaciones arqueológicas.

El formato de la exposición está dispuesto en cajas de embalaje, como si la muestra estuviese en su propio proceso de montaje o desmontaje, aludiendo a su itinerancia. Cuenta con cinco bloques que, cuando se abren, muestran la información de esas fortificaciones. “No es posible enseñarlas todas, pero hemos podido abordar más de ochenta de toda la provincia”, destaca Menéndez. Cinco bloques que equivalen a cinco posibles rutas para, incluso, recorrer también presencialmente. “La idea es que la gente pueda aprovechar todo esto para ahondar de forma digital a través de códigos QR, donde ampliar esa información e incluso les motive a ir a visitarlos”, describe el comisario de la muestra.

Las fortalezas de la provincia en cinco bloques

Los bloques temáticos abordan, en primer lugar, las fortalezas de la Clau del Regne, en l’Alacanti. Uno de los baluartes más fuertes del reino de Aragón y su principal entrada para controlar posibles ofensivas castellanas por tierra o por mar en el siglo XIV. Después, los castillos de la frontera interior, centrada en el Valle del Vinalopó. Una línea de fronteras donde las coronas de Aragón y Castilla dispusieron de múltiples fortificaciones como los castillos de Sax, Villena o Biar. 

En otro bloque están los Castillos de la Montaña, representando a las comarcas de L’Alcoià-Comtat. Lugar de grandes residencias fortificadas de los señores feudales de comarcas ubicadas en el área central del Reino de Valencia. En el siguiente espacio se ubican, los Castillos de Tudmir, que hacen referencia a las fortificaciones existentes en la Vega Baja. En esta comarca se encuentran las fortificaciones de Orihuela, Callosa del Segura y Cox, entre otros. Por último, los castillos de la Frontera del Miedo, que se centra en las defensas de las Marinas de Alicante. Esta ruta recorre las murallas de ciudades como La Vila, Benidorm y Altea.

La memoria permanente

“La exposición muestra un contenido actualizado de las últimas investigaciones en cada una de esas fortificaciones, en los últimos treinta años, pero también motiva a la gente a visitar los castillos para que se haga sus propias preguntas y busque sus respuestas; será lo que cada uno quiera ver”, explica. Y es que los castillos son el archivo de la memoria de las ciudades. 

“Son la memoria más permanente que existe, porque casi todos los pueblos y ciudades se fundan alrededor de una fortificación de defensa, y la mayor parte son medievales”, destaca el arqueólogo. “Los castillos están en pleno proceso de puesta en valor por parte de la Diputación de Alicante, la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos, que están invirtiendo fondos europeos para revalorizar todo ese patrimonio y se genere mayor oferta turística y cultural, siempre desde el rigor y la documentación histórica”, apunta.

La exposición tiene un cajón extra que se ofrece al anfitrión para ubicar el contenido particular de su fortificación, para que aborde en él sus últimas investigaciones o descubrimientos. En el caso del Castillo de Santa Bárbara, se trataría del baluarte de la mina. “Las piezas y materiales que aparecieron durante las excavaciones arqueológicas que dieron lugar al descubrimiento, se mostrarán ahora por primera vez”, asegura, pasando a formar parte de este último bloque de la muestra, que ocupa una segunda sala.

Los tesoros del Baluarte de la Mina

El Baluarte de la Mina es una de las zonas del castillo que albergó uno de los capítulos de mayor relevancia en la historia de la ciudad. A principios del siglo XVIII, durante la Guerra de Sucesión entre Felipe V y el archiduque Carlos de Austria, la ciudad era objeto de lucha entre franceses (partidarios del Borbón) e ingleses (partidarios del archiduque). El 20 de abril se cumplirán 318 años del episodio bélico en el que los franceses hicieron explotar una mina para tomar la fortaleza

La detonación se llevó por delante a las tropas inglesas, pero también a varias familias que habitaban las casas que rodeaban el castillo y que quedaron sepultadas por la demolición. “Generó un gran destrozo; es un episodio conocido de la historia de Alicante y ha habido una investigación para poner ese patrimonio en valor”, destaca Menéndez.

El Baluarte de la Mina fue rehabilitado en 2022 por las concejalías de Cultura y Urbanismo, con trabajos de consolidación y restauración que contaron con unas excavaciones arqueológicas en las que salieron a la luz algunos tesoros. Entre esos objetos están unos botones de las casacas de las tropas que pelearon en la fortaleza aquel aciago día para los ingleses, así como restos de armamento y otros materiales descontextualizados. Ese es el caso de un fragmento de una yesería almohade del siglo XIII, decorada con pintura blanca.

“Podría pertenecer al macho del castillo en su era inicial y pudo ser ubicado como relleno de obra durante algún proceso de reforma de la fortificación siglos atrás”, describe el jefe de Patrimonio, Pérez Burgos.  “Se han restaurado ex profeso para esta exposición”, apunta el técnico. Unos objetos que invitan a trasladarse después al propio baluarte, que ahora es visitable. “Ese es uno de los proyectos patrimoniales más ambiciosos que se han desarrollado en los últimos tiempos en Alicante”, afirma Pérez Burgos.

El Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta

La parte alicantina de la exposición también anuncia un proyecto de futuro. El área de Patrimonio Integral del Ayuntamiento de Alicante, en convenio con la Diputación de Alicante, a través del MARQ y de su fundación, impulsan la puesta en marcha de un Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta, en la propia Torre Sarrió, en la playa de San Juan, para divulgar la historia y el valor de estas edificaciones defensivas que siembran la comarca de L’Alacantí y que son Bien de Interés Cultural (BIC). “Debe servir para explicar por qué se generaron ese conjunto tan extraordinario de torres, que es algo único, y que también sirva de base para arrancar las distintas rutas que el vecino o turista puede realizar para visitarlas, tanto a pie como en bicicleta”, apunta Menéndez.

Es un proyecto que viene trabajándose desde hace mucho tiempo. “Llevo investigando desde hace más de treinta años y ahora hemos conseguido unir fuerzas para poder sacarlo adelante”, confiesa Menéndez. “Ya tiene fondos europeos Next Generation y empezaremos a trabajar en breve, así que en un año o año y medio estará hecho y podrá ser visitado”, sentencia. Un plan que se anuncia y se explica en esta misma muestra. Estas torres, que servían para defender a la población que se diseminaba por la comarca, eran levantadas por la oligarquía municipal. Los propietarios de las huertas levantaban sus propias torres, siguiendo el modelo de las torres que veían en la ciudad, mimetizándose por la costa. “Era muy importante para proteger a los trabajadores y a las producciones que después se exportaban por la costa alicantina generando riqueza”, apunta el comisario de la exposición.

Con vocación de continuidad

Guardianes de piedra: Los castillos de Alicante, que acumula casi una década de trayectoria y tiene visos de continuidad, está diseñada por la prestigiosa Rocamora Diseño y Arquitectura y, en el año de su inauguración, logró el Premio Nacional de Arquitectura Efímera Emporia España, siendo el primero de los tres Emporia de Oro que ha conseguido el MARQ para sus exposiciones, todos ellos con la misma compañía. El último, este mismo año, para El legado de las dinastías Qin y Han, China. Los Guerreros de Xi'an, que recaló en el museo en 2023. “Ahora, el objetivo es seguir actualizando esta muestra con las últimas investigaciones que surjan, añadir nuevas fortificaciones al catálogo e incluso queremos que salga de la provincia para visitar otras ciudades”, describe Menéndez.

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