ALICANTE. El aeropuerto de Alicante-Elche ya sabe qué va a hacer con la terminal 2, cerrada desde que se puso en funcionamiento la ampliación en 2011. Según ha podido saber Alicante Plaza, la intención del aeropuerto que dirige Tomás Melgar es rediseñar el edificio, actualmente en desuso, para convertirlo en un espacio de oficinas. El propio Melgar deslizó esta idea en un encuentro con la prensa celebrado en diciembre, durante el cual hizo balance del pasado ejercicio, pero ahora el proyecto empieza a tomar forma.
En realidad, la terminal 2 no está completamente en desuso, sino que cuando se cerró al público comenzó a destinarse a aviación general (jets privados, avionetas...) y para servicios internos del aeropuerto. No obstante, la dirección de la terminal quiere ahora convertir este espacio en oficinas, tanto para uso propio como para destinarlas a alquiler. Una fórmula que permitiría liberar espacio en la nueva terminal, donde apenas quedan zonas por explotar. Una circunstancia a la que hay que sumar que el proyecto de ampliación de filtros de pasaportes restará aún más metros al área comercial del aeropuerto.
En un primer momento, la idea era convertir en oficinas la terminal 1, también cerrada, pero finalmente Aena se ha decantado por convertir en oficinas parte de la terminal 2, que coexistirán con los servicios de aviación general en el mismo edificio. Según el pliego de licitación, que se acaba de publicar, el ente del Ministerio de Fomento tiene previsto invertir 71.000 euros en las obras para adaptar el edificio a su nuevo uso. La T1, de esta manera, seguirá fuera de servicio al menos por el momento.
El proyecto pretende adaptar la parte de la T2 que no se usa en estos momentos para alquilarla como oficinas o centros de formación de compañías aéreas. Debido al crecimiento del aeropuerto son varias las empresas (arrendatarios de la parte comercial, aerolíneas, agentes de handling...) que necesitan más espacio para instalar sus oficinas, almacenes o centros de formación. Dada la escasez de espacios en la nueva terminal, estas necesidades se cubrirán con la adaptación de la terminal 2. La decisión de rediseñar este edificio y no la T1 obedece a las mayores posibilidades de aprovechar la ubicación (justo a continuación de la nueva terminal) y su distribución interior previa, así como por su buen estado de conservación, dado que la T2 se terminó de ejecutar en 2006, justo antes de comenzar con la ampliación.
El proyecto que ha sacado a licitación Aena contempla la creación de un hall común para que las empresas arrendatarias accedan a la planta primera, donde se ubicarán las oficinas o centros de formación. Esta nueva distribución implica un acondicionamiento de todas las instalaciones existente y la implementación de las mismas para abarcar todas las necesidades que se generen por este cambio de actividad.
Esta no es la única obra de reordenación de la actividad que lleva a cabo el aeropuerto en los últimos meses. Además de la ya citada ampliación del filtro de pasaportes para poder cumplir la normativa europea sobre velocidad de circulación de los pasajeros 'no Shengen', Melgar anunció en el citado encuentro la reordenación de la dársena de autobuses para evitar que se colapse en momentos punta del día, dado que la turoperación, cuya importancia para el sector había descendido, ha vuelto a repuntar. Asimismo, cabe recordar que, como publicó Alicante Plaza, el Ministerio de Fomento ya ha adjudicado las obras para duplicar los accesos por carretera a la terminal, a la UTE Becsa-FCC.
A pesar de que El Altet ha moderado su crecimiento, para pasar de los dos dígitos de los dos últimos ejercicios (16% en 2016 y 11% en 2017) a solo uno, la terminal alicantina sigue batiendo récords históricos de pasajeros, dado que el crecimiento se produce sobre su mejor dato hasta la fecha. Durante el primer cuatrimestre, El Altet rozó los 3,6 millones de pasajeros, un 2,5% más. El pasado mes de abril fue el primero en el que la terminal alicantina experimentó un retroceso interanual, de un ligero 0,5%, pero hay que tener en cuenta que la operativa de la Semana Santa tuvo lugar este año en su mayoría durante el mes de marzo. Para la temporada de verano que acaba de empezar, las aerolíneas que operan en Alicante ofertan un 3% más de asientos, con 11,5 millones de plazas.