Dentro del objetivo vital

5/11/2019 - 

El Elche alcanza el primer tercio del campeonato dentro de su meta vital. Sin más. En un tranquilo duodécimo puesto con 19 puntos. Más cerca del 'play-off' que del descenso. Y con una mejora de los números de la temporada pasada, que es el que yo considero el segundo objetivo del equipo. Si tengo que calificar estas 14 primeras jornadas con una nota, pongo un seis y medio. Aprobado.

A pesar de las limitaciones presupuestarias, la plantilla corta e inacabada y las constantes lesiones, pienso que este Elche tiene más potencial futbolístico del expuesto. Reitero, hay capacidad para ilusionarse con estar arriba. Hay aspectos positivos, como la eficacia realizadora, los notables registros como visitante y el espectacular nivel de Edgar Badia. Creo que nadie discute que el portero catalán es el franjiverde más destacado esta campaña. Su renovación puede considerarse el mejor 'fichaje' de Nico Rodríguez como director deportivo de la entidad del Martínez Valero.

Ahora bien, tener al guardameta con más paradas de Segunda también implica uno de los varios aspectos negativos. Que al conjunto de Pacheta le rematan demasiado. Menos mal que Edgar Badia ha ejercido de salvador en varios encuentros, con intervenciones que han otorgado puntos. Una clave para que el Elche esté entre las escuadras menos goleadas de la categoría.

Y al ser también uno de los equipos que menos remata de Segunda, menos mal que los franjiverdes han tenido un gran acierto cara a puerta. Con varios partidos en los que se ha adelantado en su primer lanzamiento claro. Una situación muy diferente al inicio del pasado campeonato, en el que necesitaba hacer muchas ocasiones para marcar.

Sin embargo, Pacheta se desgasta para que el Elche mejore en ataque. Para generar más a balón corrido. El equipo ilicitano está entre los menos goleadores de la división. De sus 15 tantos a favor, más de la mitad han llegado entre córners, faltas y penaltis. El balón parado, vamos. El recurso de los ‘pobres’, como califican algunos. Porque debe ser eso, un recurso, ni mucho menos la vía principal para hacer gol. 

Y qué comentar de los resultados en el Martínez Valero. De los peores en Segunda en este siglo. Hay que poner un asterisco por el maltrecho estado del césped, que dificulta el modelo de juego implantado por Pacheta. Pero hay límites. Dos victorias en siete partidos en casa. Menos mal que llegó la victoria contra el Mirandés (4-2), aunque con la ayuda de tres penaltis. Ojalá suponga el inicio de una buena racha como local. Puede marcar la diferencia entre soñar, estar en tierra de nadie y luchar en la zona baja.

El Elche ha mostrado diferencias en su juego respecto al pasado curso. Menos bonito y emocionante, pero más productivo. Ahí están los datos y la clasificación. Sin embargo, la competición sigue su desarrollo y tiene la obligación de mejorar.

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