tribuna libre / OPINIÓN

De cómo Milei se declara anarquista

Foto: A. PÉREZ MECA/EP
22/05/2024 - 

Acabo de terminar mi próximo libro que publicará Anaya: El peronismo explicado para europeos. Argentina de Perón a Milei, que me ha servido en estos dos últimos años para leer libros, consultar archivos, y escribir una interpretación de lo que significó el peronismo, sus sucesores e influencia en la Historia Contemporánea de Argentina. Tengo catalogados más de 3.000 libros y artículos sobre el tema, además de leer las ponencias de los Congresos organizados por las universidades argentinas y también en algunas de EEUU. Y es que hay una dificultad en Europa para entender lo que fue el peronismo, y en España tampoco existen suficientes investigaciones sobre lo que significó un movimiento dirigido por el General Juan Domingo Perón, quien residió 13 años en España de los 18 años de exilio. Un personaje que accedió después de tres elecciones a la presidencia de Argentina. Dentro de las varias interpretaciones dadas sobre los once años que gobernó en dos periodos distintos (1945-1955 y 1973-1974), existe un consenso entre historiadores, sociólogos y economistas de que el peronismo aplicó lo conocido por el "estado de bienestar" proporcionado a los sectores populares derechos laborales con ocho horas de trabajo, indemnizaciones por despido, vacaciones pagadas, jubilaciones, sanidad, educación gratuitas y el respaldo a los sindicatos encuadrados en la CGT (Confederación General del Trabajo) para negociar las condiciones de trabajo y los salarios en las industrias y el campo.

Argentina por su composición demográfica es la nación mas europea de Latinoamérica, las comunidades indígenas son muy reducidas si las comparamos con Perú, Ecuador o México. Una gran mayoría de italianos y españoles (a los cuales se les suele llamar gallegos, utilizando una sinécdoque de una parte por el todo) pero también europeos del centro y este de Europa, sobre todo después de la II GM, junto a minorías de judíos y árabes que se han identificado con la identidad argentina. El país se extiende por el Sur del continente, y es después de Brasil el más extenso de Sudamérica. Es una Republica Federal donde los Estados reciben el nombre de Provincias (hay 23) con sus correspondientes competencias e instituciones representativas, una Ciudad Autónoma, Buenos Aires, Capital Federal, residencia del gobierno. Su Constitución data del siglo XIX (1853) que ha tenido cambios en 1949, revocados en 1957, y reformada en 1994, vigente actualmente. Tiene elementos similares a la Constitución de EEUU: una Cámara de los Diputados compuesta por 257 miembros renovados por tercios cada dos años y un Senado con 72 senadores con una duración de seis años. Desde la independencia en 1810 fue un país exportador de productos agropecuarios (trigo, maíz, soja y carne) y se propuso crear una industria propia con los recursos de los beneficios exportados que ha tenido dificultades de consolidación. La política económica ha oscilado entre una controlada por un Estado intervencionista con restricción a las importaciones y otra librecambista con libertad de empresas multinacionales junto a las locales, y practicadas tanto en gobiernos peronistas como liberales.

Esta oscilación ha tenido que luchar con una inflación continua (hiperinflación), un sistema cambiario muy inestable con una moneda varias veces devaluada, un déficit fiscal, una tasa de interés creciente, una deuda con default y unos salarios a la baja (el salario mínimo está en 193.000 pesos equivalentes a 180 euros). En medio de una inestabilidad política con seis golpes militares triunfantes en el siglo XX, y otros en tentativas (1930, 1943, 1955, 1963, 1966 y 1976) unas guerrillas urbanas, un terrorismo de Estado con la Triple A que entre ambos produjo más de 10.000 muertos, entre 1970 a 1989, una pobreza creciente con un índice Gini que llega en 2022 al 40,7 (España está en el 31,5) y una guerra perdida en las Malvinas. Una emigración contraria a la inmigración tradicional europea, a Australia, EEUU, Canadá y una desazón social por la situación y desesperanza de futuro. En esta coyuntura las oposiciones a la presidencia cuando terminaba la legislatura del presidente Fernández y Cristina Kirchner, vicepresidenta.

Una figura como Milei para llegar a los electores creó un personaje que concitó la atención de muchos argentinos cansados de oír propuestas de políticos que nunca revierten la situación. Se declara anarcocapitalista con base en la Escuela Económica Austriaca que construyeron Hayek y Mises, y la posterior de Chicago; una economía donde el Estado tenga poca, o ninguna, intervención y sea el mercado el que asigna lo adecuado o inadecuado de las inversiones. Nada que ver con el movimiento libertario que tanta fuerza adquirió en España. Milei, con un estilo más valorado que sus propuestas, lleva al máximo su discurso con la descalificación del socialismo, el intervencionismo estatal, que aunque tuvieran alguna razón no debemos hacerle caso, y la negación de la justicia social. Es esta su principal base intelectual que aumenta sus descalificaciones con nuevos números en cada intervención. Y su estrategia se sostiene por no entrar en ningún debate político ni teórico y mantener sus letanías No se sabe en que terminara el experimento, en un país con un alto índice intelectual de grandes recursos de materias primas y unos buenos investigadores, creadores, y músicos, con un lenguaje, el español, que en cada frase termina con el demostrativo "este", y el lunfardo mezcla de español e italiano, y un canto universal, el tango, que también conoce y promociona Font de Mora.

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