ALICANTE. ¿Cómo deben ser las relaciones laborales del futuro? ¿Cómo debe ser la conciliación laboral y personal? ¿Se pueden implantar la semana laboral de cuatro días? Estas y otras cuestiones se han puesto sobre la mesa este domingo en el edificio de Porta Ferrissa del Ayuntamiento de Alicante, en unas jornadas organizadas por el Servicio de Ocupación Valenciano, Labora, y que ha reunido a diferentes expertos.
Tras la presentación por parte del secretario autonómico de Labora Enric Nomdedéu y la concejala de Empleo del Ayuntamiento de Alicante, Mari Carmen de España, la primera semana ha abordado la reducción de la semana laboral, de la mano del economista Joan Sanchis y de la profesora de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, Bibiana Medialdea.
Sanchis ha puesto el ejemplo de los convenios laborales de Telefónica, que permite que parte de la jornada laboral se realice desde casa, o el sector del metal alemán, con una jornada de 28 horas semanales, propuestas factibles que se podrán poner en marcha en un futuro. Sanchis también ha aportado la idea de extender la Ética del Trabajo, con una especie de sello de calidad, para aquellas empresas que aboguen por mejoren los entornos laborales para que sean más productivos o que apliquen reducción de las semanas laborales sin reducciones de salario. Por su parte, Bibiana Medialdea ha defendido medidas laborales que generen incentivos y medidas de redistribución del trabajo.
El otro diálogo de la jornada lo han mantenido la periodista Mariola Cubells y el politólogo Pablo Simón. A preguntas de Cubelles, Simón han ido desgranandodo cuál es la situación del mercado laboral en la actualidad. Ha partido de la decadencia por la que pasan los agentes que en su día creaban empleo, como la patronal, los sindicatos o la propia Iglesia. "Se ha perdido la identidad laboral; ahora la gente no tiene un solo trabajo, sino que tiene varios encadenados", ha explicado. "El trabajo se ha terciarizado, somos nuestra propia fábrica", ha añadido.
"El sistema actual va a la individualización de trabajo, y en algunos casos, como los repartidores de Deliveroo, ya no nos dan ni los instrumentos para ellos; los repartidores tienen que poner sus propias bicicletas", ha expuesto Simón. A su juicio, "este genera ansiedad porque el objetivo es llegar a fin de mes".
Con este contexto, el politólogo ha defendido que es difícil articular grandes pactos sociales y por tanto hay poco que repartir, en este caso, entre los trabajadores. "Si creces cero, repartes cero. Es mucho más complicado. Por ello, Simón considera que el mercado laboral español es una trituradora de carne. "Los ajustes no están sincronizados". Considera que esto mismo se da en la Unión Europea: tampoco sincroniza sus medidas, no aplica equilibrios. "Es más fácil cortocircuitar al Gobierno griego de Syriza que al de Viktor Orban", ha ejemplificado.
Por ello, Simón llega a la conclusión de que actualmente no se dan los equilibrios económicos. "Es muy difícil meterle mano al mercado; no es la primera vez que esa falta de equilibrio genera destrucción de puestos de trabajo y esto se extiende más si los puestos de trabajo están creados en un país diferente". La consecuencia, en su opinión, están clara: "Crece la desigualdad, por ello sostiene que la sociedad del Bienestar, tal y como la conocemos, depende, y mucho, de la volatilidad laboral".
Como solución, Simón propone tres medidas: mejorar los acuerdos sociales; que las instituciones supranacionales actúen de forma coordinada y que armonicen la fiscalidad a la empresas. "Para conseguir esto la Unión Europea debería tomar decisiones de manera más rápida y con más iniciativa". A ello, añade otro elemento: y es que el poder económico está en otros países, como el sudeste asiático y no comparten los valores democráticos de Occidente. "En ese contexto, democracia y capitalismo no van a la par", ha advertido.
Y a modo de conclusión ha recordado que el poder público tiene el poder para mejorar las relaciones laborales, y no el ciudadano; que hay que tomar medidas fiscales para garantizar el futuro de las pilares básicos de la sociedad del bienestar, como las pensiones, y que hay elementos de rabiosa actualidad, como la transición ecológica, que son una oportunidad para generar empleo, pues "el trabajo, actualmente, conforme está ideado, no te garantiza calidad de vida".