ALICANTE. La edil no adscrita, Nerea Belmonte, no da su brazo a torcer y endurece todavía más las condiciones para dar su apoyo a la investidura de la socialista Eva Montesinos como nueva alcaldesa de Alicante, en sustitución de Gabriel Echávarri. La exrepresentante de Guanyar ha transmitido a la delegación negociadora del PSPV que no le basta con un compromiso por escrito por el que se confirme su restitución moral, mediante el reconocimiento de su derecho a contar con los mismos derechos políticos y económicos que el resto de concejales de la oposición. También exige un documento por escrito en el que se le garantice que se impulsará el acuerdo para la asignación de un sueldo.
La respuesta de Belmonte ha motivado la convocatoria de una nueva reunión entre representantes del PSPV y de sus exaliados políticos de Guanyar y Compromís para darles traslado de la postura de la edil no adscrita, que sigue teniendo en sus manos el voto clave para que el PSPV retenga el poder de la segunda ciudad de la Comunitat. Esa nueva cita se estaría desarrollando todavía.
Lo cierto es que, hasta el momento, Belmonte sólo había venido reivindicando que se diese trámite a la propuesta de modificación del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) que ella presentó en diciembre con el fin de que se acabase con su situación de agravio, respecto al resto de concejales opositores. Una vez admitida a trámite esa reforma, ha venido sosteniendo que el acuerdo para que se le concediese sueldo podía prosperar o no, de modo que lo daba por desvinculado de su posición de voto en el pleno de elección de nuevo alcalde.
Esa posición habría cambiado ahora. Belmonte ha apostado por redoblar la presión sobre el PSPV y las fuerzas que han comprometido su respaldo a Montesinos para que se le conceda una retribución por su labor política en el Ayuntamiento, en las mismas condiciones que el resto de concejales de la oposición.