el instituto alcaraz mantiene el tratamiento a sus pacientes y gana nuevos

Autismo y confinamiento: videoterapia para mantener la asistencia psicológica infantil

11/04/2020 - 

ALICANTE. Uno de los sectores que sigue trabajando desde el primer día de confinamiento, incluso más si cabe por las particulares circunstancias que ahora rodean a sus usuarios, es el de la asistencia psicológica. Las nuevas tecnologías han permitido que, con algunas dificultades, equipos de terapeutas como el del Instituto Alcaraz, de Alicante, mantengan el tratamiento a distancia a la mayoría de sus pacientes, y lo hayan adaptado para tratar al mismo tiempo la patología previa y la nueva situación de confinamiento.

Una labor especialmente delicada si se tiene en cuenta que la mayoría de pacientes de este instituto (aunque no exclusivamente), especializado en psicología infantil, son niños con trastorno autista. Las hermanas Sheila y Estefanía Alacaraz, junto con el resto del equipo (en total, seis psicólogas, una psiquiatra y una terapeuta), mantienen el tratamiento con sesiones en vídeo o en directo, teléfono y correo, y con los padres como cómplices y 'co-terapeutas'.

"El 16 de marzo decidimos cerrar el instituto por responsabilidad, aunque como servicio esencial podíamos seguir abiertos", explica Estefanía Alcaraz, "era una incoherencia seguir abiertos cuando la mayoría de nuestros pacientes son niños pequeños". Y a partir de ahí, comenzó la asistencia online. "El 60% de nuestros pacientes ha accedido a seguir la terapia por Skype, y al resto le damos pautas por teléfono y por correo electrónico". A los que se han quedado en abril, se les ofreció además un descuento del 20% sobre la tarifa.

"Con los adolescentes y los niños más mayores es más fácil trabajar a distancia", relata, "porque podemos charlar directamente con ellos y hacer actividades. Aunque nos falta el contacto físico, la parte más emocional de la terapia, que es algo que trabajamos mucho. Pero lo estamos llevando". A través de las videoconexiones con sus pacientes "podemos hacer incluso grupos, con actividades, juegos online y algunos que nos inventamos". Con los pacientes más pequeños, sin embargo, es más difícil "porque no les puedes pedir que se centren mucho tiempo en la pantalla". En este caso, implican a los padres como co-terapeutas. "Es una oportunidad para pasar tiempo con sus hijos de forma diferente y aprender de ellos".

Al margen de las sesiones en directo, las psicólogas del Instituto Alcaraz también graban vídeos de sesiones de 45 minutos, como si la estuvieran realizando en persona, para que los padres y sus pacientes las puedan ver cuando quieran. "Es una forma de no dejarlos solos y acompañarlos en un momento difícil, muchas familias nos lo agradecen". 

Nuevos pacientes desde el estado de alarma

El Instituto está especializado en autismo y asperger, pero tratan todo tipo de casos clínicos: ansiedad, depresión, bullying, problemas con los estudios, hiperactividad (TDAH)... En estos momentos, uno de los grupos sobre los que están más volcadas es el de los adolescentes que están experimentando cuadros de ansiedad con el confinamiento. "En muchas ocasiones su rutina es vivir de noche y estar enganchados a la televisión o el móvil", explica Estefanía. "Nos llaman muchos que no son pacientes, y les atendemos gratuitamente".

Además de mantener a la mayoría de sus pacientes previos al confinamiento, con el estado de alarma el Instituto Alcaraz ha ganado algunos nuevos. "Hacemos las entrevistas iniciales por Skype y, aunque no podemos realizar bien la evaluación para establecer el plan de intervención, sí podemos ofrecer unas pautas y empezamos directamente el tratamiento". En los últimos días han aceptado tres nuevos casos.

Y aunque no pierden de vista el tratamiento específico que cada uno de sus pacientes seguía antes de la pandemia, ahora es inevitable que el foco se ponga en la nueva situación que les ha tocado vivir. "Ponemos el foco en el confinamiento, damos pautas a los padres... los niños necesitan movimiento para regularse y así poder concentrarse luego en otras tareas, y hoy por hoy es difícil. Pero pueden saltar sentados sobre una pelota o moverse con una silla de oficina, por ejemplo".

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