VALÈNCIA. Recuerdo de niño cómo me impactó un vídeo en el que unos soldados israelíes cogían a unos niños que les habían arrojado piedras y, con una roca, les rompían los brazos a sangre fría. Era yo un tierno infante y aquello me pareció espantoso. Era violencia real. Peor que la de cualquier película. Ni en el cine de acción e incluso en el gore había visto había visto tal ensañamiento. El problema era que se trataba de la realidad.
Pero todavía me esperaban imágenes más duras, porque lo mismo, o peor, ocurrió en 1992 en Los Ángeles. Unos policías le dieron una paliza a un afroamericano, Rodney King, sin percatarse de que en los alrededores un ciudadano, George Holliday, se encontraba con su cámara de vídeo y grabó la agresión. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y atrajeron la atención sobre el juicio a los policías como nunca había ocurrido. Fue el primer vídeo viral de la historia, escribieron recientemente en El País.