ALICANTE. El pintor santjoaner Alfonso Sánchez (Alicante, 1976) mostrará durante el mes de marzo la obra pictórica que ha venido desarrollando durante el último año y medio. Un trabajo fundamentalmente expresionista mediante el cual "trata de conectar con el cerebro más primitivo a través del gesto y la intuición". Tengo un planes el título de su exposición, que se inaugurará este viernes, 3 de marzo, a partir de las 19 horas, en la sala Roberto Mira de la Biblioteca Municipal de Sant Joan d’Alacant.
Alfonso Sánchez recibió en 2022 el primer premio del Certamen Nacional de Pintura Sánchez Butrón Abogados y su obra ha sido adquirida por coleccionistas privados de EEUU, Japón y Europa. Ahora hace un recorrido por sus trabajos más recientes. Una pintura expresionista influenciada por el primitivismo y el arte prehistórico alicantino.
Así, con las piezas que componen la muestra, trata de "responder a la incertidumbre actual y el cambio trepidante de la vida y del mundo", interpretada a través de un proceso creativo dominado también por la incertidumbre sobre el resultado, y siendo el título una deliberada ironía ya que, tal como comenta el autor, "aunque nos empeñamos en dirigir nuestros destinos, no hay plan, ni para vivir ni para pintar".
La mayor parte de la obra del pintor alicantino se podría definir como expresionismo abstracto, aunque también se encuentran entre sus creaciones algunas obras figurativas con clara influencia del arte prehistórico. Su pintura es lírica, basada en el trabajo del color, la textura y la pincelada, técnicas con las que trata de conectar con los instintos primarios a través de un proceso creativo muy intuitivo de pintura gestual, superponiendo capas que van dejando su rastro en el resultado final.
Apasionado del arte y en continua experimentación, el pintor alicantino es, además, un gran admirador del arte prehistórico en la provincia de Alicante, especialmente del arte macroesquemático que se puede ver en los primeros santuarios neolíticos de este territorio, como el de Pla de Petracos, en Castell de Castells. De hecho, en muchas de las obras del autor aparecen referencias a esa simbología neolítica e incluso realiza interpretaciones actuales de algunos de los orantes que se pueden identificar en las cuevas y abrigos alicantinos.
Tengo un plan constituye, por tanto, un diálogo entre una pintura muy conectada con su tiempo y la esencia de la pintura de los primeros pobladores que habitaron las tierras alicantinas. Al fin y al cabo, "esas motivaciones y la necesidad de pintar es la misma que hace 20.000 años", afirma el artista sobre este proyecto que se podrá visitar de lunes a viernes, en horario ininterrumpido, de 9 a 21 horas.
