MADRID. Alejandro Soler Mur (Elche, 1972) es, desde el pasado mes de julio, el nuevo director general de la Sociedad Estatal Pública Empresarial de Suelo (Sepes). Ex alcalde de Elche, entre 2007 y 2011, fue uno de los tantos ediles socialistas que sufrió el efecto Zapatero al final de su mandato y perdió la Alcaldía, que fue, por primera vez, a manos del PP. Tras dejar la política activa, volvió a su profesión de abogado, hasta que el movimiento sanchista, primero, y la victoria de la moción de censura que ha llevado a Pedro Sánchez a la Moncloa, después, lo ha devuelto a la primera línea de la actividad pública al frente de un sociedad dependiente del Ministerio de Fomento que dirige José Luis Ábalos. En la actualidad, es el dirigente de la provincia de Alicante con más rango en el Gobierno, además del líder de los afines de Sánchez. Soler atiende a Alicante Plaza en su despacho del Sepes en el Paseo de la Castellana de Madrid para abordar cuestiones sobre la promoción de suelo industrial y para la vivienda de protección oficial.
[Segunda parte de la entrevista "Elche necesita una actuación potente y comercial que revitalice el centro]
-¿Qué se ha encontrado en el Sepes? ¿Cuáles son los objetivos que se ha marcado?
-Bueno, ya conocía el Sepes de mi etapa como alcalde de Elche. Me parece una herramienta extraordinariamente eficaz para poder hacer crecer el suelo industrial en toda España y también para colaborar en los objetivos del Gobierno de poner en marcha vivienda protegida y vivienda protegida destinada al alquiler. Me he encontrado con una empresa que había sido paralizada en su actividad en los últimos años, fruto, por un lado de la crisis económica, y del criterio del anterior Gobierno del PP, por el otro, que no tenía la voluntad de emplearse de con todas las dimensiones que podía tener. Este Gobierno quiere volver a relanzar esta entidad, y eso es el encargo que yo tengo por parte del ministro, José Luis Ábalos, y el secretario de Estado, Pedro Saura. Volver a activar Sepes y dimensionarlo, y que pueda actuar, en la medida de los posible, en toda España para cubrir las ineficiencias del mercado.
-Ponga ejemplos…
-En la provincia de Alicante tenemos algunos ejemplos, como Elche, donde el suelo industrial ha surgido de forma espontánea o hay otros actores que no necesitan del concurso de la administración. Pero allí donde hace falta un impulso del Gobierno de España, fundamentalmente adquiriendo suelo o urbanizando, facilitando las cosas a un precio razonable, e impulsando la vivienda de alquiler, para eso está el Sepes.
-¿Hay algún sitio donde exista una demanda más creciente de suelo industrial?
-Estos es general en toda España. Hay una demanda importante de suelo en muchos lugares. La demanda es fundamentalmente de suelo destinado para plataforma logísticas, más que suelo industrial. El gran problema son los grandes asentamientos logísticos que necesitan de grandes espacios de terreno, grandes superficies y no los puedes acomodar en cualquier parcela o polígono industrial, sino que necesitas desarrollos urbanísticos preparados para ese tipo de actividades logísticas, que además deben estar bien ubicados y conectados con las infraestructuras terrestres, aeroportuarias y portuarias. El parón económico de los últimos años, junto con la falta de inversión y la falta de impulso del anterior del Gobierno, ha provocado que hayamos sufrido un paréntesis en la generación de nuevas infraestructuras en materia de suelo industrial. Por tanto, ahora tenemos que hacer un esfuerzo adicional: intentar ponernos al día y asumir esa demanda que hay en muchas partes del país. Tanto gobiernos autonómicos como alcaldes me están exigiendo celeridad para poner en marcha ese suelo para grandes asentamientos logísticos.
"Tenemos que hacer un esfuerzo adicional: intentar ponernos al día y asumir esa demanda que hay en muchas partes del país"
-La comarca de la Vega Baja tiene un proyecto de plataforma logística que está un poco en el limbo…
-Ese es un proyecto en el que tenemos que ver cómo podemos colaborar. La Vega Baja es uno de los territorios donde tenemos hacer algo importante; es verdad, que en el pasado no ha existido una colaboración estrecha, de Sepes con la Vega Baja y la Vega Baja con Sepes, pero creo que es un lugar donde se dan las circunstancias donde podemos hacer una actuación logística potente que puede ayudar a la economía agroalimentaria de la zona.
-La Diputación de Alicante ha intentado, en un tiempo pasado, el impulso de una logística en el entorno entre Alicante ye Elche y conectada con el Puerto. ¿Conoce el proyecto? ¿Lo ve factible?
-Lo que tenemos en fase de estudio es la demanda de Elche: por una parte, colaborar en la finalización del entorno de IFA y podemos entrar como socios en las parcelas resultantes, y por la otra, la zona del Porta d’Elx (Autovía del Camino de Castilla), que tenemos que estudiar su viabilidad, los costes, el perfil de ese parque que tiene que ser logístico, más que industrial. El polígono de Las Atalayas, en Alicante, también lo puede ser. Ambas zonas, Porta d’Elx y Atalayas, y las zonas que tenemos consolidadas, como el Parque Empresarial de Elche, serán los desarrollos previstos en el futuro.
-Hablemos de viviendas. ¿Cómo se lo va a hacer el Sepes para impulsar la vivienda protegida y la de alquiler?
-Con carácter general, tenemos una actuación especial por encargo del Ministerio de Fomento, en la ciudad autónoma de Ceuta por sus circunstancias muy singulares. Ahí, Sepes ha urbanizado y va a construir una promoción de viviendas para después de vender o alquilar. Pero en el resto lo que hacemos es comprar el suelo, urbanizarlo y vender las parcelas resultantes, con la condición de que sea exclusivamente para vivienda protegida. Ahora mismo, estamos viendo cómo casamos con las ayudas a la construcción de viviendas y las ayudas a los inquilinos, y que sean rentable para los constructores adquirir esas parcelas y desarrollaras con la condición de que sean para el alquiler.
-¿El sector de la construcción ve interés en este tipo operaciones?
-Hasta ahora, hay una secretaria general de la Vivienda, generada con este Gobierno, con Helena Beunza, al frente, la que está encargada de tratar con el sector privado en qué condiciones podría entrar en este plan. El Sepes es un ejecutor, una herramienta del Gobierno para ejecutar ese plan. Ahora se están ultimando esas condiciones para que el sector privado a construir y alquilar esas viviendas.
-¿En qué sitios se podrían desarrollar este tipo de operaciones?
-Será en las grandes urbes, que es donde hay más demanda de vivienda de alquiler fruto de la movilidad laboral y, por tanto, no le interesa adquirir una vivienda. Dentro de España, València es una de las grandes ciudades en las que desarrollaremos algún tipo de actuación. Hay dos zonas en las que el Sepes ya dispone de suelo, de una compra que se hizo al Ministerio de Defensa, en Campamento y Artillería, donde plantearemos ese tipo de vivienda el alquiler. Valoraremos si en otras ciudades grandes, como puede ser Alicante y Elche, puede ser interesante.
"De lo que se trata de dopar un poco el mercado, inyectando vivienda protegida y de alquiler y que eso facilite el abaratar el precio"
-Los arquitectos se quejan de que no hay suelo finalista para las viviendas del alquiler…
-Sí, uno de los objetivos de Sepes es intentar poner suelo finalista en el mercado porque es verdad que suelo finalista en las que se pueda construir ya no hay muchas. Hay una bolsa de viviendas que están, pero no salen al mercado porque hay que asumir un deterioro de las mismas para poder venderlas. Hay viviendas vacías que no salen al mercado y que Gobierno está viendo qué medidas legislativas se aplican para incentivar que pasen al mercado. Y luego lo que tenemos es mucho suelo con problemas. El propio Sepes tiene suelo con problemas jurídicos, de expropiación. También hay problemas de falta de planeamiento, de urbanización, hay suelo con problemas que hay que intentar desbloquear.
-También decían los arquitectos que para controlar el precio del alquiler es necesario que haya oferta de vivienda pública; es decir, que el propietario siempre sea el Estado, y la ponga en el mercado. ¿Eso es posible?
-Eso es lo que estamos tratando de hacer. Lo que no sé en qué medida seremos capaces de solucionar el problema, pero de lo que se trata de dopar un poco el mercado, inyectando vivienda protegida y de alquiler y que eso facilite el abaratar el precio. Lo que está claro es que hay poco parque alquiler y el poco que hay, es carísimo. Por tanto, entendemos que introduciendo viviendas en el mercado a un precio asequible para el alquiler podrá abaratarla. Vamos a generar una competencia con el objetivo de abaratar los costes y el precio del alquiler en general.