VALÈNCIA. (EFE). La Generalitat y la Agencia Antifraude se coordinarán para impulsar Planes de prevención de riesgos penales en las empresas públicas valencianas, tanto de la Administración autonómica como de las entidades locales, que impidan actuaciones irregulares.
Así lo ha anunciado en la sesión de control en Les Corts el president de la Generalitat, Ximo Puig, en su respuesta al portavoz de Podem, Antonio Estañ, quien le ha pedido "valentía" para iniciar "el fin" de las diputaciones, unas instituciones "zombis que solo han servido", a su juicio, para "el clientelismo y para la corrupción".
El president ha anunciado también que en los próximos meses se presentará una ley de Gobiernos locales, que intentará "asumir al máximo" el principio de subsidiaridad, y ha reivindicado que el actual Consell tiene "una alianza con los ayuntamientos" y es el Gobierno "más municipalista que ha existido jamás" en la Comunitat.
Puig ha afirmado además que la Comunitat va a jugar "un papel claro" en la definición de un nuevo modelo territorial para España, desde la igualdad los ciudadanos y la singularidad de los territorios, y sin buscar "nuevos fantasmas y nuevos enemigos que lo único que despiertan es la xenofobia y el odio".
Ha recordado que la Generalitat ha intentado coordinarse con las diputaciones con unos decretos que han anulado los tribunales, y que el Consell ha planteado una propuesta de reforma de la Constitución, en la que propone que cada comunidad autónoma decida su modelo territorial.
El president ha reivindicado que el actual Consell ha pasado "de las palabras a lo hechos" y ha cumplido el compromiso que asumió el PP en el año 2000 de crear de Fondo de cooperación local, y ha indicado que los hechos ocurridos en la Diputación de Valencia les produce "inquietud y tristeza", y hay que incidir en la prevención.
El portavoz de Podem, Antonio Estañ, ha indicado que la operación Alquería ha vuelto a unir dos conceptos que históricamente se han dado en la Comunitat, "diputaciones y corrupción", lo que se explica por su "opacidad, arbitrariedad y dudoso carácter democrático", así como su "discrecionalidad y clientelismo".
Además, ha dicho que esa operación implica que siguen inercias del pasado y muestra las consecuencias de "no actuar a tiempo", y ha indicado que las diputaciones se han mostrado como instituciones "zombis", porque aunque "deberían estar enterradas todavía caminan y, como los zombis, convierten a aquellos que las tocan".
Por ello, ha considerado que no caben reformas en las diputaciones, sino vaciarlas de competencias hasta su eliminación, y que la Generalitat ha tenido "tiempo suficiente" para iniciar ese proceso, y ha reclamado una ley de Coordinación, no solo de gobiernos locales, que desmantele las diputaciones.