El expresidente de CHM, Rafael Martínez Berna, en una imagen de archivo. Foto: APALICANTE. La facturación de la constructora alicantina CHM Obras e Infraestructuras, una de las empresas de referencia en el sector en la provincia, se hundió un 20% el año pasado, el mismo en el que su histórico presidente, el empresario Rafael Martínez Berna, tomó la sorprendente determinación de abandonar su cargo y 'fichar' a un experto en carreteras para ocuparlo, el técnico de Fomento Vicente Vilanova.
Como publicó Alicante Plaza el pasado 5 de enero, cuando la decisión de Martínez Berna se hizo oficial en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), la salida del presidente de CHM y su hermano Tomás Martínez Berna, consejero delegado, se había decidido en torno a noviembre del pasado año. Un ejercicio en el que el volumen de negocio de la constructora cayó desde los 81.320.399 euros de 2015 a los 66.831.913 euros con los que cerró el año. Una alarmante caída de la facturación próxima al 20% que la empresa espera revertir este año gracias a su actividad en el extranjero y a la adjudicación de nuevos contratos en España.
La caída de las ventas llegó acompañada de un incremento en los gastos de explotación, especialmente en personal (de 13 a 16,1 millones), que se explican entre otras razones por el inicio de un gran proyecto en Argelia que debe empezar a dejar impactos positivos en la caja este año. Todo ello se conjugó para dejar un resultado de explotación de 3,3 millones, cuando el año anterior éste había sido de 4,16 millones. Un resultado financiero especialmente negativo (-1,2 millones, por -0,63 millones de 2015) redujo aún más el Ebitda (1,375 millones, frente a 2,93 millones en 2015) hasta dejar el beneficio final de CHM en menos de la mitad que un año antes: 1.375.955 euros, por 2.935.427 del ejercicio precedente.
La constructora de la familia Martínez Berna, especializada en obra pública y sobre todo en la construcción y mantenimiento de carreteras, es la punta de lanza del conglomerado empresarial del Grupo Vallalba. De hecho, en 2015 aportó el 80% de la facturación global del holding, que superó los 100 millones de ingresos gracias al crecimiento en todas las empresas del grupo y volvió a beneficios. Vallalba incluso repartió 500.000 euros en dividendos, una vez cubiertas las pérdidas de ejercicios anteriores.
La constructora de cabecera del negocio familiar venía de pasar unos años duros, tras la investigación de 2011 por pactar el reparto de adjudicaciones con otras empresas del sector (finalmente la firma alicantina pagó la multa de 790.000 euros que le impuso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a principios del pasado año, como Padelsa, también del Grupo Vallalba, que abonó otros 288.000 euros), y con su presidente y su consejero delegado imputados en la causa por la presunta financiación irregular del PPCV que empieza a juzgarse en enero. De hecho, los dos hermanos están a la espera de sentarse en el banquillo de los acusados junto a Enrique Ortiz.
Fuentes del entorno del empresario, que fue presidente de la patronal alicantina, Coepa, entre julio de 2009 y noviembre de 2011 (dimitió precisamente cuando saltó a los medios el presunto amaño de adjudicaciones de Fomento), descartaron en su momento que el paso atrás de Martínez Berna en la constructora de la familia estuviera relacionado con su situación procesal. De hecho, Rafael y Tomás Martínez Berna acaban de poner en marcha una nueva empresa, Vallalba Investments (participada al 100% por el grupo matriz, del que son accionistas los cinco hermanos), para invertir en hoteles y gestionarlos. Pero lo cierto es que los dos hermanos que han abandonado el consejo de CHM son los que, junto con Ortiz, han admitido haber financiado al PPCV para rebajar la petición de condena.
Mientras, la mano del nuevo presidente de la constructora ya ha comenzado a dejarse sentir. En solo seis meses CHM Obras e Infraestructuras se ha adjudicado dos contratos de mantenimiento de carreteras (la especialidad de Vicente Vilanova) por valor de 23 millones de euros para los próximos cuatro años, tal como publicó este diario el pasado sábado: un megacontrato de casi 15 millones de euros para el mantenimiento de las carreteras titularidad de la Generalitat Valenciana en la provincia de Castellón, y otro de 8,1 en la provincia de Girona para lo mismo, con el Ministerio de Fomento como contratista.
