ALICANTE. La ausencia de la exconcejal de Guanyar, Nerea Belmonte, ha brindado al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante (PSOE, Guanyar y Compromís) una posición de equilibrio numérico en el pleno ordinario de julio. O lo que es lo mismo: la oportunidad de superar la enmienda del PP a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor con la que el tripartito trataba de blindar la instalación de macrocentros comerciales en la ciudad. El PP ha sumado los votos de Ciudadanos y del concejal no adscrito, Fernando Sepulcre: una suma de 14 votos a favor de la correción que no ha sido suficientes para que la enmienda se aprobase al no reunir mayoría absoluta (15 votos).
Como viene informando Alicante Plaza, el cambio urbanístico propuesto por los tres partidos con responsabilidades de Gobierno excluye, además, la posibilidad de que se instalen hipermercados en el frente de la avenida de la Universidad, en la partida de Rabasa, al excluir un tramo de esa avenida de la delimitación de los llamados viarios estructurantes.
La propuesta de corrección presentada por el PP el miércoles (cuando no había presentado alegaciones con anterioridad) aspiraba a corregir ese último punto, para que se contemplase la posibilidad de implantación de hipermercados a lo largo del frente de toda la avenida. Su argumento: que no se generase un efecto disuasorio para la llegada de inversiones de futuro, ya fuese por parte de Ikea o de cualquier otra empresa. Su portavoz, Luis Barcala, insistió -como ya había hecho el miércoles al dar cuenta de su iniciativa- que su propuesta no era en defensa de ningún macrocentro, puesto que su posición sobre la posible llegada de Ikea es la que se pactó en la comisión específica en abril: espacio para una tienda de la multinacional de 40.000 metros cuadrados y medianas superficies en otra bolsa de suelo de 40.000 metros.
En el fondo, el debate era baldío. Como señaó el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), al término de la comisión informativa de este lunes, el secretario municipal ha confirmado -a instancias del alcalde, Gabriel Echávarri (PSOE)- que la modificación puntual del PGOU sólo afecta a suelo urbano y el área de Rabasa ahora mismo es suelo rústico. Es decir, que el Ayuntamiento no puede regular ningún uso para esa bolsa de suelo de Rabasa a no ser que se produzca su reclasificación, mediante la aprobación de un Plan Parcial o de una Actuación Territorial Estratégica (ATE), lo que requiere de una larga tramitación urbanística y el visto bueno de la Generalitat.
Así lo ha subrayado también el primer edil, quien ha reprochado al PP que trate de boicotear la modernización del tejido comercial de Alicante y la llegada de inversiones como la que, ha señalado, prevé abordar una cadena de supermercados con 18 tiendas en la ciudad que tiene provisionados 30 millones para reformar y ampliar 17 de esos centros.
El líder de los populares, no obstante, ha insistido en que su enmienda ya tenía en cuenta que con la modificación puntual no se puede regular usos sobre un suelo que no es urbano y que así lo recogía el texto propuesto. Y ha explicado que, de lo que se trataba era de no frenar inversiones. El resultado de la votación: empate a 14 votos entre la oposición y el tripartito. Y el resumen: ningún efecto.