ALICANTE. Guanyar comienza a cerrar la grieta abierta entre la militancia a cuenta de la contratación de los asesores municipales que deben prestar apoyo al grupo de concejales en el Ayuntamiento de Alicante en esta nueva etapa en funciones de oposición. La asamblea de la plataforma electoral que encabeza Esquerra Unida (EU), celebrada este miércoles, sentó las bases de un principio de acuerdo sobre la relación de personas que ocuparán esas plazas hasta el final de mandato, tras una larga jornada de contactos y negociaciones previas desarrolladas en el seno del grupo municipal.
Después de más de dos horas de debate, la asamblea avaló el informe del comité de garantías en el que se desestimaban los recursos presentados frente a la baremación de los candidatos a ocupar esas plazas, en el proceso que se desarrolló entre enero y febrero. Y se acordó convocar una nueva asamblea, este viernes, para debatir una propuesta de nombramientos alternativa, que se distancia parcialmente del resultado de ese proceso de selección, fruto del pacto entre los cinco concejales del grupo municipal. En principio, esas tres personas podrían ser dos de las actuales asesoras del grupo, Nefer Vives y Esther Rubio, y una tercera que ya desempeñó esa función hasta el pasado noviembre, Nuria Molpeceres. Así, se prescindiría del puesto de periodista convocado inicialmente y se debería producir la renuncia de uno de los aspirantes preseleccionados. En realidad, con ese acuerdo se regresaría a la propuesta que se planteó en enero, de modo que los ediles Víctor Domínguez, Daniel Simón y Marisol Moreno pudiesen elegir a dos de los puestos de asesor y Miguel Ángel Pavón y Julia Angulo, al tercero.
En principio, las fuentes de todas las sensibilidades consultadas precisaron que esa propuesta acabará contando con el respaldo mayoritario de la asamblea. No obstante, lo cierto es que a la cita de este miércoles, a priori, también debía llegarse sin posibilidad de disputa, en la medida en que la militancia ya había ratificado el resultado del proceso de selección celebrado entre enero y febrero, el pasado 8 de marzo. En ese momento, se avaló la validez de la propuesta aunque se dejó su eficacia en suspenso a expensas de que la comisión de garantías resolviese las impugnaciones formuladas por algunos de los aspirantes.
Entre ellos, los de dos de las personas que comenzaron a prestar asistencia al grupo de concejales desde el inicio de mandato, en 2015: la ya citada Esther Rubio y Paloma Serrano, que ahora habría renunciado a continuar en el grupo para facilitar un acuerdo. El desarrollo de esa asamblea de marzo ya fue polémico, ya que tanto el portavoz municipal, Miguel Ángel Pavón, como su entorno más próximo decidió abandonar la reunión tras expresar su desacuerdo con la convocatoria de ese nuevo proceso de selección. Pavón consideró que con esa convocatoria sólo se trataba de apartar a Rubio y Serrano -colaboradoras de su entera confianza- pese a que se habían dedicado a fiscalizar que se cumpliese la contrata municipal de limpieza, de acuerdo con lo establecido en su programa electoral.