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entrevista al alcalde de torrevieja, josé manuel dolón

"En Torrevieja había, y todavía hay, un régimen. No hemos tenido capacidad para romper esa estructura"

14/10/2018 - 

TORREVIEJA. El alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón García, repasa la actualidad de su ciudad con Alicante Plaza. Habla del último episodio con el que se ha tenido que enfrentar: el impago de las nóminas a los funcionarios del ayuntamiento por los reparos de la interventora y de otras cuestiones relacionadas con la quinta ciudad de la Comunitat Valenciana.

[Lea la segunda parte de la entrevista: "Ir contra el valenciano en la Vega Baja es perjudicarnos a nosotros mismos"]

-¿El impago de las nóminas a los funcionarios es lo peor que le puede pasar a un alcalde? ¿Ha sido el momento más difícil de su etapa como alcalde?

-No, ha sido un momento más. Hay muchos momentos difíciles en un ayuntamiento. Este se visualizaba muy bien porque teníamos a unos cuantos miembros de la plantilla municipal en la calle y lógicamente, ese ruido parece que calaba todos los días semanas. Siempre he barajado que lo primero era la legalidad. La solución tenía que ir de la mano de la legalidad, y no una chulada del alcalde. No se podía autorizar una transferencia bancaria sin que me firmara la tesorera ni la interventora. Cuando hay un reparo suspensivo, levantarlo implica una ilegalidad y, además, prevaricación. Es complicado. Para entenderlo, hay que tener en cuenta la entrada en vigor del Real Decreto 424 del Gobierno, en julio de este año, que hace referencia a la competencia de la interventora para suspender y reparar el acuerdo, y lo ha hecho. Era una amenaza para los políticos, que aquí se ha cumplido: se ha paralizado el pago de una parte de la nómina. Gracias a la colaboración a los técnicos del ayuntamiento y de algunos funcionarios hemos conseguido pagar la mayor parte de la nómina. El resto se solventará en breve.

"La solución (al tema de las nóminas) tenía que ir de la mano de la legalidad, y no una chulada del alcalde"

-¿Cree que le hubiera pasado a otro alcalde?

-No lo sé. Prefiero no opinar sobre ese tema. Me ha pasado a mí y aquí estoy. No me escondo. Es desagradable, porque es una violencia que sufres tú. Desgraciadamente, la administración funciona con unos ritmos, pero los he asumido todo. Lo que no puedes hacer es lo que la ley no te permite.

-¿Temió por la moción de censura entre PP y Cs?

-No. En absoluto. Estoy aquí por un cúmulo de circunstancias. Me presenté para ser alcalde, pero desde el partido que represento entendía que podía formar parte de un gobierno, pero en ningún caso me había hecho la idea de ser alcalde. Estoy encantado de la vida de ser alcalde, pero no es algo que me haya quitado el sueño. Jamás tenía previsto ser alcalde. Era un acuerdo para dos años, pero lo que ha pasado es que lo pactado no ha podido ser porque la candidata -la socialista Fanny Serrano- que debía tomar el mando a los dos años parece ser que no suscitaba suficientes apoyos…y he tenido que seguir yo, pero que conste no era mi objetivo vital.

-¿Ve posible reeditar otro pacto como el de 2015, en el que la izquierda, un ex del PP y Cs le dieron la Alcaldía?

-No sería un pacto contra el PP. Sería un pacto para romper la mayoría de 27 años. Es muy parecido a lo que ha sucedido en Llanes (Asturias), donde se unieron todos los partidos contra una forma de gestión.

-Entonces hablaríamos de un acuerdo para acabar o corregir un régimen…

-Si, no estaríamos hablando de acabar con un partido, sino con un régimen. En Torrevieja había, y todavía hay, un régimen. En los tres años de gobierno no hemos tenido capacidad para romper esas estructuras tan poderosas en el funcionariado, en parte de la gente que trabaja aquí, en la concepción que tienen muchos vecinos del ayuntamiento. Por ejemplo, a mi ya no viene gente a decirme: “Cólocame”. A todos les digo lo mismo. “Apúntate aquí allá o haz una iniciativa”. Eso pasaba con la empresa de la limpieza, que pedía al alcalde que metiera a un tercio de la plantilla de refuerzo de verano. Yo les dije que eso se había acabado. Me negué a entrar en esa fase de clientelismo o nepotismo. Es una vergüenza y lo he quitado en las empresas que tienen relación con el ayuntamiento.

"Me negué a entrar en esa fase de clientelismo o nepotismo de la etapa anterior"

-¿Está siendo un mandato complicado? ¿Lo auguraba así?

-Esperaba que fuera complicado porque las medidas del Gobierno de Madrid y sus compromisos con Europa nos han limitado mucho la actuación. A nosotros, y cualquier otro ayuntamiento. Todos los ayuntamientos piden que se deroguen o se flexibilicen medidas como el techo de gasto o la regla del gasto, algo que nos permita más margen de maniobra. Porque dinero hay. Hemos dejado las cuentas saneadas, hemos bajado la deuda a un tercio; no tenemos demora en el pago a proveedores, hemos podido bajar el IBI durante dos años…Teniendo una situación económica saneada no tiene sentido que ahora cuestionen la regla del gasto. No son temas de sentido común.

Además, hay mucho menos personal. Desde 1999 se han jubilado casi 90 personas o se han amortizado las plazas. Es muy difícil trabajar así porque faltan muchos técnicos. Y eso te limita. Muchos técnicos nos dicen que no hay personal suficiente para el volumen de trabajo de este ayuntamiento. La Oficina del Censo es un ejemplo, con unas colas tremendas. Hay una situación de emergencia en la prestación de servicios, que no la hemos generado nosotros, pero la estamos sufriendo.  Y ese ambiente tenemos que funcionar.

Deduzco que los problemas de su equipo de gobierno los atribuye a problemas de funcionarización…

-Si, por falta de voluntad política, nada.

-Gobierno en minoría. ¿Ha echado en falta más apoyos?

"Hay una realidad que no podemos obviar: no tenemos los medios humanos para abordar el día a día"

-El problema no es político. Independientemente de que me lleve mejor o peor con la oposición, estoy satisfecho. Las cosas están muy claras. Por ejemplo, me afean el cierre del teatro municipal. Y yo le digo: si lo habéis tenido nueve años sin licencia de apertura, sin medidas de seguridad para los trabajadores, sin plan de emergencias, se ha devuelto la fianza de 670.000 euros sin tener el fin de obra certificado…Estamos arreglando lo que dejaron mal los de antes. No me arrugo por eso. Me arrugo por la falta de personal. Hay una realidad que no podemos obviar: no tenemos los medios humanos para abordar el día a día. Otro ejemplo. no tenemos administración electrónica. Hay departamentos de otras administraciones superiores que ya no nos aceptan los escritos físicos. Estamos en esa vía: no hay técnicos en el ayuntamiento para que la gestión llegue a buen puerto.

"La diferencia fundamental es aquí nadie viene a llevarse nada"

-Pese a ello, cree que ha sido capaz de transmitir que hay diferencias con el gobierno anterior del PP, que duró 27 años…

-La diferencia fundamental es aquí nadie viene a llevarse nada. No hay ningún concejal que esté vendiendo casas, fincas o al mismo tiempo esté cobrando la exclusiva y tenga información privilegiada que le sirva a él personalmente. Aquí no hay nadie que esté enchufando a gente, a un familiar o compañero de partido. No lo hay ni aquí ni en las empresas mixtas como Agamed. Antes era un coladero. Hay casi 300 personas que han entrado de forma casi irregular o con un simple callejero en la Policía Local. Y hoy llevan 20 años de interinos. Y eso es una irregularidad como un templo. Esa realidad de clientelismo que ha practicado el anterior equipo de gobierno ahora ya no se da. Hubo muchos incumplimientos de la normativa, que antes se daban y ahora ya no.

-Usted, en sus años, como concejal de la oposición fue muy crítico con el modelo urbanístico de Torrevieja y el desarrollismo desmesurado. ¿Hay logrado cambiar algo su Gobierno?

-Estamos en una fase de paralización, aunque la crisis ya paralizó muchas cosas. Obviamente, el PP, cuando se fue de aquí, dejó todo atado y bien atado. Todos los planes parciales están aprobados, como La Hoya, Villa Amalia,…La Ceñuela, por ejemplo, está afectado por el Pativel. No vamos a proponer más suelo en el mercado; con la revisión del PGOU se va a reordenar y corregir el urbanismo en nuestra ciudad que es muy caótico.

Yo le recomiendo a mis concejales que no se metan en lo que no pueden gestionar, y eso nos pasa a menudo. Hay que hacer pocas cosas, pero bien hechas"

-Antes ha hablado del Teatro Municipal, que está cerrado por falta de licencia. Pero hay otros hitos de la etapa anterior cuyo futuro ha estado en el aire o se han dado otras salidas, como por ejemplo el Auditorio Internacional. ¿Todo eso se lo puede permitir actualmente este ayuntamiento?

-En el caso del Auditorio Internacional, la solución la ha aportado la Generalitat Valenciana, pero en el año 2021 volverá a ser del ayuntamiento de Torrevieja porque fue una cesión de suelo. Estamos esperando a que llegue el año 21 porque hay una serie de circunstancias que hacen muy difícil que lo pueda asumir directamente. Habrá que planteárselo, gobierne quien gobierne. La Generalitat nos ha dado una fórmula: que es una gestión a un tercero, que es quien hace la programación cultural. Por nuestros propios recursos es muy difícil que asumamos ese edificio. Yo le recomiendo a mis concejales que no se metan en lo que no pueden gestionar, y eso nos pasa a menudo. Hay que hacer pocas cosas, pero bien hechas. Si Contratación te dice que no tienes medios para funcionar, pues no les des más trabajo. Hay que procurar hacer lo que se puede hacer, los actos festivos y culturales de cada año, y no meterse en camisa de once varas. Entiendo que no debemos hacer más por hacer peor.

"Hay pobreza en Torrevieja, seamos los primeros o los séptimos en la estadística del INE"

-Un asunto con el que todos los gobiernos de Torrevieja han sido las estadísticas del INE, que sitúan a la ciudad como una de las más pobres de España. ¿Se ha podido corregir la disfunción pobreza/número de viviendas?

-Sí, en la última estadística del INE ya no aparecemos como los más pobres. Ahora bien, no podemos engañar a la gente: hay mucha pobreza. Cuando había criminalidad, se escondía, decían, que para no perjudicar la venta de viviendas. Se vendía el modelo: todo era pacífico y bueno, pero después te encontrabas otra cosa. La realidad ha cambiado: ahora hay más seguridad. Pero lo que hay no lo puedes evitar. Hay pobreza en Torrevieja, seamos los primeros o los séptimos en la estadística del INE. Tenemos que corregirlo con políticas sociales y con ofertas de empleo de calidad. Hubo mucha gente que fue expulsada de sus empleos con la crisis de la construcción, y se ha quedado, y no tiene medios. No podemos esconder la pobreza; sólo la podemos paliar con ofertas de empleos. Y hay que recordar que en Torrevieja hubo muchos desahucios de segundas residencias, que pasaron a manos de los bancos.

-¿La gran asignatura en materia de infraestructuras de la ciudad es el desdoblamiento de la N-332?

-Sí, una de ellas. Ese proyecto se está redactando. Por fin se decidió que lo tenía que asumir el Ministerio de Fomento. Era muy curioso, porque el PP decía que lo tenía hacer el Consell cuando gobernaba en PSPV en València y el PP en Madrid; y cuando gobernaba el PP en València, el responsable era el PSOE cuando gobernaba en Madrid. Lo que ha conseguido este equipo de gobierno es que esa obra sea un punto prioritario para las administraciones, tanto la autonómica como la estatal. Lo que tenemos que es hacer exigir al ministro es que el proyecto se redacte lo antes posible y que haya dotación en el presupuesto.

-¿Ve factible que Torrevieja tenga algún día conexión férrea?

-Sí, lo veo factible. Tanto España como Europa van en esa dirección. No estamos pidiendo ni el AVE ni nada imposible. Estamos pidiendo una conexión ferroviaria de 19 kilómetros de Torrevieja con la línea cercanías Alicante-Murcia. El Gobierno anterior nos tomó el pelo, pues el convenio se debió formalizar en abril de 2016 y veremos ahora qué hace el nuevo ejecutivo. Es una conexión importante no sólo para Torrevieja, sino para el sur de la provincia de Alicante.

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