La edil de Urbanismo, Mari Carmen de España, junto al edil de Infraestructuras, Israel Cortés.ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante, ahora gobernado por el PP, actúa para tratar de salvar parte del trabajo desarrollado hasta ahora en relación a la propuesta de catálogo de protecciones: el documento que debe completar el PGOU vigente (de 1987) con una relación de edificios, paisajes y parajes a preservar de la acción urbanística. Y, al tiempo, orientar la redacción del futuro planeamiento.
La Concejalía de Urbanismo, coordinada por la popular Mari Carmen de España, cursó este martes el decreto de solicitud de prórroga por otros dos años de duración para que el documento de evaluación ambiental estratégica del catálogo, aprobado por el Consell en 2016, siga teniendo validez al menos hasta 2020. Con esa petición formal, ahora es la Conselleria de Medio Ambiente quien debe conceder o denegar esa prórroga.
Por lo pronto, la petición es algo más que un mero paso administrativo. Tiene al menos dos implicaciones directas. La primera, que el Gobierno del PP no ha olvidado el impulso del proyecto del nuevo catálogo de protecciones, aunque no figure entre los primeros puestos de la lista de prioridades de la concejalía. Entre ellas, según insisten fuentes municipales, la fundamental es la de agilizar la concesión de licencias pendientes, aunque eso no conlleva que no se esté trabajando al mismo tiempo en la revisión de la propuesta de catálogo.
El PP solicita que Medio Ambiente prorrogue hasta 2020 la validez del documento de evaluación ambiental que resulta necesario para aprobar un nuevo catálogo
La segunda implicación no es menor: con la petición elevada al Consell para que se mantenga esos informes previos sobre el catálogo, el PP reconoce y asume el trabajo técnico elaborado hasta ahora por los funcionarios de la concejalía. Se trata de toda la fase de análisis y consultas exigida en la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP) para poder tramitar un catálogo de protecciones. Si no se lograse mantener la validez de ese documento, habría que volver a impulsar todo el trabajo desde cero con el retraso consiguiente.
Con todo, según las mismas fuentes, el reconocimiento de ese trabajo previo no conlleva prejuzgar que se acepta el contenido del catálogo que el ya extinto tripartito intentó aprobar sin éxito en mayo de 2017. Esa propuesta, que fue rechazada con los votos de PP, Ciudadanos (Cs) y de los ediles no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte, será revisada y sometida a la negociación política con el conjunto de los grupos municipales para tratar de recabar el consenso que no consiguió la propuesta original. Hasta ahora, eso sí, no se han dado a conocer ni plazos ni en qué términos podría revisarse esa propuesta de partida.
