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tribuna libre / OPINIÓN

¿Ser o no ser?, esta es la cuestión que se plantea el marido de Lady Gómez

Foto: JESÚS HELLÍN/EP
27/04/2024 - 

En estas horas amargas, la fachoesfera, la berniesfera, la koldoesfera está pendiente de una dramática decisión: el marido de Lady Gómez tienes dudas. ¿Cómo es posible que el Titán de los titanes dude? ¿Cómo es posible que el único hombre que aporta luz a la vieja España pueda albergar el deseo de dimitir? Él, que es el prototipo de coherencia y de sana rectitud. Él, el político en el que no tiene cabida la mentira ni la traición a la palabra dada. Él, que antepone la unidad de España a los desvaríos independentistas. Él, que juró no pactar con Bildu y perseguir al héroe de Waterloo hasta traerlo ante la justicia española, para que luego este, en su infinita ingratitud, le recuerda que "le hará pasar por el aro" (¿tanto le conoce?). Él, que respeta la independencia judicial hasta el extremo de poner al frente del TC. a Cándido Conde-Pumpido, del que nadie, en su sano juicio, puede dudar de su equidistancia con el PSOE ni de su independencia de criterio. Él, un recalcitrante ecologista que jamás ha cogido el Falcón porque contamina y gasta lo que no está en los escritos. Él, que repudió las puertas giratorias, por lo que jamás ha colocado a ninguno de los suyos en puestos estratégicos. Él, cuya Tesis Doctoral es analizada, con mimo y admiración, en las más prestigiosas universidades, desde Yale a Harvard o desde Oxford a Stanford. Él, que ha puesto al frente de la RTVE a la ilustre Concepción Cascajosa. Sus méritos son tan irreprochables como el curriculum vitae de Carmen Calvo: poseer el carnet del PSOE y obtener, en 2018, la nota más baja de los 10 consejeros elegidos al concurso público para la selección de los miembros del Consejo de Administración y del Presidente de la Corporación RTVE. Su puntuación fue admirable: de los 95 candidatos que se presentaron, quedó en el encomiable puesto 85. Pero el marido de Lady Gómez sabe que la envidia es muy mala, y que ella, esa mujer de noble mirada, lo vale. Lo vale porque tiene carnet rojo del puño y la rosa. Lo vale porque quedó la última, y él, como buen sociata, está para ayudar al desvalido. ¿Cómo no admirar a este digno sucesor de la madre Teresa de Calcuta? ¿Cómo no desear que se perpetúe en el cargo hasta que llegue la Parusía? 

Ante tanta ingratitud, es lógico que el marido de Lady Gómez dude. Le entiendo perfectamente. Los españoles no hemos reverenciado lo suficiente al Ser Superior. No se le ha guardado la pleitesía que su entrega y sus desvelos se merecen. No solo eso, se le ha abucheado en público. ¡Cuándo desvarío! ¡Cuánta osadía! ¡Cuánta desvergüenza! ¡Cuánta ignominia! Cómo puede ser que le reprochen sus pactos con esa ONG llamada Bildu. Cómo se atreven a gritarle: ¡Que te vote Chapote! Cómo puede ser que cuando recibe, como mandan los cánones de la cortesía y del decoro, a su Majestad el Rey con las manos en el bolsillo, y con movimientos de cadera que ya quisiera Travolta en sus mejores tiempos, la gente le abuchee y le diga: "¡Sácate las manos de los bolsillos, sinvergüenza!". ¡Qué deshonor más grande el del pueblo español¡ Se han atrevido a calumniar al efebo mayor del reino, al hombre cuya primera y heroica decisión fue la de cambiar el colchón. Un acto digno del más grande de los estadistas. El segundo, bien lo sabemos, fue cambiar de opinión cada cuarto de hora. Pero a Él, el Rock Hudson de la política española, se le ha de consentir todo. Su altura física, intelectual, moral, académica y política así lo exige. No seré yo quien la cuestione. Es un ejemplo que pongo a mis alumnos. Les digo: si no estudian, si no se forman, si mienten, si traicionan, si no cumplen con su palabra y si copian o plagian, no se preocupen, pueden llegar a presidentes del gobierno. Ellos sonríen. Por desgracia, yo no puedo. Será porque me he hecho mayor.

Pero eso no es todo. Ahora, la iracunda fachoesfera va a por Lady Gómez. Toda una señora. Todo un espejo en el que mirarnos. ¿Qué ha hecho? Nada. No ha hecho nada. Absolutamente nada. Así lo dicen, mañana, tarde y noche, la Ser, El País, y los infinitos medios genuflexos con el poder. A golpe de trompeta, todo el séptimo de caballería sale a su rescate. Como no puede ser de otra manera, la culpable de todo es, ¡cómo no!, la pérfida presidente de la comunidad más próspera de España, la ínclita Isabel Díaz Ayuso. Contra ella, vale todo. No solo contra ella, contra su hermano, contra su pareja y contra su entorno, y dentro de poco, hasta con el portero de su finca. Pero no hay misoginia alguna. Ella no es mujer, ella solo es el reflejo casposo de la fachoesfera. Se merece eso y mucho más. El guante blanco está reservado para Lady Gómez o para esa mujer de elegante dicción que es Francina Armengol. Ellas representa el progreso más cool, y este solo pertenece a la izquierda chic. La derecha, ya se sabe, es como Gregor Samsa, el personaje de La metamorfosis de Kafka, escoria que se puede pisotear y tirar a un cubo de basura.

Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez. Foto: EDUARDO PARRA/EP

Pero he aquí que llegó el día temido por la humanidad: el marido de Lady Gómez presenta un escrito en el que se toma cinco días de retiro espiritual. Al escucharlo, mi pulso se desvanece. A duras penas puedo acudir a la prensa. Con la impaciencia del novicio, leo que él nunca ha tenido apego al cargo (lo reconozco, esbozo una maléfica sonrisa), pero, sobre todo, que es "un hombre profundamente enamorado" de su mujer. No lo puedo remediar, como en los mejores melodramas de Douglas Sirk, derramo lágrimas a raudales. Los Beatles cantaban "Todo lo que necesitas es amor", y él está enamorado, y por esta razón, aunque no sea 14 de febrero, airea su amor al pueblo español, como antaño hacían los jóvenes reclutas durante su servicio militar. 

Su entrañable declaración me lleva a rescatar de mi infancia esas novelitas rosa de Corín Tellado, las que nunca leí, pero que estaban ahí, junto a las de Marcial Lafuente Estefanía. Y a mi memoria también acude aquél inolvidable programa de radio que escuchaba mi madre: El consultorio de Elena Francis. ¡Qué pena que no siguiera emitiéndose! Si estuviera vigente en las ondas, el presidente podría haber mandado su carta de esposo enamorado para que pudiera tener el consuelo que tanto merece.

El desgarro sentimental que le han causado los infames medios de la derecha y de la extrema derecha es profundo, tanto que para paliarlo una pléyade de periodistas, como Silvia Intxaurrondo (su "exiguo" sueldo lo exige), y un sinfín de personajes han firmado un manifiesto "contra el golpismo judicial y mediático". No lo firmaron contra el golpismo que se produjo en Cataluña. Ahí guardaron un silencio tan calculado como ignominioso. Uno más. Y no será el último. Pero cuando tocan al Jefe, ahí están ellos, los heraldos de la izquierda y de la extrema izquierda. Sí, si arremeten contra los suyos, la sacrosanta libertad de prensa no existe. Ahora, como ocurriera con el juez Merino Barbero en el caso de corrupción de Filesa, hay que ir a por los jueces y contra los periodistas. Solo en las dictaduras más lacerantes se atenta contra ambos poderes. Pero en el caso que nos concierne, lo increíble es que en este desvarío también está una parte de la prensa; una prensa que debería saber que si han cometido una injuria o una manifiesta falsedad, para eso están los tribunales; pero la prensa genuflexa al partido de Lady Gómez (el viejo PSOE hace tiempo que no existe) se ha convertido en férrea inquisidora. Su dogma es claro: contra la derecha, todo vale; contra la izquierda, sumisión absoluta. Quien no lo acepte ya sabe dónde está la puerta de salida. El último en tomar oportuna nota es el otrora todo poderoso Juan Luis Cebrián

Pero tranquilos: ni Xavi Hernández ha dimitido ni lo hará el marido de Lady Gómez. Solo lo ha hecho Luis Rubiales, y porque le han obligado a dimitir. Al Presi no lo mueven ni los GEO. Al tiempo. 

Juan Alfredo Obarrio Moreno es catedrático de Derecho Romano

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