VALÈNCIA. Manolo Mata
anunció hace una semana que dejaba Les Corts Valencianes. El portavoz del grupo socialista, que presentó oficialmente su renuncia este viernes en la cámara, también hacía saber a final de semana que abandonaba la Vicesecretaría General del PSPV-PSOE. Los motivos de este paso a un lado en la política, su deseo de regresar a la abogacía y, más en concreto, su defensa del empresario Jaime Febrer en el caso Azud.
La marcha de Mata no ha dejado indiferente a nadie en la formación socialista. Durante siete años, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha tenido en el experimentado letrado un escudero que se ha caracterizado por su habilidad especialmente en la negociación con los socios del Botànic, Compromís y Unides Podem. Más allá de que en ocasiones Mata operara por libre al margen incluso del Palau, distintas fuentes del PSPV admiten que el propio Puig está molesto con la marcha del hasta ahora portavoz del grupo socialista a un año de las elecciones autonómicas.
No obstante, como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga. Sin desearlo, la marcha de Mata clarifica y despeja en cierta medida la futura lista del PSPV-PSOE por la circunscripción de Valencia. Cabe recordar que la formación socialista diseña las candidaturas bajo el formato cremallera (mujer-hombre o viceversa) y apunta a tener un 'overbooking' de varones en la futura lista, algo que ya ocurrió en cierta medida en 2019.
Así, el PSPV-PSOE logró en las elecciones 10 diputados por la provincia de Valencia. Es decir, cinco hombres y cinco mujeres. Los cinco varones que figuraron en esos puestos de salida fueron: el citado Manolo Mata como cabeza de lista; el conseller de Hacienda Vicent Soler como número tres; el secretario de Organización, José Muñoz, como número cinco; el exresponsable de Organización y ahora secretario autonómico de Promoción Institucional, Alfred Boix, como número siete; y el concejal de Requena David Calvo, como número nueve, en este caso como un guiño al sector el entonces ministro y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. El número 11 fue para el alcalde de Xirivella, Michel Montaner, y el 13 para el profesor universitario Pedro Ruiz, cercano a Mata y al 'ximismo'. Estos dos últimos acabaron siendo diputados por las renuncias de varios compañeros que entraron en el Gobierno valenciano y dejaron el escaño.
De esta manera, pese al malestar de Puig por el adiós de Mata, facilita en cierta medida la composición de la lista, puesto que deja un puesto libre de salida en la candidatura. Es más, muchos especulan con que quizá el conseller Vicent Soler, quien también figuró en la parte superior, deje su puesto libre la próxima legislatura, a la que llegará a punto de cumplir los 74 años. Esto abriría la puerta a nuevas incorporaciones de dirigentes que han ganado peso durante este mandato.
Por ejemplo, todo apunta a que unos que podría tener un puesto en la lista -quizá encabezando- es el conseller de Obras Públicas, Arcadi España, muy cercano a Puig e, incluso para algunos, uno de sus posibles sucesores. La lógica indica que, habiendo formado parte de su Ejecutivo y, además de tener proyección a futuro, Puig deberá incluirlo en la lista para, también, que esté en la cámara por lo que pueda ocurrir. Cabe recordar que para ser presidente de la Generalitat hay que ser diputado, por lo que si Puig consiguiera vencer pero no pretendiera agotar la legislatura, su sucesor debería estar en Les Corts. Por otro lado, si el Botànic no consigue revalidar el gobierno, también es importante que el posible sucesor de Puig para estar en la jefatura de la oposición sea diputado.
En esta línea, otro de los que podría estar en la lista en esta ocasión es el alcalde de Mislata y secretario general provincial, Carlos Fernández Bielsa. Aunque muchos creen que terminará al frente de la Diputación de Valencia, la confianza otorgada por Puig para liderar el partido en la provincia, debería apuntalarse con un puesto en Les Corts que también le situara en una posición relevante tanto como un posible sucesión como ante una eventual derrota.
Son tan sólo dos nombres, pero a buen seguro surgirán muchos más varones que busquen su hueco conforme se acerquen los comicios. Unos espacios limitados porque el resto de dirigentes que ocuparon puestos de salida en 2019 pretenderán repetir y, en el caso de Muñoz y Boix, probablemente lo hagan sin problema.
Cabe recordar que las listas para los comicios de 2023 estarán especialmente "caras". Los puestos de diputado son siempre interesantes para los políticos, puesto que garantizan cuatro años de trabajo al margen de que se gobierne o no. En las pasadas elecciones, la confianza de Puig en la victoria del Botànic era más alta y, de hecho, la mayor parte de los sondeos apuntaban en esa dirección. Eso permitió que hubiera dirigentes que no lucharan con tan ahínco por entrar en la cámara, dado que confiaban en conseguir en un puesto en el Ejecutivo dado que se continuaría gobernando. A falta de un año, todavía es una incógnita cuál será la posición del Botànic ante las urnas, si bien cada vez son más los que opinan que todo estará más ajustado en esta ocasión.
Puig y Mata juntos en Les Corts. Foto: EP
