Siempre ha sido un sector estratégico y con larga tradición en nuestro país. Además, el transporte ferroviario español destaca por su posición de liderazgo mundial, con soluciones tecnológicas y servicios altamente especializados, y tiene mucho que decir en la Estrategia de Movilidad Sostenible
VALÈNCIA. Hace tiempo que Renfe ya no está sola. Acostumbrada durante décadas a campar a sus anchas por las vías españolas, conserva todavía hoy el liderazgo nacional, pero la liberalización del mercado ferroviario la puso contra las cuerdas, obligándola a hacerse a un lado para ceder el paso a los trenes de Ouigo o a los sigilosos ‘flechas rojas’ de Iryo.
El primer operador extranjero que llegó a España lo hizo en 2021, de la mano de la francesa Ouigo, filial de SNCF. Un año después, entra en escena Iryo, de la operadora Ilsa, un consorcio integrado por la valenciana Air Nostrum y Trenitalia. Antes de que esto pasara, Renfe había puesto ya en circulación los trenes de Avlo, la réplica low cost de lo que se le venía encima.
Por ahora, la batalla entre estas tres compañías se libra solo en las vías de alta velocidad y el largo recorrido, con especial encarnizamiento en los trayectos más demandados, como son Madrid, Barcelona, València o Sevilla. Como usuarios, la entrada de la competencia nos favorece. Hemos visto crecer una oferta donde los nuevos actores pugnan por flexibilizar las condiciones y abaratar los precios de los billetes.
Pero también la política tarifaria tiene un límite, sobre todo si no se quiere acabar vendiendo a pérdidas, que es de lo que acusó, hace unas semanas, el ministro de Transportes Óscar Puente a Ouigo. Toca entonces ir más allá para marcar la diferencia si se quiere ganar cuota de mercado en busca de un tren más sostenible, seguro, eficiente y accesible.
Ni el vagón con servicio de cafetería ni el aire acondicionado ni la conexión wifi ni los cargadores para móviles son ya elementos diferenciadores en estas nuevas alternativas ferroviarias que presumen de frescas, ágiles y divertidas. Sí conservan su estatus preferencial, sin embargo, valores tradicionales como la seguridad o la puntualidad.
Para ello se apoyan en soluciones como las de Imotion Analytics. Basada en la visión artificial, esta compañía dispone de una tecnología que permite identificar todo tipo de objetos y cuerpos humanos con tal precisión que es, incluso, capaz de distinguir género y edad. Aprovechando la infraestructura de las cámaras desplegadas por las estaciones ferroviarias, Imotion Analytics introduce algoritmos de vigilancia que pueden avisar de la presencia de un cuerpo extraño en las vías o la caída de una persona a las mismas. Cuando esto sucede, salta una alerta que llega al jefe de control para que tome la decisión oportuna y active el protocolo adecuado antes de que suceda algo grave. La solución se utilizó ya en el periodo de la covid, para conocer en tiempo real el distanciamiento social que entonces se exigía como medida de seguridad sanitaria.
En Unblur, por su parte, se dedican a desarrollar software especializado en ayudar a cuerpos de seguridad y servicios de emergencias a tomar decisiones en la primera línea de intervención durante un incidente. En este sentido, la startup catalana tiene suscrito un acuerdo a diez años con la brigada de Bomberos de Londres.
En el supuesto de un descarrilamiento de tren, la herramienta IRIS de Unblur podría unificar en un solo punto todas las fuentes de información referentes a ese punto crítico: ubicación exacta, dificultades de acceso, presencia de heridos, efectivos necesarios…, ayudando así a la sala de control a entender qué está pasando, dónde está su gente y qué tienen que hacer coordinándose con otras unidades implicadas en situaciones de este tipo, como pueden ser los bomberos o las ambulancias. «El software ofrece además trazabilidad de todo el proceso, algo que facilita el análisis y peritaje posterior de lo ocurrido», declara Alfonso Zamarro, CEO y cofundador de la compañía Unblur.
Con el foco puesto exclusivamente en las personas que padecen discapacidad auditiva y que no pueden recibir los avisos, de alarma o no, emitidos por el sistema de megafonía, la propuesta de la startup valenciana Visualfy consiste en transformar dichos avisos en señales luminosas.
Es lo que Manel Alcaide Dias, CEO y cofundador de Visualfy junto con Ángel Albiach, denomina la accesibilidad acústica. Su algoritmo, basado en inteligencia artificial, reconoce sonidos y los traduce a alertas visuales que el usuario puede observar en cualquier dispositivo conectado, como un móvil o un reloj. Las luces cambian en función del tipo de incidencia, de manera que el rojo, por ejemplo, se enciende cuando suena la alarma de incendios; el amarillo, si se acerca el tren, o el verde, si ha llegado su turno en taquilla.
Tanto los equipos de Unblur como el de Visualfy han pasado por TrenLab, la aceleradora de startups de Renfe en colaboración con Barrabés.biz y que supervisa Pilar Gorriz como directora del área de Innovación de Renfe dentro de la dirección general de Innovación, Sostenibilidad y Transformación Digital.
Aunque el tren no sea precisamente el medio de transporte más contaminante —sobre todo los eléctricos que se alimentan con fuentes renovables—, también los hay de mercancías que se mueven con diésel y que emiten partículas, óxidos de nitrógeno y otros contaminantes.
Ya en las estaciones y el interior de los vagones, el aire se puede cargar por la confluencia masiva de personas en un mismo espacio. La situación se agrava en las estaciones de cercanía, con muchísimo más tráfico y trenes menos sofisticados. Purificar el aire que respiramos es lo que persiguen en UAP (Urban Air Purifier). Aquí diseñan, fabrican y distribuyen equipos que eliminan del aire todo aquello que pueda ser perjudicial para la salud humana. Sus dispositivos, de distintos tamaños, son capaces de cubrir áreas de hasta dos mil metros cuadrados, tanto en espacios abiertos como cerrados.
También en GreeMko ponen tecnología e innovación al servicio de la descarbonización y la gestión ambiental. Tienen un software que calcula de forma automática el impacto de cualquier organización gracias a la digitalización. A Renfe le ayudan a medir su huella de carbono aportándoles datos de los servicios de transporte de mercancías, por ejemplo, y poniéndolos en valor frente a otros medios de transporte mucho más contaminantes.
En este sentido, señala Pilar Gorriz el esfuerzo llevado a cabo por la compañía ferroviaria para adquirir nuevas máquinas en el transporte de mercancías que no utilicen el diésel o para reducir su consumo.
También en el tren, como en casi todos los sectores, la personalización y la búsqueda de experiencias se alzan como factores relevantes para marcar la diferencia. Así, mientras que Iryo insiste en su servicio flexible de cancelación, distintas clases de confort o su relación con la cadena Only You, en Ouigo se postulan con servicios adicionales como la opción más económica gracias a sus coches de dos alturas con 509 plazas, equipaje extra, la admisión de mascotas como pasajeros o las tarifas grupales para agencias de viaje.
En ese ir más allá, también el departamento de innovación de Renfe se estruja el bolsillo. Gracias a BIM6D, la empresa podría ofrecer en breve experiencias en el metaverso. El CEO de la startup, Fernando Morales, explica que la combinación de distintas tecnologías les permite adelantarse en el tiempo. «La digitalización de trenes y estaciones posibilitará que, a través de la realidad mixta, el usuario, en forma de avatar, pueda adentrarse en estos espacios, obtener información e incluso conocer cómo era un viaje de Renfe en el pasado y cómo discurrirá en el futuro». En términos corporativos, serviría también para mantener encuentros virtuales de trabajo mientras se viaja. Se trata de una propuesta multidispositivo que puede vivirse desde una web, un teléfono móvil, un ordenador y, si las tienes, las gafas VR.
Otras aplicaciones que contempla Morales con esta solución, que acerca la tecnología de los gemelos digitales al usuario final, es su uso como herramienta para la promoción turística nacional en el extranjero, al ofrecer la posibilidad de ver recorridos atractivos por el paisaje español sin moverse del sofá.
En Eccocar, por su parte, tratan de enriquecer la experiencia del usuario de los trenes con un servicio de carsharing para rent a cars, concesionarios de coches y gestores de flotas de todo el mundo. Gracias a su plataforma, cualquier viajero que utilice el tren, una vez llegado al destino, puede retirar el vehículo alquilado de antemano para desplazarse por la ciudad o continuar el trayecto hasta el punto final. El compromiso, no obstante, es con la movilidad sostenible, conectando un dispositivo a la flota de coches de sus clientes para hacerlos inteligentes y ecológicos. Cierran así el círculo que conduce hacia una movilidad sostenible, conectada, autónoma y compartida. La empresa opera ya en más de una decena de países y cuenta con más de treinta clientes corporativos.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 115 (mayo 2024) de la revista Plaza