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Algoritmos y robots al rescate de movimientos perdidos por el daño cerebral

El transhumanismo es un movimiento cultural y social que busca ‘mejorar’ al ser humano con la ayuda de la tecnología. De momento, los robots muestran cada día su eficacia en el terreno médico

| 27/07/2020 | 1 min, 53 seg

VALÈNCIA. Nicolás García es catedrático de la Universidad Miguel Hernández de Elche y socio fundador de la spin-off del Parque Científico UMH Innovative Devices for Rehabilitation and Assistance (iDRhA). Esta compañía está dedicada a la investigación y desarrollo de sistemas robóticos, la ingeniería y servicios en el área de la salud y el diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de equipamiento electro-terapéutico.

La firma, especializada en rehabilitación y asistencia para personas con daño cerebral adquirido, lleva a hospitales, clínicas y hogares las últimas mejoras tecnológicas con el fin de incrementar la calidad de las terapias de rehabilitación y facilitar la independencia de estas personas. Entre otros productos, tienen una mano-exoesqueleto (Helium) testada en varios pacientes a nivel internacional. Es modular y cada dedo es totalmente independiente y se puede configurar según cada necesidad. También tienen la plataforma de rehabilitación Rubidium y enseñan cómo es posible combinar ambos dispositivos.

Así, aplican la robótica en personas con un daño cerebral adquirido, para aumentar la intensidad de la terapia. Los robots pueden aumentar la intensidad, permitir un mayor número de repeticiones de ejercicios y favorecen que el terapeuta pueda atender a más personas en diagnóstico. 

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Además, desde la compañía tecnológica, también buscan homogeneizar este tipo de terapias que suelen conllevar muchos meses de trabajo, para personalizarla a las necesidades de cada paciente en cada fase del tratamiento. Los robots recogen datos de las sesiones de rehabilitación —funciones anteriores, mejorías, dificultades o incluso el estado de tranquilidad o nerviosismo de la persona durante la terapia—, para poder aplicar diferentes tratamientos en función del ritmo de cada paciente.

* Lea el artículo completo en el número de mayo de la revista Plaza

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