antes de la crisis facturaba 9 millones de euros

Petit Shoes, de las ferias internacionales a desaparecer tras un concurso de acreedores

10/02/2017 - 

ALICANTE. El juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante ha dictado un auto de extinción de la empresa especializada en calzado infantil Petit Shoes, fundada hace más de tres décadas en la localidad alicantina de Villena, al no lograr superar el concurso de acreedores al que se acogió en enero de 2011 acuciada por las deudas con bancos y proveedores, y los impagos a sus empleados. El auto, firmado el pasado 25 de enero, señala que la titular del juzgado ha resuelto dar por concluido el concurso "por estar en el supuesto de insuficiencia de bienes y derechos para atender los créditos contra la masa".

El juzgado resuelve asimismo "cesar las limitaciones de las facultades de administración y disposición del deudor subsistente, salvo las que estén contenidas en la sentencia firme de calificación", así como "dar curso a la extinción de la entidad y el cierre de su hoja de inscripción en los registros públicos que corresponda". La hoja registral de la firma llevaba cerrada de forma provisional desde el pasado 16 de noviembre, según el Registro Mercantil. El auto judicial pone fin así a casi 35 años de trayectoria de una de las marcas más reconocidas en el sector del calzado infantil, fuertemente implantado en Villena.

Los productos de Petit Shoes se vendían en las principales tiendas especializadas en ropa y calzado de bebé, tanto en España como en varios países de Europa y Estados Unidos. La presencia de la marca villenense en ferias internacionales especializadas, de hecho, era habitual antes de que la crisis hundiese su negocio. Un hundimiento drástico en solo dos años, que abocó a los administradores de esta empresa familiar a solicitar el concurso de acreedores del que Petit Shoes ya no ha logrado salir.

Así, justo antes del estallido de la crisis financiera, la empresa de Villena facturaba casi 9 millones de euros, de los que el 25% provenían de la exportación. Petit Shoes enviaba sus productos a Francia, Italia, el Reino Unido, Estados Unidos y los países árabes. En su mejor momento, la firma llegó a tener en plantilla a un centenar de empleados (a comienzos de 2008). Las ventas de Petit Shoes, que por aquel entonces figuraba entre las primeras preferencias de los padres para calzar a sus pequeños, se desplomaron en solo dos años. De los casi 9 millones de euros de 2007 se pasó a los 4,14 millones en 2009, y la empresa comenzó a acumular pérdidas de cientos de miles de euros (330.766 euros en 2009).

Antes de acabar el ejercicio 2010, y después de reducir la plantilla a 80 personas, Petit Shoes decidió ir a concurso de acreedores, al no poder atender las reclamaciones de pago. Una vez abierto el concurso abreviado en el juzgado de lo Mercantil número 2, comenzaron a acumularse las reclamaciones de cuotas de la Seguridad Social y las reclamaciones de empleados en los juzgados de lo Social. El agujero se había hecho tan grande que Petit Shoes no tenía suficientes bienes y derechos para atender los créditos, por lo que no ha logrado superar el concurso.

Pese a la desaparición de esta histórica firma, la localidad de Villena cuenta con más de una veintena de marcas de calzado infantil, una de las principales especialidades de la industria zapatera local. Entre estas marcas destacan algunas bien conocidas como Andanines (que saltó a los medios por calzar a las infantas Leonor y Sofía), León Shoes o Piulín.

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