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Los 'sorayos', desaparecidos en la sede del PP, y derrotados en la Diputación de Alicante

1/08/2018 - 

ALICANTE. Mala semana para los seguidores de Soraya Sáenz de Santamaría en el PP. El acuerdo alcanzado entre el PP, PSPV y Compromís en la Diputación de Alicante ha dejado a los diputados que se postularon con la ex vicepresidenta del Gobierno en un segundo plano, chafados. ¿La razón? La mayoría de ellos era defensor del modelo de las ayudas a la carta, que inicialmente los populares quisieron poner en marcha -con ayudas a los municipios de los vicepresidentes-, y ahora se han visto derrotados, pues finalmente ese modelo se ha eliminado y ha triunfado el reparto de ayudas por criterios objetivos que desde el principio ha defendido Compromís.

Según ha podido saber Alicante Plaza, vista la situación de paralización de que tenía el último plan de ayudas de la Diputación de Alicante, Presidencia dio instrucciones de alcanzar un acuerdo con los diputados de Compromís y del PSPV para desbloquear la situación. A principio de mes de julio se había aprobado el primer paquete de ayudas, y el segundo no podía retrasarse para evitar que se perdiera el dinero del remanente del año pasado.

El PP ya sabía que iba a contar con el concurso de los socialistas, tanto sí había ayudas a la carta -de las que algunos alcaldes socialistas también se beneficiaban- como sí no. Pero se buscaba la unanimidad: primero con Compromís, después con EU. Finalmente, sólo fue posible con la formación que lidera Gerard Fullana.

Pero hay un elemento que precipita el acuerdo: el congreso del PP, la victoria de Pablo Casado y la confección del comité ejecutivo. Hasta el 5 de julio, la vencedora es Soraya; tras el cónclave, el ganador es Casado y, por extensión, César Sánchez. A los pocos días, se confirma que el presidente de la institución provincial -que inicialmente se había posicionado con María Dolores de Cospedal- accede al núcleo duro como secretario de Transparencia del nuevo PP. Ante este panorama, los negociadores de Presidencia aceleran las conversaciones y cierran el acuerdo el viernes por la tarde. El jueves hay junta de portavoces y se presenta al resto de formaciones.  Sánchez tiene ya manos libres para proponer el acuerdo: es el gran ganador del nuevo organigrama de Casado. Los sorayos no pueden cuestionarle, y asienten.

Compromís, que era reacio al principio al acuerdo, también logra gran parte de las condiciones que ha puesto sobre la mesa: el reparto de las ayudas será por criterios de población; desaparecen las ayudas nominativas a los vicepresidentes y se repesca a los municipios que quedaron fuera en otras convocatorias. Su dilema era: o desaparecía las ayudas a la carta, o se bajaban del pacto. El PSPV también lo respalda: mantiene en parte el espíritu de un acto anterior que se suscribió en febrero, del que ahora se baja Esquerra Unida, el único partido que se desmarca. 

Al final, el pleno de la Diputación de Alicante de este lunes ratifica el acuerdo y se desbloquea el último paquete de ayudas por valor de 15 millones de euros. Los portavoces de Compromís y PSPV, Gerard Fullana y José Chulvi, avalan el esfuerzo y ensalzan el cambio de criterio del PP. Pero al portavoz del PP, Carlos Castillo, alineado con la dirección provincial de PP; es decir, con Soraya, no se le ve muy convencido: sólo da las gracias a los socialistas. Ni una mención a Compromís. César Sánchez cierra la sesión plenario con un: "Es una gran acuerdo". Está muy satisfecho con el resultado final, es evidente.

Con este gesto, Sánchez logra lo que perseguía: cierra el curso político con un pacto político de amplio consenso, lo que le da a pie emitir un comunicado, horas después, ensalzando el espíritu negociador de la Diputación de Alicante frente a la política de la Generalitat Valenciana. Es más, Sánchez, consciente de que Puig está este lunes en Alicante, le recuerda que la institución se ha sumado -aunque a su manera- al Fondo de Cooperación Local del Gobierno valenciano. Las palabras de Sánchez no pueden ser más elocuentes:  "La Diputación alicantina es la institución provincial que más pactos y acuerdos ha alcanzado en España durante esta legislatura para poner en marcha políticas de inversión en los municipios". 

Pero el triunfo de Sánchez no logra ocultar la decepción de algunos diputados suyos que han defendido las ayudas a la carta por encima de cualquier negociación, y máxime que el pacto incluyera a Compromís. La propia intervención de Carlos Castillo es un síntoma, como lo es el rostro de diputados como Bernabé Cano, Eduardo Dolón, Javier Sendra y otros cuyos municipios iban a recibir ayudas nominativas. Sólo el diputado Alejandro Morant, alineado con Casado, encaja con cierta deportividad que finalmente deberá cambiar de procedimiento para llevar a cabo su proyecto estrella, el podideportivo cubierto, que inicialmente iba a sufragar al 100% la Diputación de Alicante y que fue el origen de todos los recursos judiciales que Compromís presentó contra las ayudas a la carta. 

Hay que recordar que la causa judicial se archivó después de que los propios servicios jurídicos de la Diputación reconocieran que el grupo valencianista podría tener razón en su recurso y las ayudas a la carta se eliminaron por iniciativa propia del equipo de gobierno del PP. Pese a todo ello, los populares han culpado a Compromís de todo el retraso que ha tenido la aprobación del paquetes inversor.

Sánchez ha demostrado tener manos libres; los sorayos están, además, desparecidos: tras la derrota en el congreso, cada uno está volcado en la institución en la que tiene puestas sus esperanzas de ganar o renovar. Los que tiene cargo orgánico están ya de vacaciones, o a punto, o en sus cuarteles de invierno. Otra vez el Zidane del PP ha conseguido su objetivo: cuestión de fe y perseverancia.

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