BALANCE DE NUEVE MESES CON 1.305 HECTÁREAS QUEMADAS

Los incendios forestales de este año han sido los menos agresivos desde 2012

30/09/2017 - 

ALICANTE (EFE).- Los incendios forestales que se han producido en el territorio de la Comunitat en los últimos nueve meses han sido los menos agresivos, por superficie calcinada, de los últimos cinco años, y en el acumulado hasta septiembre, 2017 es el año en el que menos incendios se han declarado de los últimos once.

En los nueve primeros meses del año, según los datos de los que dispone la Conselleria de Medio Ambiente hasta el 24 de septiembre, han ardido en la Comunitat un total de 1.305 hectáreas, 653 de superficie arbolada, en un total de 278 incendios, unos datos que se encuentran considerablemente por debajo de la media. De hecho, la cifra total de incendios es la más baja de los últimos once años, cuando se han registrado una media de 365, y la de superficie afectada sería la más baja de los últimos nueve años, sin tener en cuenta las 58.746 hectáreas que se quemaron en 2012.

La provincia de Valencia ha acumulado el 61,8 % del total de los incendios (162), Castellón el 17 % y Alicante el 21 %, aunque la distribución de superficie afectada este año se concentra principalmente en Castellón, con el 88,4 %, seguido de Valencia con el 8,9 % y Alicante con el 2,7 %. En el acumulado del año, el 40 % de los incendios ha sido intencionado, el 29 % debido a rayos, el 21 % por negligencias, el 6 % por causas desconocidas y el 4 % por otras causas.

Por superficie, los rayos han sido responsables de la quema del 92 % de las 1.305 hectáreas, los fuegos intencionados del 4 % y las negligencias del 1,8 %.

Estos datos mejoran ampliamente los registrados durante los primeros nueve meses de 2016, cuando se habían declarado 323 incendios que afectaron a 6.795 hectáreas, 2.419 de ellas de superficie arbolada y el resto, superficie rasa.

La provincia de Valencia acumulaba entonces el 54 % de los 323 incendios declarados hasta el momento (175) y el 58 % de la superficie afectada, mientras que en Alicante se declaró el 27 % de los incendios (87) y el 18 % de la superficie quemada; en Castellón se concentró el 19 % de los incendios (61) y el 23 % de la superficie quemada.

En los últimos once años, la media anual de superficie quemada en la Comunitat durante los tres primeros trimestres del año ha rondado las 8.750 hectáreas y se han producido una media de 365 incendios, aunque solo en 2012 se ha superado esta superficie, al arder 58.746 hectáreas, la mayoría en los incendios de Cortes de Pallás -donde falleció tras accidentarse el piloto de un helicóptero de extinción- y Andilla. En 2015 ardieron 2.368 hectáreas, 1.889 en 2014, 1.315 en 2013, 2.280 en 2011, 5.632 en 2010, 2.920 en 2009, 722 en 2008, 8.212 en 2007 y 3.377 en 2006.

En opinión de la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, estos datos son positivos aunque insiste en guardar prudencia porque "no se puede bajar la guardia". A su juicio, "el clima que tenemos y la vulnerabilidad de nuestros bosques nos obligan a estar pendientes del peligro de incendio todo el año".

Las políticas de prevención necesitan "un impulso financiero como el que está dando el Consell, que ha frenado los recortes aplicados por el PP los últimos años, y cada año mejora, modestamente pero mejora, el esfuerzo en prevención y vigilancia", ha agregado en declaraciones a EFE.

Tanto como el esfuerzo inversor, Cebrián ha destacado las actividades de concienciación como "Stop al foc", la ampliación del periodo de prohibición de quemas o las charlas dirigidas a los vecinos de urbanizaciones ubicadas en la llamada "interfaz urbano-forestal", que con frecuencia es origen de incendios.

"Estamos cambiando la política de gestión forestal para enfocarla a la protección del bosque, a que sea más seguro de cara a una entrada de los servicios de extinción, pero esto más bien es una política a largo plazo cuyos efectos se verán con los años", según la consellera.

Las condiciones meteorológicas de este año "no han sido las mejores", añade. Tras los temporales del invierno se actuó para retirar la masa forestal y después llegaron "muchos días de viento intenso de poniente", unidos a tres años ya de sequía.

"Sigue habiendo preocupación pero confiamos en el dispositivo de prevención -asegura Cebrián-. La clave es reducir los conatos; llegar a la primera hectárea, la primera hora del incendio".

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