La mano que mece la cuna

Foto: Rafa Molina
30/11/2017 - 

ALICANTE. El episodio de la fallida subasta del Hércules y cómo (aparentemente, todavía hay que desembolsar el dinero y firmar) se ha resuelto, una vez más ha puesto de manifiesto que Enrique Ortiz sigue manejando el Hércules, continúa marcando goles llegando al remate desde la segunda línea.

El constructor y Juan Carlos Ramírez correrán al cincuenta por ciento con todos los gastos e incluso el segundo 'será' presidente (a día de hoy lo es todavía Carlos Parodi, como demuestra la convocatoria de la junta del 21-D) y ocupará un lugar destacado en el palco, pero la realidad es que se ha terminado haciendo lo que Ortiz deseaba. Por cierto, con la colaboración de un Javier Portillo que contactó personalmente con Manuel Illueca para dejarle clara la disposición a desembolsar de una vez las sumas que se exigían por el banco del Consell.

Las amenazas de Ramírez de judicializar todo el asunto forman ya parte del contenido del baúl de los recuerdos, junto a las de dimisión, las de liquidación de la sociedad y las acusaciones a la Agencia Tributaria de trato desigual.

No obstante, no subestimemos el poder de Ramírez en el Hércules porque la crisis del IVF se habrá resuelto de manera distinta a como el empresario vasco deseaba, pero en sus movimientos, Ortiz ha tratado en todo momento de no incomodarle. Puede que sea solo para no perder a este preciado socio, que arrima el hombro y la billetera cuando hace falta, pero eso es ahora mismo lo de menos tanto para el uno como para el otro. Eso sí, veremos qué pasa en el futuro si hay ascenso y se multiplican los ingresos.

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