Alejandra Quereda, gimnasta, plata en los Juegos Olímpicos de Río

Alejandra Quereda: "Estar en el podio es una sensación única"

A sus 24 años, la alicantina acumula 42 medallas en competiciones internacionales entre las que destaca la plata de los pasados Juegos Olímpicos

29/10/2016 - 

ALICANTE. La gimnastas alicantina Alejandra Quereda era elegida este viernes como mejor deportista de la provincia de Alicante de 2015.

Este reconocimiento que recibe por tercer año consecutivo le llega dos meses después de haber logrado junto a Sandra Aguilar, Lourdes Mohedano, Elena López, Artemi Gavezou, sus compañeras del equipo español de gimnasia rítmica del que Alejandra es capitana, la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río en una competición en la que sólo Rusia, otra potencia en este deporte, fue capaz de superarles si nos atenemos la opinión de los jueces, claro.

Hace unas semanas para el número de presentación de la Revista de Alicante Plaza, nuestra campeona nos hablaba de lo que ha supuesto para ella una presea olímpica que es la primera pero todo augura que no será la última para esta gimnasta de 24 años de edad que ha logrado además 41 medallas en Copas y Campeonatos del Mundo y Europa. Alejandra también hacía para Alicante Plaza repaso a una carrera deportiva que inició a la edad de seis años cuando entrenaba en el CEU Jesús María de Alicante.

—¿Dónde guardas la medalla?

—De momento en ningún sitio concreto (risas). Estamos esperando la cajita de madera que está destinada a albergarla y que, por cierto, somos de las pocas que todavía no la hemos recibido.

—Se lo pusisteis muy difícil a las rusas…

—Rusia es una potencia mundial en este deporte, eso sí, creo que quedó demostrado que nadie es invencible y que estamos a su nivel. La gente nos ve como verdaderas campeonas, dice que el oro era nuestro y que lo merecimos más que nadie por el simple hecho de ser el único conjunto que no cometió ningún fallo en los cuatro ejercicios de la competición, pero no queremos entrar en ese debate: esta plata para nosotras es lo más grande, un sueño hecho realidad y nos sabe a oro.

—Cuatro ejercicios sin fallos en unos Juegos...

—Es lo que llevábamos preparando todo el año; teniendo presente que es complicado lograr siempre ofrecer tu mejor versión en competición, más si esta es unos Juegos Olímpicos y todavía más conseguirlo cuatro veces consecutivas, pero lo logramos.

—Con la competición en marcha, ¿pasó en algún momento por tu cabeza que os pudierais quedar fuera del podio como en Londres?

—Por supuesto. Como en la final olímpica de 2012 nos tocó abrir la competición por lo que terminábamos las primeras y nos tocaba esperar al resto de participantes. Es cierto que nos dan una buena nota pero también bastante ajustada y mira, sentada en las silla mientras seguía el resto de la competición por mi cabeza pasó el recuerdo de Londres: "otra vez no por favor", me decía a mí misma. Fue una media hora de mucha tensión.

—¿Qué se siente en el podio del Arena de Río, con las rusas al ladito, un escalón por encima pero con el susto en el cuerpo y enfrente la bandera de España ondeando?

—Es una sensación única, te das cuenta que todo el esfuerzo ha merecido la pena porque has conseguido subir a un podio olímpico, la meta más alta a la que puede aspirar un deportista. Qué más se puede pedir.

—Se os conoce como el 'Equipaso'... Os lo tenéis que pasar pipa...

—(Risas) La verdad es que tenemos una relación muy buena entre nosotras, estamos muchísimo tiempo juntas y nos conocemos perfectamente. Precisamente eso, el altísimo grado de compenetración que hay entre nosotras queda muy bien reflejado sobre el tapiz, que es uno de nuestros puntos fuertes.

—¿Cómo es un día de entrenamiento para vosotras?

—Entrenamos siete horas diarias repartidas en dos sesiones de mañana y tarde. Eso es así de lunes a sábado. Hacemos una hora diaria de ballet y dos días a la semana preparación física, el resto del tiempo lo dedicamos a entrenar la parte técnica, es decir hacer miles de repeticiones del ejercicio por partes y completo.

—Entrenando, compitiendo y dos años esquivando el quirófano...

—Mira a estos niveles es raro el deportista que nunca se ha lesionado. Sometes a tu cuerpo a tal grado de exigencia que necesariamente te pasa factura. Pero también te digo que no lo cambio por nada.

—Un consejo para esas pequeñas que están por ejemplo en edad escolar y empiezan a practicar la gimnasia rítmica.

—Que por encima de todo disfruten, que se lo pasen bien; eso es lo más importante y especialmente a esas edades…

—Por cierto, ¿Copacabana o El Postiguet?

—Me quedo con Alicante, 'la terreta' tira más (risas).

—Has aceptado dar tu nombre a una calle...

—Por supuesto, es algo que me hace mucha ilusión pero por encima de todo es un honor que Alicante quiera darle mi nombre a una de sus calles como forma de reconocer el esfuerzo de todos estos años.

—¿Y qué tal por Madrid?

Es una ciudad que me gusta mucho en la que siempre encuentras algo que hacer. Eso sí, también depende del tiempo libre con el que se cuente y yo entre los entrenamientos y los estudios no tengo mucho (risas).

—Estudias Medicina... Puedo decir sin riesgo a equivocarme que estoy ante una futura especialista en Medicina Deportiva?

—No sé lo que me deparará el futuro. De momento me centro en acabar la carrera y ya veré por la especialidad que me decanto. Eso sí, lo que tengo claro es que de una forma u otra seguiré ligada al deporte.

—Venga, vamos a liarnos la manta a la cabeza: en Tokio, dentro de cuatro años, toca el oro...

—(Risas) El 2020 queda todavía lejos. Prefiero fijarme objetivos más a corto plazo ya que si no el día a día se hace aún más duro.

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