CIUDADANA / OPINIÓN

El valor social de la familia

1/01/2017 - 

He leído estos días distintos análisis del tradicional discurso del Rey en la noche del día 24, pero en casi todos ellos se ha pasado por alto que este año el Rey ha puesto el acento en los valores y actitudes de los españoles, la solidaridad ante situaciones de urgencia, el esfuerzo y la capacidad de lucha para salir adelante y ha destacado de un modo especial el valor de la familia. A mi juicio fue un discurso menos institucional. Recientemente había pronunciado otro con este carácter con ocasión de la apertura solemne de la XII Legislatura el día 17 de noviembre. Coinciden todos los medios de comunicación y es verdad, que hizo alguna llamada de atención respecto al problema catalán pero sin nombrarlo, ya se sabe que a buen entendedor con pocas palabras basta, dice el refrán.

También he sabido que la Televisión Vasca no lo emitió, pero sí hubo espacio al día siguiente para que los partidos políticos lo criticaran, todo un signo de coherencia informativa. Tampoco lo emitió la Televisión catalana, pero a estas alturas desde luego que no me sorprende.

Para los asesores de la Casa Real debe ser difícil no repetir los discursos una y otra vez, intentando poner el énfasis en otras inquietudes sociales cuando las preocupaciones de la sociedad siguen siendo las mismas en los últimos años, el paro, la situación económica, la corrupción y los políticos.

Quiero destacar del discurso de Navidad que el Rey puso el acento en la familia como soportadora y colchón de la situación de crisis. “He comprobado, una vez más, el valor que tiene en nuestra sociedad la familia, porque su ayuda ha permitido a muchos sobrellevar los peores momentos”.

“He conocido a trabajadores y profesionales, hombres y mujeres que, con su esfuerzo sereno, durante estos largos y difíciles años, sin desfallecer ni resignarse, sostienen con gran dignidad y coraje a sus familias, sus vidas y sus trabajos”.

La tipología familiar ha cambiado en los últimos años como ha también ha cambiado la sociedad, existen madres solteras con hijos, según el INE más de un tercio de los nacidos en España son de madre no casada. También existen familias que provienen de otras uniones y tienen hijos en común o aportan hijos procedentes de relaciones distintas, en cualquiera de los casos la estructura familiar sigue siendo el germen primario de la sociedad. 

Además, en los últimos años los abuelos han pasado a formar un núcleo esencial en la familia. Se ha producido con la crisis una reagrupación familiar interna, en la que conviven en el mismo hogar diversas generaciones bajo un mismo techo. Son muchos los casos donde los hijos han regresado al hogar con su propia familia y son los abuelos y abuelas, gracias a su pensión, los que están sosteniendo a todos sus miembros.

Nuestro modelo de Estado de Bienestar siempre se ha caracterizado por el apoyo de la familia pero éste ha sido esencial desde el inicio de la crisis económica. Según el CIS en el año 2007 la familia era lo más importante para el 79,7% de los españoles y en octubre de este año, lo es para el 83,2%.

Hace unos días se ha publicado un Informe Europeo que señala que España es el segundo país de la Unión Europea con mayor número de pobres, sólo nos supera Rumania. Gracias a la estructura familiar dicha situación se sobrelleva, no obstante, ya está bien de que sea la familia la que tenga que soportar los elevados costos de la crisis. Esperemos que con el nuevo año los partidos políticos empiecen a adoptar medidas políticas que ayuden a “paliar” la mala situación económica que sufren las familias.

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