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El PP de Alicante reivindica su renovación interna ante el incógnito futuro de Rajoy

5/06/2018 - 

ALICANTE. Pasadas las 19 horas, y sabedores todos de la vehemencia con la que el ex ministro y diputado por Alicante, José Manuel García-Margallo, había destapado sus cartas -intentando apartar a la ex vicepresidenta del Gobierno de cualquier cábala de futuro-, el PP de Alicante hizo su particular diagnóstico de cuál debe ser el ejemplo a seguir para que Génova recomponga el futuro del partido, bien con Rajoy al frente de él, o sin él. Fueron pocas intervenciones, pero contundentes, las que reclaman el ejemplo seguido por el propio PP de Alicante como modelo a exportar: renovación y regeneración interna.

El presidente del PP, José Císcar, planteó la crisis como una oportunidad que debe ir cociéndose con el tiempo, pero también como una oportunidad para rearmar el discurso y la organización. Primero asimilar la pérdida del poder y después intentar buscar una solución a través de un congreso extraordinario, del que debería salir un nuevo líder o lideresa. Císcar no dijo nombres e, incluso, defendió la atención que había tenido Rajoy con la provincia de Alicante, algo que posteriormente se encargaría de atestiguar el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, y que se saldó con el acuerdo unánime de remitir una carta de agradecimientos al ya ex presidente del Gobierno.

Pero la renovación y la regeneración estuvo en el ambiente, con vistas a que Génova tome nota, si así lo considera. Aunque Císcar dio alguna puntada, con hilo, sabedor de que forma parte del organigrama, pero también hubo más personas que verbalizaron esas ansias de cambio. Entre ellos, el actual alcalde de Alicante, Luis Barcala, y el secretario general del PP en Elda, Iván Obrador. Ambos reclamaron el modelo Alicante, el cambio de personas, ideas y modelos. Barcala fue más paciente, Obrador reclama que todo se ponga en marcha mañana, a lo que Císcar tuvo que intervenir y poner sosiego a las embestidas renovadoras del joven político eldense.

Barcala, por su parte, fue más pausado y recordó los pasos dados por el gabinete de Císcar para darle la vuelta al partido y que ahora esté comandado por muchos cargos ajenos a etapas pasadas, como la convención de Benidorm, que alejó a los imputados por casos de corrupción de las listas electorales.

Este martes, Rajoy deshojará la margarita de su futuro. Nadie sabe qué profundidad tendrá la herida de su futuro: si lo deja, si lo deja todo igual o si María Dolores de Cospedal coge el timón de la organización hasta un nuevo cónclave. Lo que sí que parece claro es que en el PP de Alicante se reconocen los servicios prestados, se ponen en valor, pero quieren aire nuevo en el organigrama central. Por el bien del partido, y del futuro, que augura, todavía, algún sofocón judicial, pero mucha actividad política para hacer frente al Gobierno carambolesco de Pedro Sánchez.

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